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17 Dic 2018
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Alimentos, patrones alimentarios y desarrollo de la obesidad infantil: síntesis y presentación

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El Simposio YINI se celebró en Madrid el 25 de octubre de 2018 en el marco del IV Congreso Mundial de Salud Pública y Nutrición (Nutrimad 2018).  Este simposio científico reunió a renombrados científicos de la nutrición para debatir el papel del yogur en la alimentación saludable de los niños.

El Prof. Luis A. Moreno profesor de Salud Pública y coordinador del grupo de investigación GENUD (Crecimiento, Ejercicio, Nutrición y Desarrollo) de la Universidad de Zaragoza (España).  En su presentación inicial revisó los datos sobre los hábitos alimentarios y los patrones dietéticos en la infancia, destacando la asociación del consumo de yogur con la mejora de los resultados de salud.

Obesidad en la infancia

Las tasas de obesidad en la infancia siguen siendo motivo de preocupación, tanto en los países desarrollados como en aquellos en vías de desarrollo. Se sabe que el sobrepeso y la obesidad durante la infancia aumentan el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles a una edad más temprana. Los datos actuales indican que las tasas más altas de obesidad infantil en Europa se dan en los países del sur de Europa; Chipre, Grecia, Italia y España cuentan con tasas de obesidad que oscilan entre el 14 y el 21 %, mientras que en los países del norte de Europa lo hacen entre el 5 y el 12 %.

Las causas de la obesidad son complejas y multifactoriales, y los factores ambientales y genéticos, así como el estilo de vida, desempeñan un papel fundamental.  Ningún nutriente se ha relacionado inequívocamente con el desarrollo de sobrepeso y obesidad en la infancia, y la investigación indica que los factores que contribuyen a la obesidad están interrelacionados; los alimentos, los patrones dietéticos y los hábitos alimentarios desempeñan todos ellos un papel clave. Algunos estudios observacionales recientes se han centrado en estas relaciones para establecer pautas claras de salud pública que reduzcan el riesgo de obesidad infantil.

Alimentos

Productos lácteos

En estudios observacionales sobre la importancia de los grupos de alimentos en relación con el riesgo de obesidad infantil se ha detectado una asociación positiva entre el consumo de productos lácteos y un riesgo menor de obesidad. Los niños que consumen productos lácteos tienden a tener valores más bajos de IMC, pliegues cutáneos y circunferencia de la cintura.  En la investigación de Zhu y cols. (2015) se utilizaron los datos de NHANES para analizar los productos lácteos con más detalle y se halló que el consumo de yogur se asociaba significativamente con un menor riesgo de obesidad, así como con una mejora de los marcadores metabólicos (diapositiva 15).

Metabolic profiles of US children aged 2–18 years by yogurt consumption status: NHANES 2003–2006

 

El yogur es un alimento rico en nutrientes y a menudo se consume con otros alimentos saludables, como la fruta, por lo que tiene un impacto positivo en la calidad de la alimentación infantil.

Azúcar añadido

Los azúcares libres o añadidos, especialmente en forma de bebidas edulcoradas, incluidas las bebidas carbonatadas y gaseosas y los zumos de frutas, se han identificado como un factor de riesgo potencial para la obesidad infantil y tienen un impacto negativo en la calidad de la dieta. Entre las posibles explicaciones se cita que las bebidas ricas en azúcar añadido reemplazan a bebidas más nutritivas, como la leche, aparte de representar un factor clave en el consumo energético total de la dieta infantil.

Patrones alimentarios

El estudio IDEFICS, un estudio observacional sobre el seguimiento de una dieta mediterránea por niños de ocho países europeos, reveló que esta dieta protectora reduce el riesgo de obesidad en la infancia (diapositivas 19, 20). En este estudio también se observó que el cumplimiento no se relacionaba necesariamente con la residencia en un país mediterráneo, ya que Suecia alcanzó la tasa de cumplimiento más alta, seguida de Italia y Alemania.

En un estudio de Pala V y cols. (2013) se examinaron los patrones alimentarios y el riesgo de padecer sobrepeso/obesidad en la infancia (diapositiva 18).  En este estudio se halló que una dieta rica en vegetales y cereales integrales (que también es una característica de la dieta mediterránea) protegía frente al riesgo de obesidad.

Hábitos alimentarios

Tanto en los estudios longitudinales como en los transversales se ha observado que omitir el desayuno supone un factor de riesgo para el desarrollo de obesidad en la infancia.  En el estudio AVENA (2011) se examinaron cuatro factores de riesgo de los hábitos de vida sobre la grasa corporal de adolescentes españoles y se averiguó que el aumento en el número de las comidas se asociaba negativamente con el riesgo de obesidad y sobrepeso (diapositiva 24).

En el estudio HELENA (Healthy Lifestyle in Europe by Nutrition in Adolescence) se descubrió que cenar en familia protegía frente al riesgo de obesidad en la adolescencia, ya que se asociaba con un menor IMC y con una mejor calidad dietética (diapositivas 29, 30 y 31). Otros estudios también respaldan la importancia de las comidas familiares para aumentar el consumo de alimentos saludables, como frutas y verduras, al tiempo que se reduce el consumo de dulces y bebidas azucaradas.

Discusión

La prevención de la obesidad en la infancia requiere intervenciones sobre la dieta y el estilo de vida. En cuanto a la dieta, en las revisiones sistemáticas se ha comprobado que las recomendaciones de salud pública deben centrarse en los alimentos y los patrones dietéticos, ya que esto ayuda a reducir el riesgo de obesidad mediante la mejora de la calidad de la alimentación infantil y la promoción de conductas alimentarias saludables.

El consumo de yogur se asocia con hábitos alimentarios más saludables y mejores indicadores de salud (IMC y marcadores metabólicos), posiblemente debido a su matriz alimentaria y al hecho de que los consumidores de yogur tiendan a seguir una dieta más nutritiva. Estas asociaciones positivas subrayan que el consumo regular de yogur, junto con las comidas regulares en familia, podría contribuir a la mejora de la calidad de la alimentación infantil y a reducir el riesgo de obesidad y enfermedades crónicas.

Síntesis escrita por Charlotte Debeugny (@debeugny)

Referencias/enlaces adicionales:

10 Dic 2018
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Importancia del desayuno para los niños. ¿Qué papel tiene el yogur?

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El Simposio YINI se celebró en Madrid el 25 de octubre de 2018 en el marco del IV Congreso Mundial de Salud Pública y Nutrición (Nutrimad 2018).  Este simposio científico reunió a renombrados científicos de la nutrición para debatir el papel del yogur en la alimentación saludable de los niños.

Ana María López-Sobaler, del Departamento de nutrición y ciencia de los alimentos de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, España, se centró en la importancia del desayuno.

Importancia del desayuno

La mayoría de los niños no toman suficiente fruta, verdura y cereales integrales. El desayuno ofrece una gran oportunidad para ingerir más alimentos saludables y aumentar el consumo total de nutrientes. La Prof. López-Sobaler subrayó estudios, según los cuales desayunar es esencial tanto para el control del peso como para la mejora de la calidad de la dieta infantil.

Por ejemplo, la Prof. López-Sobaler habló del estudio ALADINO, en el que se incluyó a 10.899 niños españoles de 6 a 9 años. Los resultados de ALADINO mostraron que la omisión rutinaria del desayuno se asociaba a un mayor índice de masa corporal y un mayor porcentaje de obesidad infantil.

En cuanto a la calidad de la dieta, los datos de NHANES (National Health and Nutrition Examination Survey) de los Estados Unidos revelaron que, entre 3443 niños de 2 a 5 años de edad y 5447 niños de 6 a 12 años de edad, quienes se saltaban el desayuno consumían significativamente menos fibra, folato, hierro y calcio. Este estudio, realizado por Ramsay y cols., puso de relieve que los niños que omitían el desayuno consumían casi el 40 % de las calorías diarias entre horas (557 kcal de 1412 kcal) y que 140 kcal de esas ingestas correspondían a azúcares añadidos. Los investigadores concluyeron que «las puntuaciones generales de calidad de la dieta, así como las puntuaciones de las subescalas de fruta, fruta entera, cereales integrales, lácteos y calorías vacías resultaron significativamente mejores en los niños que habían desayunado».

Calidad de los desayunos: ¿mejor con yogur en la mezcla?

Incluir el yogur como parte del desayuno proporciona una serie de ventajas, según la Prof. López-Sobaler. Un desayuno completo debe aportar idealmente el 20-25 % de los requerimientos diarios e incluir lácteos, cereales integrales y fruta en el menú.

Estudio ENALIA

La Prof. López-Sobaler estudió a niños españoles de 6 meses a 17 años de edad en el estudio ENALIA (Encuesta nacional de alimentación en la población infantil y adolescente). Averiguó que 1 de cada 4 desayunos tiene una baja calidad dietética y solo el 4,6 % combina cereales, frutas y lácteos. Un alto porcentaje de los niños y adolescentes en edad escolar seguía una ingesta insuficiente de nutrientes clave como calcio, folato o vitamina D. Señaló que la inclusión del yogur podría marcar una diferencia y mejorar las dietas de los niños españoles.

Densidad de nutrientes

El yogur aporta una serie de nutrientes importantes, como proteínas, calcio, fósforo, magnesio, zinc, selenio, potasio y varias vitaminas del grupo B. El consumo frecuente de yogur también se asocia con una mayor ingesta de fruta y cereales integrales. Cuando el yogur se combina con cereales integrales y frutas, los niños también consumen más fibra, vitamina C, vitamina A, potasio y otros nutrientes esenciales.

Probióticos, prebióticos, simbióticos

Además de la rica variedad de nutrientes contenidos en el yogur, las bacterias vivas del yogur proporcionan beneficios que se extienden más allá de la nutrición. Las cepas vivas de lactobacilos y bifidobacterias contenidas en el yogur son una rica fuente de probióticos. En muchos estudios recientes se ha subrayado la asociación entre una mayor diversidad microbiana y mejores condiciones de salud (menos inflamación y menos riesgo de diabetes tipo 2 y obesidad).

Cuando se añade fruta al yogur, se produce un efecto simbiótico de la fibra (específicamente fructo-oligosacáridos), compuestos fenólicos, vitamina C, antioxidantes y carotenoides contenidos en la fruta. La combinación de yogur y fruta aumenta la supervivencia de los probióticos dentro del tracto gastrointestinal. En combinación, los nutrientes prebióticos de la fruta y los cultivos vivos probióticos contenidos en el yogur generan un efecto simbiótico que fortalece el microbioma del cuerpo y aportan importantes beneficios para el tubo digestivo, el sistema inmunitario y la salud en general.

Mensajes finales de la presentación de la Prof. Ana María López-Sobaler

  • El yogur es un alimento con alta densidad nutricional.
  • Los niños que desayunan consumen dietas con más nutrientes y también tienen una composición corporal más favorable, en comparación con los niños que se saltan el desayuno.
  • Según estudios realizados tanto en Europa como en los Estados Unidos, muchos de los desayunos que consumen los niños poseen una calidad dietética baja.
  • Dado que su consumo se asocia con una mayor ingesta de fruta y cereales integrales, el yogur es un vehículo lógico para mejorar tanto el desayuno como la calidad general de los nutrientes de la dieta infantil.


Fuentes:

  • AECOSAN (Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición). Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Estudio ALADINO 2015: Estudio de vigilancia del crecimiento, alimentación, actividad física, desarrollo infantil y obesidad en España 2015. Madrid, 2016.
  • López-Sobaler AM, Aparicio A, González-Rodríguez LG, Cuadrado-Soto E, Rubio J, et al. Adequacy of Usual Vitamin and Mineral Intake in Spanish Children and Adolescents: ENALIA Study. Nutrients. 2017 Feb 13;9(2). pii:E131.
  • Ramsay SA, Bloch TD, Marriage B, Shriver LH, Spees CK, Taylor CA. Skipping breakfast is associated with lower diet quality in young US children. Eur J Clin 2018 Apr;72(4):548-556. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29367733

Resumen escrito por Connie Liakos, MS, RDN, CSSD, LD, Twitter: @nutritionkids

26 Nov 2018
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¿Puede el yogur ser la base de un desayuno saludable?

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Más que una comida, el desayuno es un «momento»

La noche es el período más largo que pasamos en alimentarnos: el desayuno es literalmente la comida que rompe el ayuno de la noche. Como tal, el momento del desayuno es la chispa inicial que sienta las bases del patrón alimentario para el resto del día. El desayuno nos da la posibilidad de comenzar el día con una comida saludable y nutritiva y, además, es una oportunidad única de conectarnos con los demás y compartir un buen ritual matutino para empezar el día.

4 criterios para preparar un desayuno de calidad

Aunque no exista una definición científica de lo que constituye un desayuno saludable, los expertos han propuesto los siguientes 4 criterios para preparar un desayuno de calidad. A continuación, descubrirá como el yogur los reúne todos.

 

16 Nov 2018
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La matriz de los lácteos; por qué es posible que los productos lácteos tengan un aporte nutricional distinto

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Es bien sabido que los productos lácteos contienen diversos nutrientes importantes para la salud, sobre todo proteínas y calcio. ¿Pero sabía que las diferentes estructuras y texturas de los productos lácteos pueden repercutir en la cantidad de estos nutrientes que llega a la corriente sanguínea? Por eso, los productos fermentados, como el yogur, presentan ciertas ventajas nutricionales con respecto a los lácteos no fermentados. Si se comprende mejor la estructura y la absorción de nutrientes de los lácteos, podría allanarse el camino para desarrollar productos lácteos innovadores que mejoren la situación nutricional de los ancianos y de las personas obesas.

Gran parte de lo que sabemos sobre la alimentación saludable procede de estudios sobre los efectos en la salud de nutrientes aislados (como proteínas, grasas, vitaminas o minerales). Pero ahora sabemos que la relación entre la alimentación y la salud es mucho más compleja. Para empezar, no comemos nutrientes aislados, sino una mezcla de alimentos completos. En distintos estudios se ha demostrado que las diferentes estructuras y texturas de los lácteos pueden determinar cómo de bien digiere y absorbe los nutrientes nuestro organismo.

¿Qué es una matriz de alimentos?

Los lácteos son una mezcla compleja de diversos nutrientes y de otros componentes que, juntos, forman la «matriz de los alimentos». Existen tres tipos principales de matrices de productos lácteos: líquida (leche y algunos tipos de leche fermentada), semisólida (yogur y algunos tipos de queso fresco) y sólida (la mayor parte de los quesos). Según los autores de este artículo, el valor nutricional de los lácteos depende tanto de los nutrientes que contienen como de su estructura.

El efecto de la matriz de alimentos supone que el contenido nutricional de un alimento no predice necesariamente sus propiedades para la salud. El queso es un buen ejemplo: aunque contiene grandes cantidades de grasas saturadas, lo que se asocia a niveles elevados de grasas nocivas en sangre y a cardiopatías, en los estudios no se ha demostrado que el consumo de queso aumente el riesgo de cardiopatía.

¿Qué es la biodisponibilidad?

No todos los nutrientes de los alimentos que comemos se absorben al pasar por el intestino. La biodisponibilidad hace referencia a la proporción de un nutriente que se absorbe, pasa a la corriente sanguínea y queda a disposición del organismo.

Los métodos de procesamiento pueden repercutir en la biodisponibilidad de los nutrientes de los lácteos

Los métodos de procesamiento que se utilizan para fabricar los lácteos que consumimos pueden afectar a la biodisponibilidad de los nutrientes. Cuando se fermenta leche para elaborar yogur o queso, se liberan de las proteínas algunos aminoácidos que se absorben directamente y que mejoran la digestión de proteínas en el intestino. La fermentación también parece aumentar la solubilidad del calcio en el intestino, de manera que se absorbe con más facilidad.

Los productos lácteos más sólidos, como el yogur y el queso, retrasan el tránsito intestinal y se degradan con más lentitud durante la digestión, de forma que los nutrientes se absorben de manera más gradual y es posible que nos sintamos llenos durante más tiempo.

«Se cree que la fermentación láctica hace que se formen nuevos péptidos durante la digestión en el estómago y en el intestino. En comparación con la leche, el yogur también podría retrasar el aporte intestinal de nitrógeno, pero no la absorción final»— Fardet et al, 2018.

La homogeneización de la leche para que la nata no se separe reduce el tamaño de las gotas de grasa. En consecuencia, aumenta la superficie sobre que actúan las enzimas que digieren los lípidos y se liberan más ácidos grasos que pueden absorberse.

Comprender la matriz de los lácteos mejora la nutrición

Según los autores, es preciso analizar el efecto de la matriz de los lácteos con más detenimiento. Estos conocimientos podrían resultar muy útiles. A distintos grupos de personas podrían convenirles más diferentes matrices de lácteos. Por ejemplo, es posible que a las personas mayores les beneficien lácteos que permitan la absorción rápida de altos niveles de nutrientes, mientras que a las personas obesas les convendrían productos que liberasen nutrientes más despacio.

«Según los datos recopilados, los aminoácidos, los ácidos grasos y el calcio presentan una cinética de biodisponibilidad distinta en función de los parámetros fisicoquímicos de estas matrices [de lácteos], incluyendo el grado de compactación, la dureza, la elasticidad, la propoción proteínas/grasas, la proporción P/Ca [fósforo/calcio], el efecto de los fermentos, el tamaño de los glóbulos de grasa y, posiblemente, otros parámetros cualitativos que todavía no se han descubierto»—Fardet et al., 2018

Para saber más: lea el artículo original.
Fuente: Fardet A, Dupont D, Rioux L-E et al. «Influence of food structure on dairy protein, lipid and calcium bioavailability: a narrative review of evidence». Crit Rev Food Sci Nutr. 2018 Feb 2:1-24.
12 Nov 2018
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Dietas saludables

El consumo de yogur y de queso es indicativo de una dieta saludable

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A todos se nos recomienda seguir una dieta mediterránea basada en alimentos vegetales, pescado y productos lácteos fermentados. Esta dieta parece ser parte de la fórmula con la que ha dado la población mediterránea para gozar de una vida larga y saludable. Incluir en esta dieta saludable productos lácteos fermentados, como el yogur y el queso, es una estupenda forma de ingerir bacterias beneficiosas para el intestino y una gran cantidad de proteínas, vitaminas y minerales. Según la evidencia, el queso, en particular, también podría ayudar a reducir los factores de riesgo vinculados a cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.

Los autores de este estudio examinaron los hábitos alimentarios de ancianos con sobrepeso en España que presentaban factores de riesgo que aumentaban sus probabilidades de sufrir un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular. Algunos de estos factores de riesgo cardiometabólicos eran exceso de grasa alrededor de la cintura, hipertensión arterial, hiperglucemia/diabetes de tipo 2, bajos niveles de colesterol «bueno» (colesterol HDL) en sangre o altos niveles de triglicéridos en sangre.

Las personas que consumen yogur y queso siguen una dieta más saludable

Casi todas las personas evaluadas por los autores del estudio consumían al menos algunos productos lácteos fermentados. Las personas que comían yogur o queso con frecuencia tenían una alimentación más sana, en general, que las personas que no consumían este tipo de alimentos habitualmente. Los consumidores habituales de productos fermentados comían más fruta, verdura, pescado, frutos secos y pan integral, y consumían menos pan blanco, galletas y alcohol que los consumidores poco habituales.

«Según nuestros resultados, los consumidores de cantidades elevadas de productos lácteos fermentados seguían una alimentación de mejor calidad y se ajustaban más a la dieta mediterránea que los consumidores situados por debajo de la mediana»— Mena-Sánchez et al., 2018.

¿Afectan los productos lácteos fermentados al riesgo de desarrollar enfermedades?

Los autores descubrieron que el consumo total de yogur y de queso no se asociaba a ninguno de los factores de riesgo de cardiopatías ni de accidentes cardiovasculares.

Tampoco encontraron ninguna relación cuando examinaron el consumo total de yogur, ni, en concreto, de yogur entero o bajo en grasas.

El queso está relacionado con grasas (lípidos) de mejor calidad en sangre

En la población general del estudio, el consumo habitual de queso se asoció a una reducción del 12 % en el riesgo de presentar niveles bajos de colesterol «bueno» (HDL) en sangre. También se relacionó con una reducción del 17 % en el riesgo de presentar niveles elevados de triglicéridos en sangre.

«…las personas en los cuartiles superiores del consumo de queso presentaban una prevalencia inferior de niveles bajos de colesterol HDL e hipertrigliceridemia…»— Mena-Sánchez et al., 2018.

Los autores quieren que se lleven a cabo más estudios para analizar los efectos de los productos lácteos fermentados sobre los factores de riesgo, de manera que sea posible formular recomendaciones alimentarias claras. En su opinión, la prevención de la inflamación tal vez resulte más importante que los niveles de colesterol en sangre para explicar sus beneficios.

Para saber más: lea el artículo original.
Fuente: Mena-Sánchez G, Babio N, Martínez-González MÁ et al. «Fermented dairy products, diet quality, and cardio–metabolic profile of a Mediterranean cohort at high cardiovascular risk». Nutr Metab Cardiovasc Dis. 2018.
25 Oct 2018
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Intolerancia a la lactosa

¿Forma parte el yogur de una dieta sana?

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Sí, naturalmente. Ante todo, una dieta sana ayuda a mantener o mejorar incluso la salud general. Una dieta sana cumple las pautas alimentarias sobre el contenido de macro y micronutrientes.
Organismos nacionales e internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación y las recomendaciones alimentarias para estadounidenses aconsejan el consumo diario de productos lácteos como el yogur.
Varios estudios científicos han dado a conocer que las personas que toman yogur regularmente presentan una alimentación mejor en general, más equilibrada y variada, y cumplen las pautas alimentarias sobre ingesta de nutrientes, frente a aquellas personas que no toman yogur.

Estudios recientes han confirmado que los adultos que toman yogur tienen más probabilidades de mantenerse físicamente activos y menos probabilidad de fumar en comparación con las personas que no toman yogur. Además, las personas que toman yogur conocen mejor la relación existente entre salud y alimentación que aquellas que no lo toman.
Tomar yogur también se asocia con niveles más bajos de triglicéridos circulante, glucosa, y menor presión arterial sistólica y resistencia a la insulina.

El consumo de yogur también podría participar en el control del peso corporal y la homeostasis de energía, ya que los análisis de cohortes han demostrado que las personas que toman yogur regularmente engordan menos con el paso del tiempo que aquellas que no lo toman.

Fuentes:
  • Keast DR, Hill Gallant KM, Albertson AM, Gugger CK, Holschuh NM. Associations between yogurt, dairy, calcium, and vitamin D intake and obesity among U.S. children aged 8-18 years: NHANES, 2005-2008. Nutrients 2015;7:1577-93.
  • Lecerf J-M, Hebel P, Colin J. Positive association between fresh dairy products consumption and healthy eating indexes in french adults (1018.8). The FASEB Journal 2014;28.
  • Martinchik AN, Baturin AK, Peskova EV, Keshabyants EE, Mikhaylov NA. [Yogurt consumption and reduced risk of overweight and obesity in adults]. Voprosy pitaniia 2016;85:56-65.
  • Mistura L, D’Addezio L, Sette S, Piccinelli R, Turrini A. Diet quality of Italian yogurt consumers: an application of the probability of adequate nutrient intake score (PANDiet). International journal of food sciences and nutrition 2016;67:232-8.
  • O’Connor LM, Lentjes MA, Luben RN, Khaw KT, Wareham NJ, Forouhi NG. Dietary dairy product intake and incident type 2 diabetes: a prospective study using dietary data from a 7-day food diary. Diabetologia 2014;57:909-17.
  • Panahi S, Tremblay A. The Potential Role of Yogurt in Weight Management and Prevention of Type 2 Diabetes. J Am Coll Nutr 2016:1-15.
  • Savaiano DA. Lactose digestion from yogurt: mechanism and relevance. Am J Clin Nutr 2014;99:1251S-5S. Wang H, Livingston KA, Fox CS, Meigs JB, Jacques PF. Yogurt consumption is associated with better diet quality and metabolic profile in American men and women. Nutrition research 2013;33:18-26.
  • Wang H, Troy LM, Rogers GT, et al. Longitudinal association between dairy consumption and changes of body weight and waist circumference: the Framingham Heart Study. Int J Obes (Lond) 2014;38:299-305
  • Webb D, Donovan SM, Meydani SN. The role of yogurt in improving the quality of the American diet and meeting dietary guidelines. Nutrition reviews 2014;72:180-9.

22 Oct 2018
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Personas mayores Salud ósea

Los productos lácteos contribuyen a alcanzar una mejor tercera edad

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Es posible que usted se imagine una jubilación larga y bien merecida, pero ¿dónde está la gracia si uno se debilita y no puede disfrutar de todo lo que le gusta? Quizá, la respuesta resida, en parte, en nuestra alimentación. Este estudio reciente corrobora el amplio volumen de evidencia, según la cual el consumo diario de productos lácteos contribuye a mejorar la salud ósea de las personas mayores.

Aunque, a medida que envejecemos sea normal perder algo de masa ósea, ciertas personas pierden la densidad ósea con una velocidad anormalmente rápida, causada por osteoporosis con un mayor riesgo de fracturas. Sin embargo, podemos adoptar medidas para fortalecer los huesos y reducir el riesgo de fracturas en la tercera edad.

Los productos lácteos contienen mucho calcio y es fácil imaginar que, tomando más  lácteos, los huesos deberían mejorar. Esta ha sido una tarea ardua de demostrar. De hecho, en un estudio sueco se proponía que el aumento en el consumo de leche podría incrementar las tasas de mortalidad y de fractura de las personas mayores. En este mismo estudio se detectó que el consumo de productos lácteos fermentados, como cuajada y yogur, se asociaba con un descenso de la tasa de mortalidad y de fracturas. Entonces, ¿qué debemos creer?

Con el foco puesto en la estructura y densidad de los huesos

Los autores de este artículo efectuaron un estudio independiente de hombres y mujeres suecos de 70 años, que realizaban actividad física; examinaron el efecto de los productos lácteos en los huesos para saber si de verdad existían diferencias entre los tipos de productos.

Se realizaron exámenes de los huesos para medir la densidad mineral y también para conocer la estructura interna de los huesos largos del antebrazo y de la pierna (radio y tibia). Los resultados de estas exploraciones de la robustez ósea se compararon después entre grupos de personas que consumían distintos tipos de productos lácteos o ninguno de ellos.

El consumo de leche y de yogur se asocia a huesos fuertes

A pesar de no obtener grandes resultados, el consumo diario de medio vaso de leche o de un  yogur se asoció a una mayor robustez en los huesos. Esta asociación no se vio ligada al consumo de queso. Los autores no analizaron las tasas de fractura, por lo que no se puede saber si la mayor fortaleza de los huesos está relacionada con un menor riesgo de fracturas.

 “….hallamos una asociación positiva débil pero significativa entre el consumo de productos lácteos y las propiedades óseas , fuese cual fuese el tipo de producto lácteo consumido” – Hallkvist y cols., 2018.

Los autores no detectaron ningún efecto negativo de los productos lácteos sobre la salud de los huesos en esta población mayor, lo que coincide con muchos estudios anteriores y proporciona una evidencia tranquilizadora de que, cuantos más productos lácteos se consuman, mejor es la salud de los huesos a largo plazo.

Los autores concluyen que se necesitan más estudios para averiguar si existen asociaciones similares entre el consumo de productos lácteos y la salud de los huesos en otros grupos de edad..

Para saber más: lea el artículo original.
Fuente: Hallkvist OM, Johansson J, Nordström A et al. Dairy product intake and bone properties in 70-year-old men and women. Arch Osteoporos. 2018;13:9.

 

11 Oct 2018
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Beneficios para la salud

Yogur como vector de una alimentacion sana para los ninos

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Los expertos de YINI van a reunirse durante el IV Congreso Mundial de la Salud Pública y de la Nutrición, organizado conjuntamente con el XII Congreso de la Sociedad Espanola de Nutricion Comunitaria (SENC), qué tendrá lugar el 24-27 Octubre 2018 en Madrid.

El tema central de este nuevo coloquio de YINI, organizado el 25 Octubre, de las 5:00 a las 6.30 de la tarde, es “Yogur como vector de una alimentación sana para los niños” con el programa siguiente.

YOGURT AS VEHICLE OF HEALTHY EATING IN CHILDREN

Chairs:
Luis Moreno (University of Zaragoza. Zaragoza. Spain) and Gregorio Varela-Moreiras(CEU San Pablo University. Madrid. Spain)

  • Foods, dietary patterns and obesity development in children  – Luis Moreno (University of Zaragoza. Zaragoza. Spain)
  • Potential health benefits of combining yogurt and fruits  – André Marette (Laval University. Quebec. Canada)
  • Importance of breakfast in children. What role yogurt may have? – Ana María López-Sobaler  (Complutense University of Madrid. Madrid. Spain )

Más informaciones sobre el congreso

11 Oct 2018
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Intolerancia a la lactosa

¿Está relacionada la intolerancia a la lactosa con el estilo de vida o los hábitos alimentarios?

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No. La intolerancia a la lactosa no está relacionada con el estilo de vida, pero sí puede tener relación con los hábitos alimentarios y las variaciones individuales. Ciertas personas pueden digerir la lactosa y otras, en cambio, no.

De hecho, la capacidad de digerir la lactosa (un tipo de azúcar de origen natural que hay en la leche y los lácteos) se debe a la conservación de la enzima lactasa en el intestino, donde la lactosa se convierte en glucosa y galactosa como fuente de energía y para varias funciones. La actividad de la lactasa alcanza su máximo al nacer y disminuye poco a poco después del destete. La actividad de la lactasa puede mantenerse en algunas poblaciones que toman lácteos durante la vida adulta, sobre todo personas de origen caucásico de Europa septentrional (Escandinavia, islas británicas y Alemania) y comunidades concretas de Asia, Sudamérica, Europa meridional y Australia.

La intolerancia a la lactosa se puede producir en personas con mala digestión de la lactosa —menor capacidad para digerir la lactosa— que toman grandes cantidades de lactosa en una sola ingesta (>12 g) o a lo largo del día (>24 g) fuera de las comidas.
La intolerancia a la lactosa es un tipo de mala digestión de la lactosa que termina generando uno o varios de los síntomas siguientes: hinchazón, diarrea y flatulencia.

Se pueden observar síntomas parecidos a los de la intolerancia a la lactosa después de consumir ciertos carbohidratos de cadena corta FODMAP (oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables), los cuales se absorben mal en el intestino delgado.

Las personas con mala digestión de la lactosa, incluidos los intolerantes a la lactosa, pueden tomar productos que tengan lactosa, como lácteos, en pequeñas cantidades. Se recomienda especialmente tomar yogur, ya que el yogur contiene fermentos vivos, Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus y Streptococcus thermophilus, que, según organismos reconocidos, favorecen la digestión de la lactosa del propio yogur en las personas con mala digestión de la lactosa.

Fuentes:
  •  Adolfsson O, Meydani SN, Russell RM. Yogurt and gut function. Am J Clin Nutr 2004;80:245-56. Deng Y, Misselwitz B, Dai N, Fox M. Lactose Intolerance in Adults: Biological Mechanism and Dietary Management. Nutrients 2015;7:8020-35.
  • Eadala P, Matthews SB, Waud JP, Green JT, Campbell AK. Association of lactose sensitivity with inflammatory bowel disease–demonstrated by analysis of genetic polymorphism, breath gases and symptoms. Aliment Pharmacol Ther 2011;34:735-46.
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  • Efsa Panel on Dietetic Products N, Allergies. Scientific Opinion on the substantiation of health claims related to live yoghurt cultures and improved lactose digestion (ID 1143, 2976) pursuant to Article 13(1) of Regulation (EC) No 1924/2006. EFSA Journal 2010;8:n/a-n/a.
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08 Oct 2018
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Los jóvenes con una posición socioeconómica baja consumen menos yogur

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La posición socioeconómica (PSE) baja se ha asociado a menudo con hábitos alimentarios menos saludables, sobrepeso y obesidad en la bibliografía. Aquí, Peggy Drouillet-Pinard y cols. señalan algunas disparidades socioeconómicas en la alimentación de una muestra representativa de niños y adolescentes franceses. Por desgracia, una PSE más baja se asocia a un menor consumo de yogur, frutas y verduras.

Los  jóvenes con una PSE baja consumen menos alimentos saludables

En este estudio intervinieron 574 niños de 3 a 10 años y 881 adolescentes de 11 a 17 años. Para evaluar el vínculo entre la ingesta alimentaria y el nivel socioeconómico se utilizó registro del consumo de alimentos de 7 días y datos de la posición socioeconómica (tipo de ocupación, estudios, ingresos o bienestar de la unidad familiar). Los datos de los niños se analizaron con independencia de los datos de los adolescentes. Los resultados revelaron que tanto los niños como los adolescentes con una PSE más baja consumían una cantidad menor de ciertos alimentos o grupos de alimentos saludables, en comparación con los de una PSE más elevada: así ocurría con las frutas, las verduras y el yogur.

Se necesitan mensajes adaptados a las poblaciones con PSE concretas

En comparación con los niños de una PSE más alta, los de PSE más baja tuvieron una menor ingesta de frutas y verduras, yogures y productos de confitería y una mayor ingesta de alimentos con almidón, carne, leche, bebidas azucaradas y pizzas / sándwiches. Se observaron resultados similares en adolescentes para frutas y verduras, yogures y bebidas azucaradas. Los adolescentes también tenían una menor ingesta de pasteles / repostería y una mayor ingesta de carne procesada y postres lácteos. Ni la ingesta de energía ni la de proteínas se asoció con la PSE. Los adolescentes de una PSE más baja tomaban más carbohidratos y menos lípidos. En general, estos resultados fueron consistentes en los distintos niveles socioeconómicos, pero la diferencia fue más pronunciada dependiendo del nivel educativo del cuidador.

En este estudio se obtuvieron asociaciones fuertes entre el nivel de estudios de la familia y las preferencias alimentarias. El autor subraya la necesidad de enviar mensajes adaptados para ayudar a las familias con menor nivel educativo a adoptar hábitos alimentarios saludables.

Para más información, lea el artículo original.
Fuente: Drouillet-Pinard P et al. Public Health Nutrition 2017;20:870-882