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27 May 2019
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Beneficios medioambientales Dietas saludables

Con cambios sencillos en tu alimentación puedes contribuir a salvar el medio ambiente

Nutrient density sustainable diet
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A todos nos gustaría hacer más para salvar el planeta, pero aún no sabemos con certeza cuál es la mejor manera. En un reciente estudio se ha demostrado que una dieta sana con muchas frutas y verduras podría marcar una gran diferencia.  

En este estudio, los autores observaron que los gases de efecto invernadero se podrían reducir casi en un tercio con la dieta, sin tener que hacer cambios sustanciales en los alimentos. Basta con elegir más alimentos vegetales que muchos de nosotros consumimos en la actualidad y reducir la cantidad de carne a unos 100 g/día. Y la buena noticia es que nuestra factura de la compra no aumentará.

La noticia menos buena es que la cantidad de gases de efecto invernadero que podemos reducir se encuentra limitada por la necesidad de aportar suficientes nutrientes sanos en la dieta. Por eso, la mayor reducción en los gases de efecto invernadero solo se conseguiría a expensas de una dieta saludable o bien obligaría a un cambio mucho mayor de la dieta, sacrificio para el que mucha gente no está aún preparada, declararon los autores.

La producción alimentaria crea gases de efecto invernadero

Los alimentos que ingerimos surten impacto en el medio ambiente a través de su cultivo, procesamiento, transporte, almacenamiento e incluso desecho. Las emisiones derivadas de este sistema alimentario se podrían reducir en parte si todos modificáramos la dieta habitual puesto que cantidades idénticas de alimentos distintos generan una emisión diferente de gases de efecto invernadero (EGEI). La carne, por ejemplo, produce más emisiones de estos gases que las frutas y hortalizas. La dieta vegetariana o con pocos productos cárnicos parece ejercer un menor impacto ambiental y en general esta idea se corresponde con el consejo de los expertos en salud de comer muchos más alimentos de origen vegetal y menos carne roja o procesada.

No obstante, la reducción de las EGEI se debe poner en la balanza frente a los demás componentes de una dieta sostenible, que debería contener una cantidad suficiente de nutrientes, resultar segura, saludable, asequible y adaptada a cada cultura y, por último, tener un impacto bajo en el medio ambiente.

Cómo modelar las dietas para imitar los efectos de los cambios alimentarios

Por este motivo, los autores analizaron cuáles serían los efectos de la variación de los componentes de una dieta sostenible. Para ello, evaluaron el contenido de nutrientes, los precios y las EGEI asociados a 402 de los alimentos más consumidos por los participantes de un gran estudio francés. Después, aplicaron una técnica matemática para modelar las dietas a partir de cambios en las EGEI, la calidad nutricional y la aceptabilidad.

Los cálculos de las EGEI incluían todo el ciclo vital de los alimentos, desde la producción agrícola hasta el uso y la gestión de los residuos de los envases.

«…este estudio revela que la reducción moderada de las EGEI no exigió ningún cambio en el grupo de alimentos de la dieta, aparte de cumplir las recomendaciones nutricionales, es decir, de aumentar sobre todo el consumo de frutas y verduras» – Perignon M y cols., 2018.

Los resultados mostraron que los participantes redujeron las EGEI hasta en un 30 % sin tener que pagar más o hacer cambios en los grupos de alimentos, salvo los necesarios para cumplir las recomendaciones nutricionales.

Más allá de esta consideración, para reducir las EGEI en más de un 30 % habría que mermar la calidad de la dieta o cambiar de forma drástica los alimentos habituales seleccionados por los participantes.

La reducción máxima de las EGEI que podrían lograrse cumpliendo todas las recomendaciones nutricionales llegó al 70 %. Sin embargo, estas reducciones tan llamativas solo se alcanzarían eliminando ciertos grupos de alimentos, como los productos lácteos, la carne y los huevos.

¿Deberíamos volvernos todos vegetarianos?

Así pues, este estudio puso de manifiesto que los alimentos de origen animal representan las palancas principales para reducir las EGEI relacionadas con la dieta. Esperar, sin embargo, que todos nos volvamos vegetarianos sería excesivo, señalan los autores. Este tipo de cambio radical en la dieta no parece realista en países industrializados como Francia o los EE.UU., donde solo un 2 % de las personas son vegetarianas, afirman los autores.

Además, la dieta sana y equilibrada de muchas personas depende de los productos pecuarios.  Entre los nutrientes cuya demanda resulta más difícil satisfacer si se pretende reducir las EGEI en gran cantidad se encuentran el potasio y el calcio (presentes sobre todo en los productos lácteos).

 «…. aunque a menudo se afirme que las dietas vegetarianas o veganas reducen el impacto medioambiental de la dieta, los resultados de este estudio indican que, para mejorar la sostenibilidad de la dieta, debe preservarse la diversidad de los grupos de alimentos más que efectuar cambios drásticos con exclusión de ciertas categorías de alimentos» – Perignon M y cols., 2018.

Los autores concluyen que en cualquier estudio, en el que se desee cambiar la dieta para reducir su impacto medioambiental, se ha de sopesar siempre la importancia del equilibrio entre la reducción de los gases de efecto invernadero y nuestras necesidades nutricionales.

Para más información, consulte el artículo original.
Fuente: Perignon M, Masset G, Ferrari G, et al. How low can dietary greenhouse gas emissions be reduced without impairing nutritional adequacy, affordability and acceptability of the diet? A modelling study to guide sustainable food choices. Public Health Nutr. 2016 Oct;19(14):2662-74.
13 May 2019
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Control del peso Dietas saludables

Empieza bien el día tomando un desayuno saludable y controlando el peso

breakfast desayuno desayuno saludable peso weight
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¿Estás preocupado o preocupada por tu cintura? Según este estudio, tomar un «desayuno saludable» todos los días ayuda mantener un peso saludable.

La importancia del desayuno a menudo se desprecia y es fácil caer en la trampa de creer que saltándose el desayuno se pierden algunos kilos.

De hecho, en varios estudios se ha comprobado que las personas que omiten el desayuno tienen más probabilidades de sufrir sobrepeso que quienes desayunan con regularidad. Y ahora este estudio suizo revela que los alimentos elegidos para desayunar ayudan a mantener un peso corporal  saludable.

En particular, el yogur, las frutas, los frutos secos y las semillas y los cereales integrales aportan una fuente excelente de nutrientes para comenzar el día y si de forma habitual escoges estos alimentos  para el  desayuno, ayudas a tu cuerpo a mantener un peso saludable.

Cómo saber qué alimentos del desayuno ayudan a controlar el peso

En la mayoría de los estudios sobre los beneficios del desayuno para la salud se ha comparado a personas que desayunan con otras que se saltan esta comida. El estudio citado sobre los hábitos de desayuno de adultos suizos es diferente, porque se centró en personas que desayunaban con regularidad  y su finalidad era descubrir los alimentos del desayuno que más ayudan a mantener un peso saludable

Los investigadores utilizaron datos recopilados durante una encuesta nacional de nutrición (menuCH) en Suiza. A los participantes se les preguntó qué habían comido y bebido a lo largo de dos días no consecutivos. Se consideró como «desayunadores» habituales a quienes habían desayunado en ambos períodos de 24 horas y confesaban desayunar al menos 5 días por semana.

Entre este grupo de 1351 «desayunadores» habituales, los dietistas identificaron 22 grupos de alimentos específicos para el desayuno y tres tipos diferentes de desayuno:

  • «Desayuno tradicional»: pan blanco, mantequilla, dulce (p. ej., mermelada, miel) para untar
  • «Desayuno prudente«: frutas, copos de cereales no procesados ni edulcorados, frutos secos/semillas, yogur (ingredientes típicos de la receta suiza de «Birchermuesli»)
  • «Desayuno occidental»: cereales procesados y preedulcorados para el desayuno, leche, productos de confitería, refrescos azucarados

Después, los autores examinaron la relación entre el tipo de desayuno consumido por los participantes y la calidad de su alimentación durante el resto del día, basándose en el consumo de fibra, verduras, bebidas azucaradas, carne procesada y otros componentes.

El desayuno regular se asocia con un  menor peso corporal

Asimismo, midieron el índice cintura-cadera (ICC) de cada participante, un patrón de la obesidad. Después de evaluar una serie de factores, como el sexo, la edad, la actividad física y los estudios, las probabilidades de mostrar un ICC elevado resultaron 1,6 veces mayores entre los participantes que desayunaban de forma ocasional que entre los «desayunadores» habituales.

El yogur forma parte del desayuno saludable

«Los consumidores habituales de desayuno sufrían menos obesidad abdominal cuando el desayuno se componía de fruta, copos de cereales naturales, frutos secos/semillas y yogur.» – Chatelan y cols., 2018.

Entre los «desayunadores» habituales, quienes preferían un desayuno «prudente» (fruta, copos de cereales naturales, frutos secos/semillas, yogur) tenían menos probabilidades de estar obesos. Las personas que seguían con más rigor este desayuno tenían un ICC 1,2 % más bajo que las demás.

Según los autores, esta asociación se explica en parte porque los «desayunadores» prudentes tomaban una dieta más saludable durante el resto del día.

«…las personas que ingerían un desayuno más «tradicional» eran hombres mayores con un aumento de la grasa abdominal. Las personas mayores y con más estudios preferían el desayuno «prudente», mientras que los hombres más jóvenes optaban por el desayuno «occidental». – Chatelan y cols., 2018.

Un  desayuno saludable contiene mucha fibra

Comparado con otros tipos de desayuno, el desayuno «prudente» contenía mucha fibra de cereales integrales, frutas y frutos secos/semillas. De acuerdo con la evidencia, tomar un desayuno con mucha fibra podría proteger frente a las cardiopatías y el aumento de peso. La fibra produce estos beneficios para la salud a través de sus efectos positivos sobre la microbiota intestinal, el control de la insulina y la glucosa en sangre, y la inflamación, según comentan los autores.

Aunque el desayuno representa menos de una quinta parte del aporte energético diario total, los resultados de este estudio muestran que lo que desayunamos podría sentir un impacto significativo en nuestra salud. Se necesitan más estudios en otros ámbitos para confirmar estos hallazgos, señalan los autores.

Para más información, consulte el artículo original.
Fuente: Chatelan A, Castetbon K, Pasquier J et al. Association between breakfast composition and abdominal obesity in the Swiss adult population eating breakfast regularly. Int J Behav Nutr Phys Act. 2018;15:115
06 May 2019
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Conferencias internacionales Salud intestinal y microbiota

«Microbiota», una exposición sorprendente sobre el mundo de nuestra microbiota en la Ciudad de las Ciencias, París

fermentación microbios microbiota
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Desde comienzos de diciembre de 2018, la Ciudad de las Ciencias —el museo francés de los descubrimientos y la cultura científica— acoge una amplia exposición dedicada a la microbiota intestinal. Hemos visitado la exposición y en este artículo les contaremos lo que vimos allí. ¡Si tiene la oportunidad de visitar París antes del 4 de agosto de 2019, le recomendamos encarecidamente que acuda al museo!

La exposición cuenta con explicaciones en inglés, francés y español.

Enfoque pedagógico de la microbiota intestinal

Microbiota exhibition - Cité des Sciences Paris

Al entrar en la prestigiosa sala de la Ciudad de las Ciencias, un gran cartel con el anuncio «MICROBIOTA» recibe a los visitantes. La exposición es una adaptación del best seller de Giulia Enders “ A vida secreta dos intestinos” (título original -«Gut: The Inside Story of Our Body’s Most Underrated Organ») donde se explora nuestra vida microscópica interior. En la exposición se presentan diversos temas:

  • fisiología del tracto intestinal humano
  • muestras fecales y normas básicas de higiene en el baño
  • salud intestinal
  • diversidad microbiana en el intestino y su estudio
  • cómo fomentar un intestino sano a través de la alimentación

¡Bienvenido a un mundo donde tú eres el desconocido!

Microbiota exhibition - Cité des Sciences - Paris - the gut brain axis

La visita comienza con una boca gigante, es decir, una puerta por donde se entra para descubrir nuestro mundo interior. A partir de este instante, pasamos al intestino y entramos en la primera habitación. Una instalación gigante revela cómo el tracto intestinal se comunica e intercambia información con el cerebro.

A lo largo de todo el recorrido encontramos indicaciones en inglés, francés y español sobre los distintos temas. Durante esta parte de la visita se subraya que la microbiota intestinal es un órgano desconocido de nuestro cuerpo que ayuda al funcionamiento saludable de todo el organismo.

¡El intestino es un órgano enorme e incomprendido!

Microbiota exhibition - Cité des Sciences - Paris - the gut rope

A continuación, los visitantes entran en lo que podríamos llamar la «sala de prácticas», donde se exponen la báscula de heces de Bristol (o cómo interpretar las heces según su forma: ¡los niños se ríen a carcajadas!), una instalación con un retrete en la que se enseña a evacuar mejor el intestino (¡otra de las atracciones favoritas de los niños!) y un modelo de un vientre humano del que sale una cuerda para ilustrar la longitud intestinal; ¡una forma práctica y divertida de ilustrar las funciones del intestino mediante el juego y el humor!

En la pantalla interactiva situada al final de la sala se ofrece información minuciosa sobre las frecuentes alergias intestinales al trigo, los cacahuetes o la leche. En este último caso, se marca una clara distinción entre la intolerancia a la lactosa y la alergia a la leche de vaca, y se exploran las diferencias entre ambos fenómenos (véase nuestro artículo sobre el tema). De paso, se recuerda a los visitantes que quienes sufren una intolerancia a la lactosa deben seguir consumiendo productos lácteos como el yogur y averiguar por sí mismos qué cantidades toleran sin sufrir ningún problema (para más información sobre el yogur, la intolerancia a la lactosa y la mala digestión, lea nuestra sección dedicada a preguntas y respuestas).

Encuentro con nuestros amigos microbios

La tercera sala de la exposición brinda nuestro primer encuentro con la microbiota intestinal propiamente dicha. Allí nos enseñan que el intestino aloja miles de millones de microorganismos exóticos: bacterias, levaduras, arqueas y virus. Todas estas formas de vida interior constituyen lo que llamamos microbiota intestinal, una enorme variedad de especies y familias. Estos diminutos compañeros despliegan una actividad intensa e influyen en nuestro peso, alergias, sistema inmunitario, y también en nuestro comportamiento y estado de ánimo.

Microbiota exhibition - Cité des Sciences - Paris: the bacteria inside the gut

El material pedagógico comienza con una muestra de los principales avances logrados por la investigación en el último decenio. Las instalaciones revelan la complejidad de las investigaciones sobre este entorno tan vivo: un laboratorio de experimentación con ratones, una cámara anaeróbica, carteles explicativos de los principios elementales de la microbiología e información más profunda sobre técnicas como la metagenómica.

El mayor reto al analizar la microbiota intestinal es que la mayoría de las bacterias intestinales no toleran el oxígeno, lo cual impide estudiarlas en las condiciones normales del laboratorio. Los recientes avances tecnológicos en la secuenciación de alto rendimiento han hecho posible el encuentro con nuestros amigos microbios.

Cuidemos todos de la microbiota intestinal

La exposición termina con dos pantallas interactivas. La primera invita a los visitantes a oír los testimonios de los microbios sobre su actividad dentro de nuestro organismo o sobre sus efectos beneficiosos, como la fermentación. Así, los visitantes pueden escuchar a los Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus y Streptococcus thermophiles explicar cómo producen el yogur (para más información sobre este tema, lea nuestro artículo «¿qué es el yogur?«“).

En la pantalla interactiva final se ofrecen a los visitantes algunos consejos para el cuidado de la microbiota intestinal. En primer lugar, alimentar a nuestra microbiota con cierto tipo de fibras, también llamadas prebióticos, supone una buena manera de que las bacterias beneficiosas prosperen. Estos alimentos se encuentran en las verduras, los cereales integrales y los alimentos con almidón después de su conservación en el frigorífico. En segundo lugar, en la visita se explica que, para reforzar la diversidad de la microbiota intestinal, los visitantes han de consumir con regularidad bacterias vivas que resulten beneficiosas para la salud, los denominados probióticos. La humanidad sabe de estos efectos beneficiosos desde hace tiempo; existen numerosos ejemplos en todo el mundo de alimentos fermentados como el chucrut, el kimchi, el kéfir o el yogur.

Conocer la microbiota intestinal para entender nuestra salud

La exposición «Microbiota» de la Ciudad de las Ciencias es una estupenda manera de transmitir los conocimientos sobre la microbiota intestinal, un tema que atrae la atención general desde hace bien poco. Los visitantes salen con una idea bastante acertada de lo que nuestros amigos microbios hacen por nosotros y de la manera en que podemos cuidarlos a través de hábitos alimentarios saludables (como la inclusión de prebióticos y probióticos) en nuestra alimentación habitual.

Cuando terminamos la visita, saber que nuestro cuerpo tiene más células bacterianas que propias es la mayor sorpresa de la microbiota intestinal. Así que cuanto mejor conozcamos la microbiota intestinal, mejor entenderemos nuestra salud.


Información práctica

29 Abr 2019
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Beneficios medioambientales

¿Te has preguntado si tu dieta es sostenible ?

dieta sostenible sistemos alimentarios sostenibles sustainable diet
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Antes de acomodarse para saborear su próxima comida, deténgase un momento y examine la extensa red de actividades, recursos y personas que han intervenido en la travesía de esos alimentos hasta su mesa.

La red interconectada de recursos esenciales para la alimentación y el mantenimiento de la salud se conoce como sistema alimentario y abarca la producción agrícola, el procesamiento, el envasado, la distribución, la comercialización y el consumo de alimentos e incluso el vertido de alimentos.

El sistema alimentario ha evolucionado para satisfacer nuestra demanda de alimentos saludables, seguros, asequibles y apetitosos. Y ahora cada vez más exigimos alimentos que no dañen el medio ambiente.

Esto se debe a que el sistema alimentario está sujeto a las presiones del cambio climático y de la expansión de la población mundial. Este sistema es vulnerable a la economía de las naciones y a las convulsiones políticas, como la guerra. Frente a estos cambios, alimentar al mundo plantea una serie compleja de dilemas que dan muchos quebraderos de cabeza a los expertos.

Los expertos reclaman un nuevo enfoque para una investigación alimentaria sostenible

Ahora, un grupo de expertos internacionales ha expuesto la necesidad urgente de potenciar la investigación sobre la sostenibilidad y ha reclamado a un grupo de especialistas que analicen todos los elementos que influyen en el sistema alimentario, desde la salud ambiental y la región geográfica hasta los negocios y la política. Estos expertos deben indicar cómo se alcanza una dieta sostenible equilibrando el impacto ambiental con los resultados de salud. De hecho, han de resolver este rompecabezas para que las generaciones venideras disfruten de una buena nutrición y gocen de una salud  sostenible.

¿Qué es una dieta sostenible?

Según el consenso establecido en una reunión celebrada en Chicago, EE.UU., los autores definen la dieta sostenible como aquella con un bajo impacto ambiental que facilita un acceso seguro y asequible a los alimentos y una vida saludable a las generaciones actuales y futuras.

Las dietas sostenibles protegen y respetan la biodiversidad y los ecosistemas, resultan aceptables, accesibles, económicamente justas y son asequibles para todas las culturas, proporcionan una nutrición adecuada, segura y saludable, y al mismo tiempo optimizan los recursos naturales y humanos». – Drewnowski A y cols., 2018.

Según el consenso de Chicago, un sistema alimentario sostenible se define como el caracterizado por la productividad agrícola, la diversidad en el suministro de alimentos, la accesibilidad económica de los alimentos para los consumidores, el uso de recursos naturales para la agricultura, y la urbanización de la población que trabaja en este sistema.

Los sistemas alimentarios sostenibles se encuentran amenazados

El consenso se produce en medio de una preocupación creciente: la producción mundial de alimentos depende cada vez más de prácticas agrícolas intensivas que llegan a agotar los recursos naturales, como tierra, agua y energía. Estos riesgos para la sostenibilidad se exacerban por el calentamiento global y el cambio climático, afirman los autores.

Sin embargo, también previenen del impacto ambiental de los alimentos, que tan solo es una fracción del relato sobre alimentación sostenible. La salud, la economía y la sociedad también desempeñan un papel clave en el sistema alimentario sostenible. Durante la investigación se deberá examinar el equilibrio entre estos componentes derivados de los cambios en el sistema alimentario; por ejemplo, los efectos beneficiosos para el medio ambiente podrían acarrear un costo para la salud.

«La nutrición de la población mundial, cifrada en 9000 millones de personas para el año 2050, pondrá a prueba la sostenibilidad y la resistencia del sistema alimentario». – Drewnowski A y cols., 2018.

Las dietas saludables, ¿son también buenas para el planeta?

Medir la calidad de la dieta en relación con el impacto medioambiental y los resultados de salud es, por tanto, crucial para el dilema vigente de la sostenibilidad. Y por más que la nutrición sostenible deba reducir el hambre y la desnutrición en el mundo entero, también debería mitigar el riesgo de obesidad y de las enfermedades crónicas asociadas, declaran los autores.

Sin embargo, las grandes lagunas en nuestros conocimientos sobre los vínculos del sistema alimentario con la nutrición y la salud obstaculizan la capacidad de los expertos para predecir el impacto de los cambios del sistema alimentario en nuestra salud. Estas lagunas han de solucionarse mediante una colaboración internacional entre científicos de todas las disciplinas relacionadas con el sistema alimentario, desde la agricultura hasta la salud y el medio ambiente, cuyo alcance se extienda hasta los gobiernos, la industria y el mundo académico.

Las dietas vegetarianas quizá no proporcionen la respuesta deseada

Una cuestión clave que los investigadores deben abordar es si todos deberíamos sustituir los alimentos ganaderos, en especial la carne de vacuno y los productos de las vacas lecheras, por dietas vegetarianas. La producción de carne y lácteos consume más recursos terrestres y acuáticos que otros alimentos y contribuye a los gases de efecto invernadero, sostienen los autores. Pero los pastos representan la mayor parte de las tierras agrícolas del mundo, y el ganado es un medio fundamental de vida en el mundo entero. Cambiar radicalmente el comportamiento de los consumidores representa una tarea ardua, opinan los autores.

A continuación, hay que considerar el valor nutricional de estos alimentos. Según los autores, la carne, el pescado y los productos lácteos constituyen fuentes vitales de proteínas de alta calidad y de ciertas vitaminas esenciales que no pueden obtenerse fácilmente a partir de las dietas vegetarianas, sobre todo por las personas de los países más pobres.

En esta investigación se deberá determinar si el coste medioambiental de la ganadería se ve compensado por su mayor valor nutricional y en qué medida resulta posible mejorar la eficiencia en la producción ganadera y, al mismo tiempo, reducir su impacto ambiental.

Efectos de la modelación sobre los sistemas alimentarios sostenibles

Asimismo, se necesitan más estudios sobre la forma en que el calentamiento global y las catástrofes meteorológicas afectan a nuestro sistema alimentario, por ejemplo a los cultivos, al transporte y almacenamiento de los alimentos y a los precios, lo que tal vez causaría cierto malestar social. Los autores afirman que hay que abordar también los problemas suscitados por el uso excesivo de plaguicidas y fertilizantes.

El conocimiento más profundo de todos estos factores permitirá a los investigadores modelar problemas como el calentamiento global o la presión económica y poner así a prueba la resiliencia de nuestro sistema alimentario frente a tales amenazas. La modelación ayudará asimismo a prever los efectos sobre la nutrición y la salud y a realizar cambios en nuestro sistema alimentario, argumentan los autores.

 Las cuatro dimensiones de los sistemas alimentarios sostenibles

Los autores del consenso de Chicago han identificado cuatro componentes básicos de toda dieta sostenible y cada uno de ellos requiere su propia investigación:

  1. La dimensión sanitaria o la calidad y la seguridad de la cadena alimentaria. Mediante la investigación habrá que elaborar métodos para medir la cantidad de nutrientes y la seguridad, accesibilidad y palatabilidad de los alimentos. Asimismo, es necesario analizar el efecto de los patrones alimentarios de las personas sobre el estado nutricional, el riesgo de enfermar y la salud de la población.
  2. La dimensión económica o el efecto de los precios sobre la oferta y la demanda de alimentos. Dicho de otro modo, hay que recopilar datos sobre los alimentos producidos por los pequeños agricultores locales y las grandes cooperativas, así como sobre los efectos de las políticas económicas en cada región. La asequibilidad de los alimentos se debe medir en calorías y nutrientes por costo unitario.
  3. La dimensión social o los factores culturales, sociales y religiosos que determinan la selección de los alimentos. En los estudios se examinarán las actitudes y los comportamientos relacionados con la alimentación. La aceptación cultural de los alimentos se medirá por regiones, en función de la frecuencia de su consumo por la población.
  4. La dimensión ambientalo el impacto del sistema alimentario en la tierra, el agua y el consumo de energía a nivel local y global. Es necesario evaluar la resiliencia del sistema alimentario frente a las tensiones ambientales como el clima extremo, el cambio climático y la disminución de los recursos. Asimismo, conviene conocer la influencia del uso de antibióticos en la producción de alimentos y su efecto en nuestra salud. Los costos ambientales de la agricultura y la producción de alimentos se han medido en parte a través de las emisiones de gases de efecto invernadero, que se indican como equivalentes de dióxido de carbono por kilogramo de alimentos, comentan los autores.

 

Para más información, consulte el artículo original.
Fuente: Drewnowski A; Ecosystem Inception Team. The Chicago Consensus on sustainable food systems science. Front Nutr. 2018 Apr 25;4:74
22 Abr 2019
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Los beneficios de la fermentación

¿Qué alimentos fermentados contienen las bacterias más «amigables»?

alimentos fermentados bacterias microbiota intestinal microorganismos
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Seleccionar alimentos fermentados, como el yogur, puede suponer una estupenda manera de ingerir bacterias vivas «amigables» que aportan beneficios para la salud. Sin embargo, no todos los alimentos fermentados contienen microbios vivos y, cuando lo hacen, el número de estas diminutas formas de vida varía de forma extraordinaria entre un producto y otro, señalan los autores de este artículo.

La fermentación se ha utilizado durante mucho tiempo para prolongar la vida útil de los alimentos y para mejorar su sabor en algunos casos. Desde hace poco sabemos el papel que desempeñan los alimentos fermentados que contienen microbios vivos en la promoción de la salud.

Muchos de los microbios presentes en los alimentos fermentados sobreviven al tránsito por el tubo digestivo y llegan al intestino. Aquí se mezclan con la poblada comunidad microbiana que habita de forma natural en el intestino y, aunque solo estén de paso, pueden modular dicha comunidad y mejorar nuestra salud. Según han mostrado los estudios, los beneficios potenciales para la salud de los alimentos fermentados, como el yogur, abarcan el descenso del riesgo de diabetes de tipo 2 y de enfermedades cardiovasculares.

Todos sabemos que el yogur vivo contiene una gran cantidad de bacterias amigables, pero en general ignoramos la cantidad real de microorganismos vivos presente en los distintos alimentos fermentados, dato potencialmente clave para determinar sus beneficios para la salud.

Cómo averiguar el contenido microbiano de los alimentos fermentados

Así pues, para tener más información, los autores analizaron más de 140 estudios, en los que se había calculado la cantidad de microorganismos vivos en los alimentos fermentados consumidos con más asiduidad, principalmente los expuestos en las tiendas de alimentación. Se trataba de alimentos fermentados populares en diferentes regiones del mundo, desde productos lácteos cultivados, salchichas y verduras fermentadas, hasta alimentos fermentados a base de soja y cereales.

Los resultados mostraron que muchos alimentos fermentados constituyen una fuente adecuada de microbios vivos, en concreto, lactobacterias (LAB), incluidas las especies asociadas con beneficios para la salud. Sin embargo, el número de microbios en los alimentos fermentados varió mucho según el tipo de alimento, la región originaria y el período de almacenamiento antes del análisis.

Los productos más frescos, como el yogur y otros productos lácteos cultivados, tendían a mostrar niveles más altos de bacterias vivas amigables que los quesos más curados, por ejemplo.

Los yogures y otros productos lácteos pueden tener un número elevado de bacterias

Todos los yogures inspeccionados contenían los dos microorganismos requeridos para el cultivo del yogur (Streptococcus thermophilus y Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus) en cantidades que oscilaban entre <104 y 109 ufc (unidades formadoras de colonias, magnitud utilizada para estimar las bacterias viables) por gramo o ml. Estas cantidades se asemejaban en el yogur congelado. Si los yogures se habían elaborado con bacterias probióticas adicionales, estas se hallaban presentes en recuentos de hasta 108 ufc/g.

El panorama de los quesos era distinto: se analizaron más de 30 variedades de 18 países. Los recuentos microbianos más altos se registraron en el queso Tilsit curado durante 2 a 4 meses. Pero en el parmesano y el gruyere suizo, ambos con una curación de más de 1 año, no se detectaron microorganismos.

El contenido bacteriano de otros productos fermentados varió mucho

Los autores revisaron los resultados de una amplia gama de otros alimentos fermentados de todo el mundo y comprobaron todo lo siguiente:

  • El recuento en la carne porcina y vacuna fermentada de varios países variaba desde valores indetectables hasta cifras altas de 1010 ufc/g. Las salchichas fermentadas de EE.UU. tenían por lo general menos microorganismos que las europeas; en Europa, las salchichas las suelen elaborar pequeños productores.
  • El chucrut, una receta popular del repollo fermentado, tenía un recuento de LAB de entre 103 y 108ufc/g, mientras que las aceitunas cultivadas en Europa y los Estados Unidos contenían de 104 a 108 ufc/g de LAB.
  • Se observaron variaciones similares en los productos fermentados tradicionales de Asia, como el tempeh y el pescado fermentado.
  • Las gachas de avena fermentadas y las gachas de avena hechas con mijo o maíz que se consumen ampliamente en muchos países africanos mostraban un recuento bacteriano variado de entre 105 y 109 ufc/g.
  • En el caso de la cerveza, los recuentos de LAB variaron de 102 a 105 ufc/g, según el tipo y la antigüedad de la cerveza.

«De acuerdo con los datos de esta investigación, el consumo de alimentos fermentados no solo proporcionaría macronutrientes importantes, sino que además aportaría un gran número de microorganismos potencialmente beneficiosos para el tubo digestivo» – Rezac S y cols., 2018.

¿Cuántas bacterias vivas necesitamos?

Son pocas las directrices sobre el número de microorganismos vivos que debemos ingerir para mejorar la salud. La única excepción, afirman los autores, es el yogur, que mejora la tolerancia a la lactosa; las normas europeas exigen que el yogur contenga al menos 108 ufc de microorganismos iniciadores vivos por gramo.

Según investigaciones recientes, necesitaríamos ingerir 1010 células para modular nuestra microbiota intestinal y obtener un posible beneficio para la salud. Este beneficio se podría lograr comiendo 100 g de alimentos fermentados que contuvieran 108  células/g, indican los autores. Los resultados de su investigación muestran que este objetivo se podría lograr con varios de los productos fermentados analizados; por ejemplo, el consumo diario de 100 g de yogur, que contiene 108 ufc/g de LAB, cubriría el objetivo diario de 1010 microbios.

Algunos alimentos fermentados carecen de microorganismos vivos

Algunos alimentos se elaboran mediante fermentación, pero carecen de microorganismos vivos en el momento de su consumo. El pan, algunas cervezas y el vino se fermentan con levaduras, pero estos microorganismos son destruidos o eliminados durante la producción. Estos alimentos siguen aportando beneficios para la salud, incluso sin los microbios vivos; la fermentación, por ejemplo, puede producir vitaminas u otras moléculas bioactivas que no están presentes en el alimento original.

Los alimentos fermentados y las directrices dietéticas

Los autores proponen incluir los alimentos fermentados en las directrices dietéticas de poblaciones concretas, tal vez mediante la introducción de alimentos fermentados en la infancia como parte de la alimentación diaria. Tomar alimentos fermentados de manera regular también podría resultar muy provechoso para las comunidades con ingresos bajos (más vulnerables a las infecciones gastrointestinales), sostienen los autores.

«… varios grupos destacados han recomendado que los profesionales de la salud promuevan los alimentos fermentados con microbios vivos como parte de la política de salud pública» – Rezac S y cols., 2018.

Para más información, consulte el artículo original.
Fuente: Rezac S, Kok CR, Heermann M, Hutkins R. Fermented Foods as a Dietary Source of Live Organisms. Front Microbiol. 2018 Aug 24;9:1785.
15 Abr 2019
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Dietas saludables

El desayuno con fruta y yogurt como parte de una dieta saludable

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Analiza tu desayuno. ¿Mientras salías corriendo de casa, te has llevado cualquier cosa para «matar» el hambre, hasta que pudieras tomarte el bocadillo de media mañana? ¿O te has sentado para disfrutar de un desayuno relajado y saludable con fruta y yogur?

El desayuno es la comida más importante del día, según los expertos. Sin embargo, muchos de nosotros nos saltamos el desayuno porque el tiempo nos apremia a esa hora crucial de la mañana. Algunos científicos nos previenen de esta omisión del desayuno pues nos lleva a tomar refrigerios poco saludables en un momento posterior del día y a engordar. Eso no significa que debamos tomar una fritura matutina. En un amplio estudio estadounidense se han identificado varios alimentos saludables, incluido el yogur, para comenzar bien el día.

Tomar alimentos saludables para desayunar puede resultar complicado cuando se tiene prisa. Muchos cereales para el desayuno están cargados de azúcar y grasa, a pesar de la propaganda intensiva acerca de sus beneficios para la salud.

La International Breakfast Research Initiative (IBRI, iniciativa internacional para la investigación del desayuno) fue un estudio realizado en Canadá, Dinamarca, Francia, España, el Reino Unido y los EE. UU., en el que se examinaron los alimentos elegidos para desayunar por la población y se identificaron aquellos que deberíamos ingerir como parte de un desayuno saludable. Los autores de este artículo describen los resultados del estudio en los Estados Unidos, que contienen datos de más de 14.000 niños y adultos.

Los hábitos poco saludables de desayuno se encuentran muy extendidos

Casi el 20 % de la población estadounidense omite el desayuno. Los niños pequeños y las personas mayores desayunan en más ocasiones que el resto. En cambio, los adolescentes y los adultos jóvenes se saltan muchas veces el desayuno (el 25 % ni siquiera desayuna). Los adultos con ingresos más altos o con un título universitario también suelen desayunar.

Los alimentos habituales para el desayuno de los niños en los Estados Unidos son la leche, los productos horneados y los dulces. Los desayunos de los adultos consisten en café/té, dulces, grasas y pan blanco.

¿Por qué es tan importante el desayuno?

El desayuno se considera una comida rica en nutrientes si aporta más nutrientes que calorías, apuntan los autores.

Entre las personas que desayunaron en este estudio estadounidense, el desayuno representó un 20 % de la ingesta energética diaria. Aportó algo menos del 20 % de las proteínas y grasas diarias y el 25 % de los azúcares totales.

Sin embargo, también proporcionó más del 20 % de los requerimientos diarios de una serie de vitaminas y minerales, incluidas las vitaminas B, A y D, ácido fólico, calcio, hierro, potasio y magnesio.

«Aunque el desayuno habitual en los EE.UU. aportó más nutrientes que calorías, quedaba bastante margen para mejorar su calidad.» – Drewnowski y cols., 2018.

Desayunar comporta una mejor calidad de la dieta

Los autores descubrieron que el desayuno se asociaba a una dieta más sana y completa. Los niños y las personas mayores seguían las dietas más saludables y los adolescentes las menos saludables.  Entre los adultos, la calidad de la dieta mejoró de manera considerable conforme se elevaban el nivel de estudios y los ingresos de la unidad familiar.

Las personas que seguían una alimentación de máxima calidad consumieron más fruta y zumos, cereales integrales, leche y yogur con el desayuno. Además, comían menos carne y huevos y menos azúcares y grasas añadidas que quienes seguían una dieta menos saludable.

«…las dietas de mayor calidad se asociaron con un mayor consumo de cítricos, zumos y otras frutas, cereales integrales, leche y yogurt.» – Drewnowski y cols., 2018.

Las directrices dietéticas deberían tener en cuenta los patrones del desayuno

Los autores concluyen que los resultados de este estudio, según el cual el desayuno óptimo consiste en fruta, zumo, cereales integrales, leche y yogur, deberían influir en las futuras directrices dietéticas. Conviene analizar las opciones y los patrones de alimentación, en lugar de centrarse solo en el contenido de nutrientes de los alimentos. Y aunque el desayuno estadounidense suela tener una densidad elevada de nutrientes, queda aún bastante margen para la mejora, señalan los autores.

Para más información, consulte el artículo original.
Fuente: Drewnowski A, Rehm CD, Vieux F. Breakfast in the United States: Food and nutrient intakes in relation to diet quality in National Health and Examination Survey 2011–2014. A study from the International Breakfast Research Initiative. Nutrients 2018;10(9).
18 Mar 2019
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Beneficios para la salud Conferencias internacionales ICN 2017, Buenos Aires, Argentina Publicaciones

Alegato para que el yogur desempeñe un papel más destacado en las guías de alimentación

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Si le desanima la idea de que proliferen bacterias en su comida, sepa que no es el único. Sin embargo, nuestras ideas sobre las bacterias en los alimentos están cambiando a gran velocidad. Así como queremos que nuestros alimentos sean seguros y no contengan «bichos» causantes de enfermedades, los científicos se están dando a su vez cuenta de que ciertas bacterias vivas de alimentos como el yogur son buenas para la salud. Según declaran los autores de este artículo, quizá haya llegado la hora de que el yogur ocupe un lugar más destacado en las guías de alimentación. Podría haber llegado el momento de que el yogur ocupara un lugar más destacado en las pautas dietéticas. 

El yogur se menciona en la mayoría de las guías de alimentación junto con la leche y otros productos lácteos, pero podría merecer una atención especial, afirman los autores. Esto se debe a que este es uno de los alimentos con mayor actividad biológica. No solo es una excelente fuente de nutrientes con un coste relativamente bajo, sino que también proporciona bacterias vivas con un efecto positivo para la salud del intestino y con otros beneficios para la salud. En conjunto, estas propiedades hacen del yogur un elemento excelente de una dieta saludable que, en opinión de los autores, merece más atención en las recomendaciones dietéticas.

Las pautas dietéticas y los hábitos de consumo varían en todo el mundo

La cantidad de yogur que usted probablemente consuma depende del país donde resida. En Francia, por ejemplo, la mayoría de la gente come un tarro de yogur todos los días, mientras que en los Estados Unidos más del 90 % de la población no toma yogur con regularidad.

Las recomendaciones dietéticas también varían ampliamente. Algunos países ofrecen recomendaciones generales sobre el consumo diario de leche y otros productos lácteos, mientras que otros aconsejan cantidades precisas que oscilan entre 2 y 3 porciones diarias de leche, yogur o queso. En Europa, algunos países recomiendan el yogur como una fuente adecuada de nutrientes; otros reconocen los beneficios para la salud asociados con el consumo de microbios vivos.

El yogur es una gran fuente de nutrientes: la base de las pautas dietéticas

Los productos lácteos, incluido el yogur, nos proporcionan un perfil único de nutrientes. En particular, nos aportan vitaminas D, A y E, y también representan una buena fuente de vitaminas B2, B3 y B12. Además, la actividad bacteriana durante la fermentación empleada para hacer yogur aumenta el contenido de ácido fólico y otras vitaminas del grupo B.

Los minerales de los productos lácteos son fósforo, magnesio, zinc, sodio y potasio, y la fermentación aumenta la disponibilidad de algunos de estos minerales por el organismo. El yogur y la leche se cuentan entre las mejores fuentes dietéticas de calcio (necesario para huesos sanos). La ingesta diaria recomendada de calcio para un adulto sano se aproxima a 1000 mg/día, y un tarro de yogur puede proporcionar el 25 % de esta cantidad recomendada.

El yogur también contiene proteínas de alta calidad; además de promover el crecimiento y la reparación, las proteínas del yogur ayudan a prevenir infecciones y tienen propiedades antioxidantes y antitumorales. El yogur que compramos en las tiendas suele tener un contenido más alto de proteínas que la leche porque durante el procesamiento del yogur se añade leche en polvo sólida. Las principales proteínas del yogur son la caseína y el suero de leche, que parecen surtir efectos específicos diversos, como la protección parcial frente a infecciones y tumores.

Los aminoácidos son los componentes básicos de las proteínas, y el yogur y otros productos lácteos poseen un alto contenido de aminoácidos de cadena ramificada y lisina. Estos complementan los aminoácidos de otros alimentos, como cereales y legumbres, y así aumentan el valor que obtenemos de sus proteínas cuando las ingerimos en una misma comida.

¿Poca grasa o mucha grasa?

Existe cierta confusión acerca de qué tipo de productos lácteos son más adecuados. Aunque en muchas pautas se recomiendan productos lácteos con poca grasa, se sigue debatiendo mucho acerca de si resultan más saludables que los productos enteros. Varios estudios han revelado que la ingestión de más productos lácteos enteros se asocia con un menor riesgo de obesidad. El argumento del bajo contenido de grasa no parece basarse en pruebas reales de los problemas de salud, declaran los autores.

El proceso de fermentación utilizado para hacer yogur provoca un aumento de ciertos tipos de grasas lácteas (como el ácido linoleico conjugado) y en los estudios se ha señalado que estas pueden relacionarse con efectos favorecedores de la salud, lo que justificaría una mayor investigación.

El yogur es un buen alimento lácteo en caso de intolerancia a la lactosa

A algunas personas les resulta difícil digerir la lactosa, el azúcar presente de forma natural en la leche. Durante el proceso de elaboración del yogur, las bacterias del ácido láctico (LAB) descomponen la lactosa, lo que significa que el yogur contiene menos lactosa que la leche. Las bacterias vivas del yogur también liberan la enzima lactasa del intestino, que ayuda a la digestión de la lactosa.

Por eso, en los países de la UE se ha aprobado una alegacion de salud yogur para la mayoría de las personas con intolerancia a la lactosa.

Las bacterias vivas del yogur se asocian con otros beneficios para la salud

La vida moderna con una mayor higiene de los alimentos y el uso de antimicrobianos ha propiciado un descenso drástico de nuestra exposición a las bacterias, situación que según los expertos no es necesariamente buena. Como el yogur generalmente se produce con cultivos vivos, su ingestión nos proporciona bacterias vivas, así que puede llenar ese vacío en nuestra ingestión de bacterias. De hecho, podemos aumentar 1000 veces la cantidad ingerida de bacterias simplemente tomando un yogur.

Las bacterias valiosas del yogur se asocian con muchos efectos beneficiosos, en especial cuando el yogur se utiliza asimismo como vehículo para añadir bacterias probióticas «buenas» durante la fabricación.

Habitualmente, las bacterias del yogur no se instalan en el tubo digestivo, pero a medida que lo recorren, interactúan con las células inmunitarias, los nutrientes de la dieta y las bacterias que ya residen en el intestino. De esta manera pueden mejorar la salud intestinal. La investigación también revela que las bacterias del ácido láctico pueden destruir a las bacterias causantes de enfermedades (p. ej., E. coli y Salmonella) y producir ácido fólico y vitamina B12, vitaminas de las que carecen muchas poblaciones en el mundo. Se ha descubierto incluso que el yogur reduce la frecuencia de resfriado común entre las personas mayores.

La asequibilidad del yogur mejoraría la nutrición en los países más pobres

El valor nutricional del yogur es alto en relación con su . En los países de bajos ingresos, el yogur puede proporcionar una solución sencilla y asequible para mejorar la nutrición. En algunos países africanos ya existen programas locales de producción de yogur. En Argentina se ha puesto en marcha un proyecto sostenible para combatir la malnutrición infantil, que posiblemente sea una de las mayores intervenciones jamás realizadas en problacion infantil.

 «…el yogur en sí puede considerarse un excelente candidato para futuras guías de alimentación que busquen aportar un buen contenido de nutrientes, microbios viables y metabolitos de los  fermentos lácticos empleados». – Gómez-Gallego y cols., 2018.

 

Más información: leer el artículo original.
Fuente: Gómez-Gallego C, Gueimonde M, Salminen S. Yoghurt in nutrition: does it belong in food-based dietary guidelines? Nutrition Review Supplement, Vol 76 (1), dec. 2018

Este artículo forma parte de las actas publicadas de la Cumbre YINI 2017, organizada en Buenos Aires durante el Congreso Internacional de Nutrición sobre «El yogur, el microbioma intestinal y la salud: de los mecanismos potenciales a las recomendaciones dietéticas“. 

Este artículo está publicado en Nutrition Review Supplement, Vol 76 (suplemento 1), dic. 2018

04 Mar 2019
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Conferencias internacionales ICN 2017, Buenos Aires, Argentina Los beneficios de la fermentación Publicaciones

¿Podrían las bacterias ser la clave de los beneficios del yogurt?

bacteria fermentación Lactobacillus bulgaricus productos lácteos fermentados Streptococcus thermophilus
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El yogur vivo contiene billones de bacterias propicias que, según los expertos, desempeñan un papel vital en una serie de beneficios para la salud. Pero antes las bacterias deben alcanzar el intestino grueso, donde ponen en marcha sus efectos favorables. Los autores de este artículo explican los retos a los que se enfrentan estas bacterias en su recorrido, y algunos de los beneficios que pueden proporcionar. 

Los cultivos de yogur que fermentan la leche para crear el yogur son las especies bacterianas Streptococcus thermophilus y Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus. Otros microbios pueden participar también en la fabricación de leches fermentadas, como la bacteria probiótica* Bifidobacterium y las cepas de Lactobacillus, y proporcionar beneficios adicionales para la salud.

Aunque estas bacterias del yogur no sobrevivan mucho tiempo en el intestino, ayudan a equilibrar la microbiota intestinal y contribuyen a una buena salud, sostienen los autores.

Las bacterias del yogur sobreviven en el tubo digestivo

Sin embargo, la comunidad de bacterias que habita normalmente en nuestro intestino —la microbiota intestinal— suele resistirse a la colonización del intestino por bacterias introducidas desde el exterior.

El simple hecho de llegar al colon supone un peligroso viaje para las bacterias del yogur. Después de su ingestión, estas viajeras intrépidas deben recorrer un auténtico laberinto hostil: el tubo digestivo. Hasta la propia boca constituye un lugar peligroso, ya que la saliva contiene enzimas con efectos antimicrobianos. El siguiente obstáculo es el estómago con sus condiciones ácidas y sus enzimas digestivas. Luego se encuentran con el intestino delgado y sus sales biliares, otra amenaza para las bacterias viajeras.

Sin embargo, a pesar de todos estos obstáculos, un buen número de bacterias del yogur sobrevive y con las bacterias residentes.

 «Diversas publicaciones indican que los microorganismos presentes en los alimentos fermentados también pueden afectar a la microbiota intestinal, al menos de forma transitoria» – Kok y Hutkins, 2018.

El yogur y otros alimentos fermentados pueden mejorar la salud

El yogur y otros productos lácteos fermentados se han relacionado con diversas mejoras de la salud, incluida una reducción de los riesgos de obesidad, diabetes de tipo 2, cardiopatías, cáncer de vejiga y cáncer colorrectal.

Estos efectos se traducen, por ejemplo, en una mejora de los niveles de glucosa e insulina en sangre, factores clave para el desarrollo de la diabetes.

Las bacterias hacen del yogur un alimento idóneo frente a la malabsorción de lactosa

La leche y los productos lácteos contienen lactosa, un azúcar natural que se descompone en el intestino por la enzima lactasa. Los niveles intestinales de lactasa disminuyen después de la lactancia, pero la mayoría de los adultos todavía tienen suficiente lactasa para digerir la mayor parte de la lactosa ingerida.

Sin embargo, algunas personas no producen suficiente lactasa y sufren síntomas molestos, como diarrea, gases y distensión abdominal. La mayoría de estas personas toleran un poco de lactosa, y con frecuencia se les recomienda yogur como alimento lácteo adecuado en su caso. Aunque el yogur lleve lactosa, las bacterias vivas del yogur contienen lactasa que al liberarse en el intestino, facilita la digestión de la lactosa.

Los expertos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) han llegado a la conclusión de que la relación causa-efecto entre el consumo de yogur y la mejora de la digestión de la lactosa está lo suficientemente establecida como para justificar una declaración de propiedades saludables, siempre y cuando el yogur contenga un valor liminar de bacterias vivas (al menos 108 unidades formadoras de colonias [UFC] por gramo).

Las dietas ricas en alimentos fermentados como el yogur probablemente contribuyan en gran medida a los millones de microbios que ingerimos todos los días con los alimentos, , quienes concluyen que, si bien los microbios procedentes de alimentos fermentados permanecen solo de forma transitoria en el intestino, la evidencia creciente revela que influyen en la comunidad de microbios residentes y, por lo tanto, proporcionan beneficios propios para la salud.

Los autores señalan que las dietas ricas en alimentos fermentados y que contienen alimentos como el yogur, contribuyen a la ingesta de millones de microbios que ingerimos diariamente.

Si bien los microbios procedentes de alimentos fermentados permanecen solo de forma transitoria en el intestino, la evidencia creciente revela que influyen en la comunidad de microbios residentes y, por lo tanto, proporcionan beneficios propios para la salud.

* Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud del huésped.

Más información: leer el artículo original.
Fuente: Kok CR, Hutkins R. Yogurt and other fermented foods as a source of health-promoting bacteria. Nutrition Review Supplement, Vol 76 (1), dec 2018

Este artículo forma parte de las actas publicadas de la Cumbre YINI 2017, organizada en Buenos Aires durante el Congreso Internacional de Nutrición sobre «El yogur, el microbioma intestinal y la salud: de los mecanismos potenciales a las recomendaciones dietéticas“. 

Este artículo está publicado en Nutrition Review Supplement, Vol 76 (suplemento 1), dic. 2018

07 Ene 2019
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Niños Salud ósea

Cómo formar huesos fuertes para toda la vida: ¿está su hijo comiendo suficientes lácteos?

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No solemos pensar en los huesos a la hora de preparar a nuestros hijos para una vida larga y saludable. Pero la infancia y la adolescencia son el mejor momento para centrarse en la salud ósea, ya que casi toda nuestra masa ósea se deposita durante esos primeros años. Actuar ahora permite disponer de huesos robustos a lo largo de la vida adulta y prevenir fracturas a una edad avanzada.

¿Y cuál es la mejor manera de ponerlos en el camino adecuado para tener unos huesos superfuertes? Anime a sus hijos a comer saludablemente y a practicar ejercicio, sostienen los autores de este artículo.

Los alimentos lácteos contienen un tesoro oculto de nutrientes esenciales para el crecimiento óseo, como calcio, proteínas, magnesio, potasio, zinc y fósforo. También se sabe que el ejercicio intenso durante la infancia es importante para obtener huesos fuertes.

Pero todavía quedan muchas cosas por saber sobre el desarrollo óseo. Los autores estudiaron a un grupo de niños pequeños de Brasil para averiguar más datos sobre los efectos de los productos lácteos y el ejercicio en la fuerza ósea, medida por la densidad mineral ósea (DMO), y para comprobar si había alguna diferencia entre niños y niñas.

La mayor ingesta de lácteos se asoció con una DMO más alta

Los investigadores examinaron las dietas de los niños a los 4 años de edad y de nuevo a los 6. Comprobaron que los niños de 4 años bebían más leche que los de 6, pero los de 6 lo compensaban con más yogur y queso.

Las mediciones de la DMO se realizaron cuando los niños tenían 6 años de edad. La mayor ingesta diaria de productos lácteos se asoció con una DMO más alta en todo el cuerpo y en la columna lumbar (parte baja de la espalda) tanto en los niños como en las niñas. Esta asociación resultó más intensa para los niños que comían al menos tres porciones de lácteos al día.

“Nuestro estudio proporcionó una evidencia de la asociación positiva entre el consumo de productos lácteos y la DMO en todo el cuerpo y en la columna lumbar a una edad temprana». – Bielemann y cols., 2018.

El ejercicio con carga ayuda a fortalecer los huesos

Así como los músculos se fortalecen cuando los usamos, los huesos también lo hacen. Aunque cualquier actividad física sea buena para la salud general, las actividades con carga como correr, escalar, saltar y caminar resultan particularmente útiles para la formación de hueso. Las fuerzas que estas actividades ejercen sobre los huesos, sobre todo lugares donde se soporta peso, como la columna lumbar, los fortalecen.

En este estudio, los hijos cuyas madres refirieron una mayor actividad física de los pequeños a los 4 y 6 años de edad habían alcanzado una mayor DMO a los 6 años de edad (solo los niños). La actividad física de los pequeños de 6 años también se midió con una pulsera deportiva. Los niveles más altos de actividad física medidos con la pulsera deportiva (actividad física general y tiempo dedicado a la actividad física moderada o vigorosa) se asociaron con una mayor DMO en todo el cuerpo y en la columna lumbar en los niños y solo en la columna lumbar en las niñas.

El consumo de productos lácteos y la AF [actividad física] parecen revestir la misma importancia para la DMO en la infancia». – Bielemann y cols., 2018.

Los autores concluyeron que la mayor ingesta de productos lácteos y el mayor nivel de actividad física de niños de 4 a 6 años de edad se asociaban con una mayor DMO a los 6 años de edad. Los alimentos lácteos y la actividad física parecen ejercer sus efectos sobre la DMO de manera independiente, dicen los autores.

Para más información: leer el artículo original.
Fuente: Bielemann RM, Dos S Vaz J, Domingues MR et al. Are consumption of dairy products and physical activity independently related to bone mineral density of 6-year-old children? Longitudinal and cross-sectional analyses in a birth cohort from Brazil. Public Health Nutr. 2018;21:2654-2664
24 Dic 2018
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Conferencias internacionales El yogur, un alimento rico en nutrientes

Por qué el yogur con fruta es la combinación perfecta

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El Simposio YINI se celebró en Madrid el 25 de octubre de 2018 en el marco del IV Congreso Mundial de Salud Pública y Nutrición (Nutrimad 2018).  Este simposio científico reunió a renombrados científicos de la nutrición para debatir el papel del yogur en la alimentación saludable en los niños.

Vivimos en un ambiente obesogénico, y las dietas hiperenergéticas pobres en nutrientes exacerban los riesgos de enfermedades cardio-metabólicas como la diabetes  tipo 2, la dislipidemia, las enfermedades cardiovasculares y el síndrome metabólico. De hecho, la mala alimentación ha superado al consumo de tabaco como principal factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares en muchos países. Las enfermedades relacionadas con la dieta son en gran medida prevenibles y controlables, y muchos de los hábitos de vida se aprenden en la infancia.

En esta excelente presentación, el Dr. André Marette, profesor de medicina de la Universidad Laval, presentó la necesidad de intervenciones eficaces que ayuden a corregir las dietas y conductas poco saludables en la infancia, e hizo hincapié en que los gobiernos deben garantizar el acceso de los niños a alimentos sanos y nutritivos.

Luego explicó que el consumo de lácteos a largo plazo aporta nutrientes esenciales para un crecimiento y desarrollo adecuado y para el mantenimiento de un patrón alimentario saludable así como la prevención de enfermedades cardio-metabólicas.

¿Por qué el yogur?

El Dr. Marette compartió las razones principales por las que el yogur es importante para la nutrición de los niños:

  • El yogur es un alimento rico en nutrientes, que contiene una combinación de nutrientes importantes para el crecimiento y el desarrollo durante la infancia y la adolescencia.
    • Excelente fuente de yodo, vitamina B12, fósforo, calcio, riboflavina y tiamina para niños y adolescentes.
    • Fuente de folato, magnesio, potasio y selenio
    • Excelente vehículo para el enriquecimiento con vitamina D
  • La nutrición adecuada en estos momentos clave promueve la salud en la edad adulta.
  • La evidencia creciente revela además que el consumo de yogur se asocia a un menor aumento de peso corporal y a un menor riesgo de diabetes de tipo 2 en la vida adulta.
  • Como alimento lácteo fermentado rico en nutrientes, el yogur contiene bacterias vivas y se cree que los subproductos bioactivos de la fermentación proporcionan beneficios adicionales para la salud, tales como favorecer una microbiota intestinal saludable.

Marette destacó que los estudios epidemiológicos no distinguen entre yogur azucarado , artificialmente edulcorado y sin edulcorar, pero muestran asociaciones sistemáticamente favorables, a pesar de la presencia de azúcares añadidos.

Además de su densidad de nutrientes y componentes bioactivos, la virtud del yogur reside en su función como vehículo para una alimentación saludable; los datos del Framingham Heart Study Offspring indicaron que la calidad de la dieta podría ser mayor entre los consumidores de yogur. Aparte de los datos que muestran que el índice DGAI tendía a ser mayor en los consumidores de yogur, comparados con los no consumidores, la ingesta de fibra resultó significativamente mayor en los consumidores de yogur y el consumo de yogur representó el 2 % del consumo energético total.

El yogur puede aumentar el consumo de frutas.

Marette defendió sobre esta base que el yogur puede aumentar el consumo de frutas. El consumo de yogur se ha asociado con un menor aumento de peso y una menor incidencia de diabetes de tipo 2, mientras que las frutas ejercen efectos reductores del riesgo de enfermedad cardiovascular. Por lo tanto, si se comen juntos, pueden surtir beneficios combinados por medio de posibles efectos prebióticos y probióticos.

 

Marette concluye que, a la luz del impacto cardiometabólico positivo de la fruta y el yogur y su asociación con patrones dietéticos saludables, existe suficiente evidencia para justificar una mayor exploración de los posibles beneficios sinérgicos de la ingesta combinada de fruta y yogur para la salud.

Tres mensajes finales

  1. El yogur es rico en nutrientes y se asocia con hábitos de vida saludables y patrones alimentarios en adultos y adolescentes.
  2. El yogur y la fruta combinados pueden ayudar a controlar el peso y reducir el riesgo de padecer síndrome metabólico.
  3. Tanto los productos lácteos fermentados como los alimentos ricos en polifenoles (p. ej., las frutas) se asocian con una mayor diversidad de la microbiota intestinal, un marcador de la salud intestinal y metabólica.

Aplicación dietética práctica

Una parte integral del asesoramiento dietético consiste en ofrecer medios apropiados y sostenibles para mejorar las conductas alimentarias de las personas. La caja de herramientas del dietista incluirá sin duda el fomento del consumo de yogur así como de frutas. La clave es satisfacer las necesidades de nutrientes y proporcionar comidas y aperitivos sabrosos ajustados a las necesidades dietéticas de cada paciente.

El tratamiento y el control de la obesidad, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares suelen exigir una reducción de calorías junto con el aporte de alimentos ricos en nutrientes que cumplan con las recomendaciones dietéticas para fomentar la salud. La sustitución de aperitivos hiperenergéticos con escasez de nutrientes por fruta y yogur podría reducir la ingesta de alimentos obesógenos ricos en calorías. La combinación de yogur y fruta se presta bien a este fin y se puede aplicar de maneras sabrosas y variadas.

 
Síntesis escrita por AzminaRD Govindji MBDA, Nutricionista consultor y dietista certificado

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