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13 Mar 2023
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Dietas saludables Los beneficios de la fermentación

Combatir el acné: los probióticos muestran resultados prometedores

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Nos ha pasado: tenemos una cita importante a la vuelta de la esquina y, justo en ese momento, aparecen los granos. Pero para mucha gente no es cosa de un par de imperfecciones que les estropean el día; el acné les supone algo completamente distinto. Puede causar sufrimiento y dolor justo en la época de la vida en la que más nos preocupa nuestro aspecto.

Felizmente, para los millones de personas víctimas del acné  las perspectivas para su tratamiento está mejorando, cada vez sabemos más sobre qué desencadena este problema crónico y cómo combatirlo. Gracias a nuevas investigaciones, se están desentrañando los complejos procesos que causan el acné y además se está descubriendo la prometedora función de los probióticos para su tratamiento. Estas investigaciones pueden contribuir a explicar por qué el acné se asocia al consumo de leche, pero no de yogur, que contiene bacterias probióticas.

El acné también nos puede afectar en la edad adulta

El acné aparece principalmente cuando las glándulas sebáceas de nuestra piel producen demasiado sebo y esa sustancia bloquea los folículos de la piel, cosa que ocurre sobre todo durante la pubertad.

Lo más probable es que casi todo el mundo desarrolle acné en algún momento de su vida; de hecho, afecta al 50-95 % de los adolescentes de entre 12 y 18 años. Pero no es solo una condición que se sufre durante la juventud, también puede afectar a gente adulta. Según las investigaciones, hasta el 43 % de las personas que sufrieron acné en la adolescencia seguían padeciendolo a los 30-40 años de edad.

El acné está muy relacionado con el estilo de vida occidental y, en concreto, todas las sospechas apuntan a la dieta occidental, que se caracteriza por alimentos procesados, grasas saturadas y azúcares refinados.

¿Cuál es la relación entre los lácteos y el acné?

Una revisión ha puesto en el foco de la investigación la relevancia de los lácteos para desarrollar acné, componente popular de la dieta, cuyos estudios anteriores habían arrojado resultados contradictorios (3, 4 y 5).

Se analizaron datos de 14 estudios y compararon los resultados de las personas que más consumían diversos lácteos con los que consumían menos. Los participantes de estos estudios tenían entre 9 y 30 años (1).

El acné se asocia al consumo de leche, pero no de yogur ni de queso

De acuerdo con los resultados, tanto el consumo de lácteos, como de leche entera, leche baja en grasa y leche desnatada se asociaron a la presencia de acné. Cuanta más leche se consumía, mayor era el riesgo de padecer acné. Cada ración adicional de lácteos, leche entera y leche desnatada aumentaba el riesgo de acné un 83 %, un 13 % y un 26 %, respectivamente.

Esto no era igual en el caso de consumir yogur y queso. En los cuatro estudios en los que se analizaba específicamente el consumo de yogur y de queso, se averiguó que estos productos no se asociaban al acné.

Los autores apuntaron que la ausencia de relación entre el yogur y el queso y el acné podía deberse al proceso de fermentación que requiere su elaboración. En ese proceso es necesario un cultivo iniciador con bacterias que tal vez modifique los componentes de la leche asociados al desarrollo del acné.

«Con los resultados de este metaanálisis, se recomienda el consumo de yogur o queso para evitar la aparición de acné» – Aghasi M, et al, 2019

El eje intestino/piel es crucial en la aparición del acné

Las investigaciones que han tratado esta cuestión se han centrado en los procesos que subyacen al desarrollo del acné y la función de la microbiota humana (los billones de microorganismos que viven en nuestro interior y en torno a nosotros).

En concreto, nuestra microbiota intestinal interactúa de continuo con nuestro sistema inmunitario y nos ayuda a configurar la respuesta inflamatoria, cosa que puede explicar los datos que apuntan la intervención de la microbiota intestinal en diversos trastornos inflamatorios de la piel, como el acné.

La comunidad que forma nuestra microbiota intestinal está muy determinada por lo que comemos. Una dieta con fruta y verduras fomenta una buena mezcla de microorganismos intestinales, pero los alimentos grasos y con un alto índice glucémico se asocian a una microbiota intestinal menos diversa y al aumento de desencadenantes de inflamación. Por eso, no sorprende que nuestra dieta occidental empeore el acné.

Ante estos resultados, en las investigaciones se argumenta que modular la microbiota intestinal tal vez repercuta en el aspecto y la evolución del acné. Y una buena forma de conseguir esa modulación es con probióticos, usados junto con los tratamientos que ya existen para el acné, o incluso en lugar de dichos tratamientos (2).

Resultados prometedores de los probióticos contra el acné

En una revisión de las investigaciones realizadas hasta la fecha, se ha sugerido que, según los análisis de laboratorio, los probióticos tal vez contribuyan a combatir el acné, y en los pocos estudios al respecto que se han llevado a cabo hasta ahora con seres humanos, los probióticos aplicados a la piel y sobre todo los administrados por vía oral, han arrojado resultados prometedores.

Según las investigaciones, los probióticos pueden tener efectos positivos en diversos sentidos. Por ejemplo, los probióticos por vía oral pueden modular la microbiota intestinal generando una respuesta antiinflamatoria y mejorando la función de barrera del intestino. También pueden afectar al factor de crecimiento insulinoide de tipo 1 (IGF-1), una hormona que se cree que interviene en la aparición del acné.

En los análisis de laboratorio se ha demostrado que varias cepas probióticas, incluidas las cepas de Lactobacillus, producen sustancias antimicrobianas que inhiben el crecimiento de la bacteria del acné, Cutibacterium acnes.

Se han hecho los siguientes ensayos con seres humanos:

  • En un estudio temprano se comprobó que añadir al tratamiento antibiótico una mezcla probiótica con cepas de Lactobacillus y Bifidobacterium incrementaba el efecto antiinflamatorio y reducía los posibles efectos adversos del tratamiento antibiótico prolongado (6).
  • En otro estudio, se asociaba el consumo de un probiótico de Lactobacilluspor vía oral durante 12 semanas a una mejora del acné en comparación con el placebo, y también se observó la reducción de la expresión de IGF-1 (7).
  • En otro estudio, se observó un aumento de los niveles de la interleucina 10, antiinflamatoria, tras administrar por vía oral durante 30 días un tratamiento con una mezcla probiótica con cepas de Lactobacillus y Bifidobacterium (8).
  • En un estudio reciente, se evaluó una mezcla de cepas probióticas de Bifidobacterium, LacticaseibacillusLigilactobacillus, junto con extracto de berenjena (Solanum melongena) y Echinacea, administrados por vía oral durante 8 semanas a 114 personas con acné leve o moderado (9). En comparación con el placebo, los síntomas de acné mejoraron y se redujo la tasa de secreción de sebo y la presencia de acnes entre los pacientes tratados con la mezcla probiótica y con el extracto botánico, sobre todo con ambas cosas a la vez.

«Teniendo en cuenta la agresividad de algunos tratamientos de referencia contra el acné, hay que seguir investigando los probióticos como tratamiento alternativo o complementario» – Sánchez-Pellicer P, et al, 2022

Fuentes:

  1. Aghasi M, Golzarand M, Shab-Bidar S, et al. Dairy intake and acne development: A meta-analysis of observational studies Clin Nutr. 2019 Jun;38(3):1067-1075. doi: 10.1016/j.clnu.2018.04.015. Epub 2018 May 8.PMID: 29778512
  2. Sánchez-Pellicer P, Navarro-Moratalla L, Núñez-Delegido E, et al. Acne, Microbiome, and Probiotics: The Gut–Skin Axis. Microorganisms. 2022 Jun 27;10(7):1303.doi: 10.3390/microorganisms10071303.PMID: 35889022

Otras referencias:

3. Burris J, Rietkerk W, Woolf K. Relationships of self-reported dietary factors and perceived acne severity in a cohort of New York young adults. J Acad Nutr Diet 2014;114(3):384e92.

4. LaRosa CL, Quach KA, Koons K, Kunselman AR, Zhu J, Thiboutot DM, et al. Consumption of dairy in teenagers with and without acne. J Am Acad Dermatol 2016;75(2):318e22.

5. Pereira Duquia R, da Silva Dos Santos I, de Almeida Jr H, Martins Souza PR, de Avelar Breunig J, Zouboulis CC. Epidemiology of acne vulgaris in 18-year-old male army conscripts in a south Brazilian City. Dermatology 2017;233(2e3): 145e54.

6. Jung, G.W.; Tse, J.E.; Guiha, I.; Rao, J. Prospective, randomized, open-label trial comparing the safety, efficacy, and tolerability of an acne treatment regimen with and without a probiotic supplement and minocycline in subjects with mild to moderate acne. J. Cutan. Med. Surg. 2013, 17, 114–122.

7. Fabbrocini, G.; Bertona, M.; Picazo, Ó.; Pareja-Galeano, H.; Monfrecola, G.; Emanuele, E. Supplementation with Lactobacillus rhamnosus SP1 normalises skin expression of genes implicated in insulin signalling and improves adult acne. Benef. Microbes 2016, 7, 625–630.

8. Rahmayani, T.; Putra, I.B.; Jusuf, N.K. The Effect of Oral Probiotic on the Interleukin-10 Serum Levels of Acne Vulgaris. Open Access Maced. J. Med. Sci. 2019, 7, 3249–3252.

9. Rinaldi, F.; Marotta, L.; Mascolo, A.; Amoruso, A.; Pane, M.; Giuliani, G.; Pinto, D. Facial Acne: A Randomized, Double-Blind, Placebo-Controlled Study on the Clinical Efficacy of a Symbiotic Dietary Supplement. Dermatol. Ther. 2022, 12, 577–589.

20 Feb 2023
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Intolerancia a la lactosa Preguntas y respuestas

¿Puedes tomar lácteos si eres intolerante a la lactosa?

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La lactosa es el azúcar natural que se encuentra en la leche y en otros productos lácteos. En el intestino delgado, una enzima llamada lactasa puede separar la lactosa en glucosa y galactosa, dos azúcares más simples que el torrente sanguíneo absorbe con facilidad.

¿Qué es la digestión defectuosa de la lactosa? ¿Y la intolerancia a la lactosa?

Cuando de bebés dejamos de tomar el pecho, producimos menos lactasa y digerimos peor la lactosa; a eso se le llama digestión defectuosa de la lactosa o maldigestión de lactosa. La microbiota intestinal descompone la lactosa sin digerir que llega hasta el colon y entonces se forman ácidos grasos volátiles (AGV) y gases. En la mayoría de los casos, los síntomas de esta digestión defectuosa no se notan (1, 2, 3).

Cuando la mala digestión de la lactosa causa síntomas como hinchazón, cólicos, diarrea y flatulencias, recibe el nombre de intolerancia a la lactosa (4).

Intolerancia a la lactosa: ¿tengo que dejar de tomar lácteos?

La mayoría de las personas adultas y adolescentes con un diagnóstico de intolerancia a la lactosa toleran hasta 12 g de esta sustancia con muy pocos síntomas (o incluso ninguno), a ser posible en pequeñas cantidades repartidas a lo largo del día, durante las comidas o al final de ellas (1).

Los distintos productos lácteos contienen diferentes cantidades de lactosa (5). Algunos quesos no tienen nada de lactosa o tienen muy poca ( como el cheddar, provolone, mozzarella, grana padano, camembert, etc.).

El yogur tiene poca lactosa y contiene dos cultivos bacterianos activos que producen lactasa, y esa lactasa a su vez descompone parte de la lactosa del yogur.

Las bacterias de esos cultivos sobreviven al tránsito intestinal y la lactasa que producen ayuda a digerir mejor la lactosa en el intestino delgado. A diferencia de la leche, el hecho de que el yogur sea semisólido facilita la digestión de la lactosa, porque ralentiza su tránsito por el intestino (6).

Fuentes:
(1) Suchy FJ, Brannon PM, Carpenter TO, et al. NIH Consensus Development Conference Statement: lactose intolerance and health. NIH Consens State Sci Statements 2010;27:1–27.
(2) EFSA Panel on Dietetic Products, Nutrition and Allergies (NDA). Scientific Opinion on lactose thresholds in lactose intolerance and galactosaemia. ESFA Journal 2010a;8:1777.
(3) Lukito W, Malik SG, Surono IS, et al. From ‘lactose intolerance’ to ‘lactose nutrition’. Asia Pac J Clin Nutr 2015;24(Suppl 1):S1–8.
(4) Wilt TJ, Shaukat A, Shamliyan T, et al. Lactose intolerance and health. Evid Rep Technol Assess (Full Rep) 2010;(192):1–410.
(5) Rozenberg S, Body JJ, Bruyère O, et al. Effects of dairy products consumption on health: Benefits and beliefs; Calcif Tissue Int 2016;98:1–17.
(6) Savaiano DA. Lactose digestion from yogurt: mechanism and relevance. Am J Clin Nutr 2014;99(5 Suppl): 1251S–5S.
13 Feb 2023
7 min de lectura
Beneficios medioambientales

Los alimentos locales pueden ser clave para lograr una alimentación saludable y sostenible en todo el mundo

dieta mediterránea dietas sostenibles
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Puede que los plátanos verdes, las algas marinas y la pimienta de Tasmania no le gusten a todo el mundo, pero esos alimentos que nos suenan tan exóticos llevan toda la vida formando parte de la dieta de otras personas. Y en esos alimentos tradicionales y de producción local puede estar la clave para conseguir un futuro más saludable y sostenible.

Tanto es así que distintos expertos animan a personas de todo el mundo a volver a sus raíces alimentarias para encaminarse hacia ese futuro más saludable y sostenible.

¿Por qué? Porque en el mundo científico se cree que los patrones alimentarios a base de alimentos locales pueden ofrecer beneficios para la salud similares a los de la dieta mediterránea (DM), la dieta fundamentalmente vegetal que incluye cantidades moderadas de proteína animal, con pescado y lácteos pero pocos alimentos procesados.

Y es muy probable que esta DM desempeñe un papel esencial a la hora de afrontar una de las mayores crisis de salud globales a la que nos enfrentamos hoy en día: las enfermedades crónicas como la diabetes de tipo 2, de algunos cánceres y de las enfermedades cardiovasculares. En los últimos años, la DM ha adquirido mucho protagonismo en la prevención y el tratamiento de estas enfermedades no transmisibles, que suponen más del 70 % de las muertes en todo el mundo.

La DM está muy bien para quienes viven en torno al Mediterráneo, pero ¿qué pasa con las personas de otros sitios con sus propios hábitos alimentarios, estilos de vida y tradiciones? Para esas personas no es práctico seguir una dieta nueva y desconocida, y les resulta más costoso porque los alimentos de la DM no siempre son asequibles en su región. Tiene más sentido que cada país o región abogue por dietas más saludables basadas en alimentos asequibles y disponibles que llevan siglos integrados en su propia tradición.

Nueva estrategia para adaptar un modelo alimentario a las necesidades locales

La Cátedra de la UNESCO de Salud, Educación y Desarrollo Sostenible se ha propuesto afrontar este reto. Como continuación de su proyecto de investigación con el objetivo de extender el alcance mundial de la DM, el grupo de la UNESCO ha desarrollado un modelo alimentario saludable y sostenible que emula las propiedades nutricionales de la DM, pero con implantación local: la dieta «planeterránea».

Para desarrollar este modelo, las personas responsables de la investigación llevaron a cabo una revisión para recopilar datos sobre los hábitos y alimentos tradicionales de las distintas partes del mundo, incluyendo formas de producción, recetas y sus beneficios para la salud. Los distintos países se agruparon en cinco «macroáreas»: América del Norte, América Latina, África, Asia y Australia.

Alimentos locales con beneficios nutricionales parecidos a la DM

En cada macroárea, los investigadores identificaron alimentos locales asequibles, que se pueden conseguir fácilmente y que permiten configurar una dieta que en conjunto tenga propiedades nutricionales parecidas a las de la DM.

Con estos parámetros, elaboraron pirámides nutricionales de alimentos ajustadas a cada macroárea que ofrecieran los mismos beneficios para la salud que la DM  (con procesos de producción igual de respetuosos con el medio ambiente).

Seguramente, el siguiente paso de la investigación sea subdividir las recomendaciones de las macroáreas para tener en cuenta los platos locales de cada país.

El grupo de la UNESCO también explica que se debe seguir investigando para evaluar la sostenibilidad de las pirámides. Hay que comparar las emisiones de gases de efecto invernadero que generan los cultivos locales con las que producen los alimentos que hayan sido transportados varios kilómetros, y se debe incluir en la ecuación la asequibilidad y la repercusión en las economías locales que han de satisfacer la demanda de una población en crecimiento.

La dieta planeterránea: recomendaciones clave por región

Según la UNESCO, estos son algunos pasos sencillos hacia una dieta más saludable y sostenible vivas donde vivas:

América Latina

  • Decídete por alimentos a base de féculas, como la quinoay los plátanos (con un índice glucémico bajo), en lugar de arroz, maíz y patatas (con un índice glucémico elevado).
  • Usa el aguacatecomo fuente principal diaria de grasas.
  • Apuesta por el verde: come por lo menos 2 raciones diarias de verdura.
  • Consume 1 o 2 raciones diarias de fruta: elige frutas como las bayas de huasaíy otras bayas con muchas propiedades antioxidantes.

América del Norte

  • Usa aceite de colzacomo fuente principal diaria de grasas.
  • Come mucha verdura —como mínimo, 2 raciones al día— y por lo menos 3 raciones semanales de legumbres, a ser posible, variedades locales como la okray las judías pintas.
  • Si te apetece un refrigerio, opta por los frutos secos; las nueces de pecánson una estupenda opción.

África Central

  • Elige cereales autóctonos, como el teff (mínimo 2 raciones/día).
  • Usa aceite de moringacomo fuente principal diaria de grasas.
  • Come muchos alimentos de origen vegetal; fruta (1 o 2 raciones/día) y verdura locales (mínimo 2 raciones/día).

Asia

  • Consume más alimentos a base de féculas, como cebadacereales integrales con un índice glucémico bajo sin abusar de otros alimentos a base de féculas con el índice glucémico elevado, como el arroz y los fideos (máximo 2 raciones/semana).
  • Usa aceite de sésamocomo fuente principal diaria de grasas y usa semillas de sésamo para enriquecer las sopas.
  • Come más fruta (1 o 2 raciones/día) y verdura (mínimo 2 raciones/día).
  • Incorpora 2 raciones/semana de fuentes de proteína de origen vegetal, a ser posible, alimentos derivados de la soja.
  • Incorpora 1 ración diaria de algas, sobre todo espirulinawakame.

Australia

  • Usa aceite de macadamiacomo fuente principal diaria de grasas.
  • Come por lo menos 2 raciones/día de fruta y verdura, a ser posible, variedades locales como las ciruelas deDavidson, la pimienta de Tasmania y el dedo de lima.
  • Consume más pescado rico en ácidos grasos poliinsaturados omega 3 (2-3 raciones/semana), a ser posible locales, como el salmón del Atlántico o el barramundi.
  • Las nueces de macadamiason una buena opción de refrigerio (40–90 g/día).

«Parece más fiable —y deseable— que cada país redescubra su propio patrimonio para elaborar un patrón nutricional más saludable basado en sus alimentos tradicionales y locales» – Vetrani C et al, 2022

Para saber más: lee el artículo original.
Fuente: (1) Vetrani C, Piscitelli P, Muscogiuri G, et al “Planeterranea”: An attempt to broaden the beneficial effects of the Mediterranean diet worldwide. Front Nutr. 2022 Sep 2;9:973757.
Otras referencias:
  1. GBD 2019 Diseases and Injuries Collaborators Global burden of 369 diseases and injuries in 204 countries and territories, 1990–2019: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2019. Lancet. 2020;396(10258):1204–22.
  2. Martínez-González MÁ, Hershey MS, Zazpe I, Trichopoulou A. Transferability of the mediterranean diet to non-mediterranean countries. What is and what is not the mediterranean diet. Nutrients. (2018) 9:1226.
  3. Colao A, Vetrani C, Muscogiuri G, et al. “Planeterranean” Diet: extending worldwide the health benefits of Mediterranean Diet based on nutritional properties of locally available foods.J Transl Med. 2022 May 17;20(1):232.
30 Ene 2023
9 min de lectura
Beneficios medioambientales Preguntas y respuestas

¿Qué es un alimento sostenible?

alimento sostenible dieta sostenible
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Desde que apareció el concepto de sostenibilidad en la década de 1990, tanto los gobiernos como la ciudadanía han redoblado sus esfuerzos a todas las escalas para comenzar la transición hacia dietas sostenibles, favoreciendo la producción agroecológica y las redes de producción y consumo justas y locales [1].

Según la EAT-Lancet Commission (2019), cuando pensamos en proteger el medio ambiente, la comida sigue siendo uno de los principales impulsores de cambio y una de las formas de acción más importantes para reducir nuestra huella de carbono [2]. A día de hoy, está claro que nuestro actual sistema alimentario global es insostenible; representa el 30 % de las emisiones de gases de efecto invernadero y el 70 % del uso del agua, genera una enorme pérdida de la biodiversidad [2] y el 49 % del terreno habitable se destina a la agricultura [3].

Seleccionando nuestros alimentos para una dieta sana y sostenible, podemos mejorar no sólo nuestra propia salud, sino también la del planeta. Lo sostenible no son los alimentos en sí, sino la dieta en su conjunto, que puede ser sostenible y saludable.

Decisiones alimentarias sostenibles para una dieta sostenible

Las dietas sanas y sostenibles se definen en torno a cuatro dimensiones [4]:

  • alimentos seguros y con alta concentración de nutrientes, como parte de una dieta saludable y equilibrada;
  • alimentos culturalmente aceptables;
  • alimentos accesibles, asequibles y equitativos.

La producción debe tener poco impacto en el medio ambiente y preservar la biodiversidad y los recursos naturales, a ser posible con sistemas de producción y consumo locales [1].

La mejor forma de lograr un equilibrio entre todos estos aspectos es seguir una dieta variada en la que predominen los alimentos de origen vegetal y reducir el desperdicio de alimentos. Los componentes de nuestra dieta deben proceder de sistemas de producción alimentaria sostenibles, es decir, locales y de temporada [5].

En una revisión cientùifica reciente, se apunta que las dietas flexitarianas y las dietas locales diversificadas (DLD), como la dieta mediterránea o la nueva dieta nórdica, satisfacen las necesidades energéticas y nutricionales de las distintas poblaciones sin necesidad de consumir complementos alimentarios ni de contar con estudios nutricionales. 

Además, aunque hace falta profundizar en la investigación para definir con mayor exactitud las dietas más saludables y sostenibles, es posible que las dietas flexitarianas (sobre todo si incluyen alimentos estacionales de producción local) tengan un impacto más sostenible en el medio ambiente que las dietas occidentales. A las personas que busquen cambiar sus hábitos hacia alternativas más saludables y sostenibles partiendo de las dietas occidentales, les podría resultar más aceptable y fácil de seguir que otras dietas menos diversas como las dietas veganas, vegetarianas o piscivegetarianas.

Saludables y con alta concentración de nutrientes

Un alimento sostenible es seguro, rico en nutrientes y saludable desde el punto de vista nutricional y debe presentar una buena concentración de nutrientes: alto contenido de proteínas y también de fibra y vitaminas.

El grado de concentración de nutrientes se refiere a la «concentración de nutrientes por cantidad del alimento o del aporte calórico de dicho alimento» [6]. Esto se refiere a la cantidad de nutrientes que proporciona una ración de un alimento teniendo en cuenta su aporte de calorías. Un alimento con alta concentración de nutrientes nos proporciona muchos más nutrientes que calorías en relación con las necesidades del organismo.

Elegir alimentos sostenibles como parte de una dieta saludable y variada, como las dietas flexitarianas o DLD, mejoraría nuestro estado general de salud porque reduce la malnutrición y el riesgo de ENT (enfermedades no transmisibles) y de carencias nutricionales, pero también porque satisfacería nuestras necesidades energéticas y nutricionales sin necesidad de acompañamiento nutricional o de suplementos [4, 5].

Contribución a proteger la biodiversidad y preservación de los recursos naturales

Adoptar nuevos hábitos de consumo de alimentos a nivel colectivo e individual permitiría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a los alimentos y proteger los recursos naturales del planeta.

Además, llevar una dieta saludable y sostenible es una manera esencial de limitar y evitar la degradación medioambiental derivada de lo que comemos [4].

Alimentos económicamente accesibles y culturalmente aceptables

Los alimentos sostenibles proceden de cadenas de suministro y distribución responsables en las que se da valor a los circuitos cortos y a la producción estacional y local.

Reducir el transporte de mercancías y alimentos es fundamental para hacer frente al cambio climático que ya está en marcha [5, 8]. Comprar productos que hayan recorrido distancias cortas para su distribución limita el consumo de energía de transporte y además es probable que los alimentos locales tengan un menor coste.

En cuanto a los aspectos socioculturales, las dietas saludables y sostenibles se configuran teniendo presentes la cultura y las tradiciones locales. Deben tenerse en cuenta las herramientas, las prácticas y los valores culinarios, e incluso las creencias religiosas y éticas sobre la forma de producir, preparar y cocinar los alimentos [4, 5].

Cuatro propósitos para una dieta más sostenible

Los alimentos que decidimos consumir pueden afectar al futuro: mitigando el desperdicio de alimentos y eligiendo alimentos más saludables, podemos reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero hasta un 50 % [12, 13]. En nuestro día a día, podemos fijarnos estos propósitos:

  • Reducir el desperdicio doméstico de alimentos. Si entendemos mejor las fechas de caducidad, seguimos un menú semanal planificado y mejoramos las condiciones de conservación de los alimentos, podemos asegurarnos de que consumimos todos los productos que compramos (y nuestro bolsillo también nos lo agradecerá).
  • Priorizar los alimentos de temporada y de producción local [4, 5]. Las frutas y verduras estacionales y de producción local suelen tener pocas calorías, muchas vitaminas (A, C y K), minerales (cobre, manganeso y magnesio) y fibra [9, 10]. Hay que tener presente que la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que se consigue sustituyendo los alimentos de origen animal por alimentos de origen vegetal se compensa con el impacto medioambiental que supone transportar frutas y verduras fuera de temporada desde cualquier parte del mundo, sobre todo en avión [5]. Por eso es importante respetar la estacionalidad de los productos y asegurarse de que, en la medida de lo posible, sean de origen local.
  • Limitar el consumo de alimentos ultraprocesados y con azúcares añadidos (las llamadas «calorías vacías»). Estos son alimentos con niveles muy bajos de nutrientes esenciales (proteínas, vitaminas y minerales) y alto contenido en grasas y azúcares que crean un exceso de energía.
  • Añadir más frutos secos, semillas, judías, legumbres y brotes a la dieta. Los frutos secos y las semillas destacan por su contenido de proteínas, vitamina E y grasas poliinsaturadas. La FAO subraya la importancia de aumentar el consumo de frutos secos y semillas [4]. Los otros cuatro alimentos, sin embargo, aunque aportan varios beneficios nutricionales y un bajo nivel de energía, se consideran alimentos que, cuando se cultivan en zonas de clima seco, sobre todo en EE. UU. [11], solicitan mucha irrigación. Por lo tanto, hay que consumirlos de forma razonable teniendo en cuenta su origen y forma de producción. Las judías, las legumbres y los brotes son fuentes de proteína de origen vegetal y favorecen el enriquecimiento del suelo con nitrógeno para la recuperación del terreno en el que se cultivan [9].
Referencias:
  1. Burlingame B, Dernini S. Sustainable diets and biodiversity: Directions and solutions for policy, research and action. Food and Agriculture Organization. 2010.
  2. Willett W, Rockström J, Loken B, et al. Food in the Anthropocene: the EAT–Lancet Commission on healthy diets from sustainable food systems. Lancet. 2019;393(10170):447-492.
  3. Ritchie H, Roser M. 2019. Land Use. Our World Data.
  4. Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura; Organización Mundial de la Salud (2019). Dietas saludables sostenibles – Principios rectores.
  5. Luis A Moreno, Rosan Meyer, Sharon M Donovan, Olivier Goulet, Jess Haines, Frans J Kok, Pieter van’t Veer, Perspective: Striking a Balance between Planetary and Human Health—Is There a Path Forward?, Advances in Nutrition, 2021; nmab139
  6. Drewnowski A. et al., Nutrient profiling of foods: creating a nutrient-rich food index, Nutrition Reviews, 2008, 66 (1): 23-39
  7. WWF France. Towards a low carbon, healthy and affordable diet. 2018
  8. Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Alimentación y agricultura sostenibles [en línea].
  9. WWF, Future 50 foods. Febrero de 2019.
  10. Randhawa M et al. (2015) Capítulo 18: «Green Leafy Vegetables: A Health-Promoting Source». En: Watson RR (ed.), Handbook of Fertility. Academic Press.
  11. Tom, M.S., Fischbeck, P.S. & Hendrickson, C.T. Energy use, blue water footprint, and greenhouse gas emissions for current food consumption patterns and dietary recommendations in the US. Environ Syst Decis, 2016, 36:92–103
  12. Hallström E, Carlsson-Kanyama A, Börjesson P. Environmental impact of dietary change: a systematic review. J Clean Prod. 2015; 91:1-11.
  13. Aleksandrowicz L, Green R, Joy EJM, et al. The impacts of dietary change on greenhouse gas emissions, land use, water use, and health: a systematic review. PLoS One. 2016;11(11):e0165797.
  14. Keast DR, et al. Associations between yogurt, dairy, calcium, and vitamin D intake and obesity among U.S. children aged 8-18 years: NHANES, 2005-2008. Nutrients. 2015;7(3):1577-93.
  15. Hess J, Rao G, Slavin J. The Nutrient Density of Snacks: A Comparison of Nutrient Profiles of Popular Snack Foods Using the Nutrient-Rich Foods Index. Glob Pediatr Health. 2017 Mar 30;4:2333794X17698525.
  16. Rolls B., The Ultimate Volumetrics Diet, William Morrow, 2012.
  17. Smethers A. & Rolls B., Dietary management of obesity: cornerstones of healthy eating patterns, Med Clin N Am, 2018, 102 : 107-124
02 Ene 2023
4 min de lectura
by YINI Editorial team
Prevención de la diabetes

Un yogur al día podría mantener la diabetes a raya

diabetes de tipo 2
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Mientras hundes con gusto la cucharilla en tu yogur, puedes tener la tranquilidad de saber que es bueno para ti gracias a sus numerosos beneficios nutricionales. Y ahora sabemos que, si comes yogur regularmente, es menos probable que desarrolles diabetes de tipo 2, que se asocia fundamentalmente a una dieta no equilibrada y un estilo de vida sedentario.

Y lo sabemos porque en las investigaciones más recientes se revela que comer yogur y otros lácteos fermentados guarda una relación clara con un menor riesgo de sufrir diabetes de tipo 2 (1).Al parecer, cuanto más yogur se come, menor es el riesgo de desarrollar la enfermedad.

Los alimentos lácteos fermentados mejoran nuestra salud

La cantidad de personas que desarrollan diabetes de tipo 2 se está disparando en todo el mundo a medida que la población global va adoptando la dieta «occidental». Y por eso en el mundo científico se han redoblado los esfuerzos para encontrar soluciones que eviten el riesgo de padecer esta enfermedad, entre ellas, investigar el impacto de los distintos grupos de alimentos en el riesgo de diabetes. Una reciente investigación se centra en los productos lácteos fermentados, como el yogur y el queso, porque se sabe que son alimentos saludables repletos de nutrientes y bacterias probióticas y se cree que contribuyen a nuestra buena salud intestinal y a nuestra salud en general (2).

Los lácteos fermentados se asocian a un menor riesgo de diabetes

La relación entre el consumo de alimentos lácteos fermentados y el riesgo de padecer diabetes de tipo 2 se ha analizado en numerosos estudios clínicos con distintos grupos de población y en diversas condiciones. Esos estudios arrojaron resultados contradictorios, así que, para tener una idea más clara, los investigadores agruparon 15 estudios de gran calidad para hacer un meta-análisis con casi 486 000 participantes y más de 20 000 casos nuevos de diabetes con un período de seguimiento de entre 3 y 17 años. Se evaluó la ingesta de esas personas en su dieta con un cuestionario que reflejaba la frecuencia del consumo de alimentos (1).

Entre los distintos estudios había muchas diferencias en cuanto a los valores que se usaban para comparar el consumo elevado o reducido de lácteos fermentados; se utilizaban tanto el número de raciones como la cantidad de gramos consumidos, desde 1 ración/mes hasta 250 g/día. En términos generales, en el análisis se observó una caída relativa significativa en el riesgo de desarrollar diabetes asociada al consumo más elevado de lácteos fermentados, en contraste con el consumo ocasional o inexistente de este tipo de alimentos (OR: 0,925; IC del 95 %: 0,856-0,999).

El riesgo de diabetes cae cuando se incrementa el consumo de yogur

Se observaron incluso más beneficios con el consumo exclusivo de yogur (y no de otros lácteos fermentados) en comparación con el consumo de todo tipo de lácteos fermentados; cuanto más elevado era el consumo, mayores eran los beneficios.

En palabras de los autores, estos resultados van en la línea de otras investigaciones anteriores donde se apuntaba que las personas que consumían un mínimo de 2 raciones a la semana de yogur presentaban menos riesgos de desarrollar enfermedades cardiovasculares (una complicación habitual de la diabetes) (3).

«Nuestro análisis de los datos acumulados apunta que el consumo de lácteos fermentados guarda una relación significativa con la reducción del riesgo de DM (diabetes) y varía en función de la dosis «

Zhang K, et al. 2022.

Carga global de la diabetes

  • La diabetes es una enfermedad crónica que ha pasado de afectar a 108 millones de personas de todo el mundo en 1980 a 422 millones en 2014 (4).
  • La diabetes es una causa importante de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores.
  • En 2019, la diabetes y la nefropatía diabética causaron alrededor de 2 millones de muertes.

Se sabe que la alimentación saludable, el ejercicio físico regular, el mantenimiento de un peso normal y evitar el consumo de tabaco previenen la diabetes de tipo 2 o retrasan su aparición.

Referencias :

 
19 Dic 2022
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Preguntas y respuestas Prevención de la diabetes

¿Cuál es el beneficio del yogur en la diabetes de tipo 2?

diabetes de tipo 2 yogurt
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La diabetes es un tipo de enfermedad que ha visto aumentar el número de casos diagnosticados en los últimos años.

Hay dos tipos de diabetes:

  • La diabetes de tipo 1: suele afectar a los jóvenes y es una enfermedad autoinmune. En este caso, el organismo «ataca» a las células responsables de la producción de insulina. El tratamiento suele consistir en la prescripción de insulina, una dieta específica y actividades físicas.
  • La diabetes de tipo 2 (T2D): se produce cuando el organismo no puede utilizar correctamente toda la insulina producida o cuando no puede controlar la glucemia
  • Es más común que la diabetes de tipo 1 y generalmente se asocia a hábitos nutricionales desequilibrados. El principio fundamental para controlar la T2D es adoptar un estilo de vida saludable, que incluye una dieta sana, actividad física regular, no fumar y mantener un peso saludable. [1]

¿Cuál es el papel de la dieta en la diabetes de tipo 2?

Los pacientes con diabetes de tipo 2 tendrán que controlar su enfermedad, con apoyos y consejos médicos, actividades físicas regulares y una dieta saludable.

Los productos lácteos, incluido el yogur, forman parte de una dieta equilibrada y tienen efectos positivos para la salud. Además, los estudios han demostrado una interesante asociación entre el consumo de yogur y la reducción del riesgo de desarrollar una diabetes de tipo 2:

  • Un estudio realizado con000 adultos a lo largo de 11 años, mostró una fuerte correlación inversa entre la T2D y el consumo de yogur, en comparación con los no consumidores de yogur (2)
  • Un meta-análisis realizado con 194 519 adultos confirmó el efecto específico del yogur en la reducción del riesgo de T2D (3)

Yogurt consumption is associated wih reduced risk of type 2 diabetes

Un primer enfoque dietético consistiría en proponer el consumo de yogur como tentempié en lugar de otros snacks «poco saludables». Esta sustitución se ha estudiado y se correlaciona con un menor riesgo de diabetes de tipo 2. [2, 4]

¿Cómo puede ayudar el yogur a reducir los riesgos de diabetes tipo 2?

Varios mecanismos biológicos pueden explicar los efectos del consumo de yogur en la reducción de los riesgos de diabetes T2:

  • La ingesta de yogur está relacionada con una menor obesidad, que es un factor de riesgo para la diabetes de tipo 2 [5].
  • Los microorganismos vivos que contiene el yogur influyen en la microbiota intestinal y pueden reducir la inflamación, que está relacionada con la diabetes de tipo 2 [6, 7].
  • El yogur contiene vitamina K-2, que se ha demostrado que está relacionada con la reducción del riesgo de desarrollo de diabetes de tipo 2 [8].
  • El yogur tiene un índice glucémico bajo y, por tanto, no provoca un pico de glucosa en sangre [9].
  • Las proteínas del yogur pueden estimular la secreción de insulina, lo que ayuda a controlar la glucemia [10].

Directrices para las personas que viven con T2D

Las principales recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) son:

  • seguir una dieta sana y equilibrada
  • reducir su peso disminuyendo la ingesta de calorías de los alimentos
  • practicar una actividad física diaria regular y adecuada a sus capacidades físicas
  • evitar el tabaco y el alcohol [1].

Varias asociaciones en el mundo recomiendan consumir tres raciones de productos lácteos al día, incluido el yogur, sin azúcares añadidos [11, 12, 13].

Referencias:
[1] WHO & International Diabetes Federation. Diagnosis and Management of Type 2 Diabetes. 2020.
[2] O’Connor LM, et al. Dietary dairy product intake and incident type 2 diabetes: a prospective study using dietary data from a 7-day food diary. Diabetologia. 2014;57:909–17
[3] Chen M, et al. Dairy consumption and risk of type 2 diabetes: 3 cohorts of US adults and an updated meta-analysis. BMC Med. 2014;12:215.
[4] Díaz-López A, et al. Dairy product consumption and risk of type 2 diabetes in an elderly Spanish Mediterranean population at high cardiovascular risk. Eur J Nutr. 2016;55:349–60.
[5] Martinez-Gonzalez M.A. et al.Yogurt consumption, weight change and risk of overweight/obesity: The SUN cohort study. NMCD. 2014;24(11):1189-1196.
[6] Pei R, et al. Low-fat yogurt consumption reduces biomarkers of chronic inflammation and inhibits markers of endotoxin exposure in healthy premenopausal women: a randomised controlled trial. Br J Nutr. 2017;118:1043–51.
[7] Wen L, Duffy A. Factors influencing the gut microbiota, inflammation, and type 2 diabetes. J Nutr. 2017;147:1468S–75S.
[8] Beulens JWJ, et al. Dietary phylloquinone and menaquinones intakes and risk of type 2 diabetes. Diabetes Care. 2010; 33(8):1699-705.
[9] Wolever TM. Yogurt is a low-glycemic index food. J Nutr. 2017;147:1462S–7S.
[10] Pasin G, Comerford KB. Dairy foods and dairy proteins in the management of type 2 diabetes: a systematic review of the clinical evidence. Adv Nutr. 2015;6:245-59.
[11] American Diabetes Association (website). What can I eat?
[12] Canadian Diabetes Association (website). Basic meal planning.
[13] Diabetes UK (website). Eating with diabetes.
12 Dic 2022
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Beneficios medioambientales Dietas saludables

La reformulación de alimentos procesados: una perspectiva nueva para conseguir dietas saludables y sostenibles

Nutrient density sustainable diet
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Según los científicos, el procesamiento y la formulación de los alimentos pueden ser determinantes para lograr dietas saludables y sostenibles para personas de cualquier parte del mundo (1).

Según esta investigación, es hora de reconsiderar las ideas que tenemos en torno a los alimentos procesados. Es un hecho que los alimentos procesados pueden adaptarse para favorecer una vida sostenible, ayudándonos a tener una alimentación más saludable, más segura, más asequible y más práctica, contribuyendo incluso a proteger el planeta.

Aunque el consumo de alimentos frescos no procesados es esencial para tener buena salud, estos científicos afirman que la reformulación de alimentos procesados para reducir sus ingredientes poco sanos, y también su enriquecimiento para aumentar el contenido de nutrientes saludables, pueden mejorar la calidad de nuestra dieta y la seguridad alimentaria en general.

Por ejemplo, la conservación de alimentos mediante formas de procesamiento garantiza la seguridad alimentaria y retrasa su fecha de caducidad, de manera que tiramos menos comida si se pone mala y podemos elegir entre distintos alimentos, incluidos los de producción local, aunque estén fuera de temporada.

Potenciar el equilibrio de nutrientes de los alimentos procesados

La reformulación de alimentos procesados es básica para lograr muchos beneficios. Los avances más recientes en la tecnología de los alimentos se han centrado en reducir la cantidad de grasas, sales y azúcares añadidos de los alimentos procesados.

Mientras tanto, la industria alimentaria se ha dedicado a mejorar la densidad nutricional de estos alimentos añadiéndoles proteínas, fibra y micronutrientes. Añadir cereales integrales, fruta, frutos secos, semillas y otros ingredientes deseados como los productos de fermentación mejora también la calidad de los alimentos transformados.

El valor nutricional no lo es todo: el sabor también cuenta

Cuando vamos a comprar comida, el sabor, el coste y la comodidad suelen tener más importancia que el contenido de nutrientes. A los consumidores no suelen interesarles productos modificados que sean más saludables pero sepan peor y cuesten más dinero. Por eso, el mundo científico y el sector de la industria alimentaria, además de afrontar los desafíos técnicos que supone la tecnología de reformulación de los alimentos, tienen que tratar de conservar las cualidades sensoriales del producto, mantener su precio, contemplar la huella medioambiental del producto y garantizar que sea seguro.

Satisfacer las necesidades nutricionales de la población de todo el mundo

Dejando a un lado los desafíos técnicos, la reformulación de alimentos procesados para mejorar su calidad nutricional puede contribuir mucho a ofrecer dietas saludables y sostenibles a la población mundial.

Según los principios rectores de la OMS y de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, para que una dieta sea sostenible debe ser saludable y asequible, tiene que adaptarse a los hábitos alimentarios regionales y locales y debe encajar con los límites del planeta (2).

Gracias al proceso de enriquecimiento, los alimentos procesados pueden contribuir a minimizar las desigualdades en el acceso a la comida, proporcionar una densidad nutricional asequible en cualquier parte del mundo y mantener un suministro de alimentos estable que tenga la solidez suficiente para resistir en situaciones de emergencia y desastres.

Los responsables de la investigación consideran que, si reman en la misma dirección, los organismos de salud pública, la industria alimentaria y los consumidores mejorarán la calidad y la aceptabilidad de los alimentos procesados en el futuro.

«…los alimentos procesados enriquecidos proporcionan una densidad nutricional asequible, contribuyen a minimizar las desigualdades en el acceso a la comida y garantizan la seguridad alimentaria» – Drewnowski A, et al. 2022.

Procesamiento y (re)formulación de los alimentos: ¿qué diferencia hay?

El procesamiento y la (re)formulación de los alimentos son dos conceptos diferentes.

  • El procesamiento de los alimentostiene el objetivo de transformar productos agrícolas perecederos en alimentos y bebidas que puedan consumir las personas (por ejemplo, mediante la pasteurización, la fermentación o el ahumado). El procesamiento de los alimentos contribuye a la estabilidad del suministro alimentario.
  • La reformulación de los alimentosconsiste en mejorar la calidad nutricional de los alimentos procesados y enriquecerlos con nutrientes, vitaminas y minerales para hacer que la densidad nutricional sea asequible.
Para saber más: lee el artículo original.
Fuente: (1) Drewnowski A, Detzel P, Klassen-Wigger P. Perspective: Achieving Sustainable Healthy Diets Through Formulation and Processing of Foods. Curr Dev Nutr. 2022 Apr 30;6(6):nzac089. doi: 10.1093/cdn/nzac089.
Otras referencias:
(2). FAO, OMS. Dietas saludables sostenibles – Principios rectores. 2019.
(3). Kennedy ET, Buttriss JL, Bureau-Franz I, Klassen Wigger P, Drewnowski A. Future of food: innovating towards sustainable healthy diets. Nutr Bull. 2021;46(3):260–3.
(4). Gressier M, Sassi F, Frost G. Healthy foods and healthy diets. How government policies can steer food reformulation. Nutrients. 2020;12:1992.
(5). Reardon T, Tschirley D, Liverpool-Tasie SLO, Awokuse T, Fanzo F, Minten B, et al. The processed food revolution in African food systems and the double burden of malnutrition. Glob Food Sec. 2021;28:100466.
21 Nov 2022
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Los beneficios de la fermentación Niños Salud intestinal y microbiota

Yogures con probióticos específicos para tratar problemas de salud infantil

adolescentes children infancia probióticos probiotics yogurt
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En un futuro, los supermercados podrían estar repletos de yogures y leches fermentadas probióticas «de diseño» con un proceso de elaboración específico para tratar distintos problemas de salud infantil.

Los padres podrían elegir para sus niños y niñas, un tipo de yogur u otro en función de su edad, afirman los científicos.

A juzgar por los autores de una revisión científica sobre el consumo infantil de yogur, este alimento, como parte de nuestra alimentación cotidiana, alberga posibilidades fascinantes para potenciar nuestra salud y nuestro bienestar y, esto, desde la más tierna infancia (1).

El yogur es un alimento fácil de conseguir y por lo general asequible, y a la mayoría de los niños y las niñas les gusta. Además, tiene muchos nutrientes, tanto macronutrientes como micronutrientes. En el marco de una dieta equilibrada, es un alimento estupendo que ayuda a cubrir las ingestas recomendadas de nutrientes, como la del calcio. Pero los autores de la publicación, van más lejos, clasificándolos incluso como medio perfecto para adquirir probióticos que pueden potenciar la salud.

«Fomentar el consumo de yogur como tentempié o postre saludable, puede contribuir a alcanzar la ingesta recomendada de nutrientes y seguir patrones alimentarios más saludables en la infancia y la adolescencia». – Fiore G, et al, 2022.

Los probióticos del yogur tienen distintos efectos sobre la salud

El yogur se hace fermentando leche con dos cultivos iniciadores a base de bacterias: Streptococcus thermophilus y Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus. Estas bacterias vivas tienen propiedades probióticas, es decir, que son beneficiosas para la salud cuando se consumen en cantidades suficientes. Muchos productos relacionados con el yogur contienen también otras cepas bacterianas que se añaden para brindar otros potenciales beneficios para la salud.

Los autores del artículo creen que añadir tipos específicos de bacterias probióticas a los cultivos habituales de yogur puede traducirse en distintos beneficios para la salud en función de la cepa bacteriana que se haya añadido. Por ejemplo, los efectos del yogur sobre las enfermedades infecciosas, gastrointestinales y de tipo atópico en la infancia se han atribuido a las distintas cepas probióticas utilizadas en cada caso.

La salud durante la infancia repercute en enfermedades a lo largo de la vida

Según los autores del artículo, el consumo de yogur puede ayudar a prevenir tanto enfermedades infantiles como problemas a largo plazo, como la diabetes y las cardiopatías, porque la infancia es un momento de susceptibilidad durante el que la dieta puede influir en el riesgo de desarrollar este tipo de enfermedades a largo plazo. Por ejemplo, el peso y el perfil metabólico durante la infancia repercuten mucho en el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares en momentos posteriores de la vida. El consumo de yogur en esta etapa vital se asocia a menores índices de obesidad y de enfermedades cardiovasculares, aunque, en palabras de los autores, todavía no se comprende del todo la causa de dicha asociación.

Los beneficios del yogur para la salud varían según la edad

Para saber más sobre los posibles efectos del consumo de yogur sobre la salud en los distintos grupos de edad, los autores del artículo revisaron las investigaciones publicadas durante los últimos 25 años con personas de hasta 18 años.

De esta forma averiguaron que el consumo habitual de yogur se asocia a diversos beneficios para la salud infantil.

Hasta los 3 años

Según las investigaciones, determinados yogures o alimentos probióticos a base de leche fermentada pueden asociarse a:

  • menores índices de diarrea cuando se les añaden otros probióticos como Lactobacillus (Lb) casei, que puede modular el sistema inmunitario (2);
  • menor riesgo de enfermedades infecciosas comunes e infecciones del aparato urinario entre criaturas en edad preescolar con una bebida láctea prebiótica que contenga Lb caseiLb rhamnosus;
  • menor riesgo de enfermedades atópicas durante la etapa de la alimentación complementaria y la primera infancia (3).

Infancia y adolescencia

El consumo habitual de yogur puede asociarse a:

  • una dieta de mejor calidad, con más alimentos saludables como frutas y verduras, más fibra vegetal y menos cantidad total de grasas en comparación con quienes no toman yogur;
  • un menor índice de episodios de diarrea grave cuando se añaden probióticos al yogur;
  • menor riesgo de obesidad entre niños y niñas en edad escolar (4).

«La manipulación no invasiva de la composición de la microbiota intestinal mediante el consumo de yogur y de probióticos durante la lactancia y la primera infancia es una forma interesante de afrontar la obesidad infantil». – Fiore G, et al, 2022.

¿Cómo actúa el yogur de forma benéfica para la salud?

Según las investigaciones, lo más probable es que el yogur brinde sus beneficios para la salud modificando la microbiota intestinal (la comunidad de microbios que viven en nuestro intestino), lo que a su vez seguramente repercuta en nuestras respuestas inmunitarias. No se sabe a ciencia cierta cómo tiene lugar este proceso en la infancia, pero los autores del artículo creen que tal vez sea posible modular la microbiota intestinal utilizando diferentes cepas de probióticos del yogur y conseguir así beneficios específicos para la salud.

Habría que seguir investigando para descubrir los distintos efectos de cada cepa y cómo interactúan con el sistema inmunitario infantil para lograr los efectos deseados en cada caso.

Según los autores del artículo, una vez que conozcamos los efectos sobre la salud de cada cepa, se podrían añadir determinadas cepas probióticas al yogur estándar para potenciar la salud infantil.

[Aumentar el consumo de yogur] «es un objetivo deseable durante la edad pediátrica: se traduce en mejores hábitos nutricionales que, a su vez, pueden repercutir en los parámetros cardiometabólicos y de obesidad». – Fiore G, et al, 2022.


Para saber más:


Fuente: (1) Fiore G, Di Profio E, Sculati M.et al. Health effects of yogurt consumption during paediatric age: a narrative review. Int J Food Sci Nutr. 2022.
Otras referencias:
(2) Cazorla SI, Maldonado-Galdeano C, Weill R, De Paula J, Perdig_on GDV. 2018. Oral administration of probiotics increases paneth cells and intestinal antimicrobial activity. Front Microbiol. 9:736.
(3) Donovan SM, Rao G. 2019. Health benefits of yogurt among infants and toddlers aged 4 to 24 months: a systematic review. Nutr Rev. 77(7):478–486.
(4) Hobbs DA, Givens DI, Lovegrove JA. 2019. Yogurt consumption is associated with higher nutrient intake, diet quality and favourable metabolic profile in children: a cross-sectional analysis using data from years 1-4 of the National diet and Nutrition Survey, UK. Eur J Nutr. 58(1):409–422
07 Nov 2022
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Los beneficios de la fermentación Preguntas y respuestas

¿Puede el yogur ser benéfico en caso de diarrea?

diarrea probióticos
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La diarrea se define como «la evacuación de tres o más heces anormalmente sueltas o acuosas en las últimas 24 horas«. Una diarrea persistente o crónica es «un episodio de diarrea que dura más de 14 días» [1].

¿Qué dieta seguir en caso de diarrea?

Según la Organización Mundial de Gastroenterología, la ingesta de alimentos debe continuar durante un episodio de diarrea y es importante mantenerse bien hidratado. Las recomendaciones son:

  • Comer frecuentemente y en pequeñas porciones a lo largo del día, sobre todo en el caso de los bebés y los niños pequeños. Los bebés necesitan ser amamantados o alimentados con biberón con mayor frecuencia.
  • Preferir alimentos mixtos ricos en energía y micronutrientes (cereales, huevos, carnes, frutas y verduras)
  • Aumentar la ingesta de energía según se tolere después del episodio diarreico
  • Evitar los zumos de frutas [1].

El consumo de leche puede agravar la diarrea. En efecto, durante el episodio de diarrea, la enzima lactasa suele ser menos segregada, lo que provoca una digestión difícil de la lactosa contenida en la leche [2].

Sin embargo, a diferencia de la leche, el yogur está recomendado en caso de diarrea porque la lactosa que contiene es parcialmente digerida por los cultivos bacterianos. [3]

¿Cómo puede el yogur ayudar a prevenir y tratar la diarrea?

Algunas leches fermentadas contienen probióticos (microorganismos que han demostrado aportar un beneficio para la salud).  Gracias a la presencia de estos microorganismos, las leches fermentadas probióticas pueden desempeñar un papel en la prevención y el tratamiento de la diarrea. De hecho, al modular la microbiota intestinal, estos microorganismos podrían ayudar a proteger el intestino de enfermedades gastrointestinales, como el síndrome del intestino irritable, la diarrea infecciosa y la gastroenteritis alérgica [4]. Sin embargo, es necesario investigar más sobre cómo los probióticos de los alimentos pueden ayudar, tratar y prevenir los síntomas de esas enfermedades.

En un estudio de intervención en el que se compararon varias dietas en niños con diarrea persistente, los datos mostraron que los niños que llevaban una dieta basada en yogur tuvieron una reducción significativa de la producción de heces y de la duración de la diarrea [5].

Otro estudio demostró que el consumo de yogur era un método eficaz para reducir la incidencia de la diarrea asociada a los antibióticos (DAA) en niños (de 1 a 12 años) [6]. En personas mayores, no se ha demostrado la prevención de la DAA mediante el yogur estándar o la leche fermentada [7].

Las directrices de la Organización Mundial de Gastroenterología recomiendan que el yogur contenga ciertas cepas de probióticos para prevenir la diarrea, como la asociada a Clostridium difficile. Las mismas directrices precisan que el yogur también previene los síntomas de la mala digestión de la lactosa. [8]

Referencias:
[1] Farthing M, et al. World Gastroenterology Organisation Guideline: Acute diarrhea in adults and children: a global perspective. J Clin Gastroenterol. 2013;47(1):12-20.
[2] Saunders N and Friedman JN. Lactose avoidance for young children with acute diarrhea. Paediatr Child Health. 2014;19(10):529-530.
[3] Lorenzo Morelli, et al. Lactose Intolerance: Clinical Symptoms, Diagnosis and Treatment. Global Diabetes Open Access Journal. 2019;1(1); 1-10
[4] Goulet O. Potential role of the intestinal microbiota in programming health and disease. Nutr Rev. 2015;73(Suppl 1): 32–40.
[5] de Mattos AP, et al. Comparison of yogurt, soybean, casein, and amino acid-based diets in children with persistent diarrhea. Nutr Res. 2009;29:462–9.
[6] Fox MJ, et al. Can probiotic yogurt prevent diarrhoea in children on antibiotics? A double blind, randomised, placebo-controlled study. BMJ Open. 2015;5:e006474
[7] Velasco M, et al. Probiotic yogurt for the prevention of antibiotic-associated diarrhea in adults: a randomized double-blind placebo-controlled trial. J Clin Gastroenterol. 2018; Nov 14.
[8] Guarner F, et al. World Gastroenterology Organisation Global Guidelines: Probiotics and prebiotics. February 2017.
31 Oct 2022
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Conferencias internacionales

Simposio «Eating to protect our health and our planet» dentro del marco del congreso ICN 2022

dieta sostenible y saludable ICN
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Ya falta menos para nuestro próximo simposio…. Te invitamos a participar de esta conferencia que tendrá lugar en el marco del 22º IUNS – Congreso Internacional de Nutrición, que se celebrará en Tokio, Japón, en diciembre del 2022.

Una alimentación que proteja nuestra salud y nuestro planeta («Eating to protect our health and our planet»)

Fecha: Jueves 8 DE DICIEMBRE DE 2022, de 09:00 a 10:30 (hora local de Tokio)

Foro Internacional de Tokio – Sala 7 (Pabellón D7)

El simposio se celebrará en el Foro Internacional de Tokio bajo el lema: Prácticas de cultura alimentaria y educación a la nutrición ( Food Culture Practices and Nutrition Education)

IUNS ICN 2022 Eating to protect our health and our planet - program short

Programa:

  • Introducción – Prof. Sharon Donovan, PhD, RD (Presidenta, Universidad de Illinois, Urbana-Champaign, USA)
  • Crear un futuro alimentario sostenible – Dra. Janet Ranganathan, PhD, MsC (The World Resources Institute, Washington DC, USA)
  • Equilibrar la adecuación nutricional y la sostenibilidad medioambiental: ¿qué podemos aprender de los estudios de modelización? – Prof. Frans KOK, PhD (División de Nutrición Humana, Universidad de Wageningen, Países Bajos)
  • Intervenciones familiares para promover dietas saludables sostenibles – Dr. Jess Haines, PhD, RD (Guelph Family Health Study, University of Guelph, Canadá)
  • Discusión
  • Resumen y conclusión – Prof. Olivier Goulet, PhD, MD (Presidente de la División de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, Hôpital Necker Enfants Malades, Université Paris-Descartes, Francia).