Seis raciones de productos lácteos frescos a la semana, incluido el yogur
El objetivo de este estudio, llevado a cabo por científicos franceses del Instituto Pasteur y del centro de investigación del Hospital de Toulouse, fue determinar si los consumidores de productos lácteos frescos tenían unos hábitos nutricionales y alimenticios específicos. Con este fin, analizaron los registros alimenticios de 986 adultos que participaron en el estudio de la CCAF* de 2010 en Francia. Para ello, los dividieron en cuatro grupos en función de su nivel de consumo de productos lácteos frescos. Aquellos que consumían muchos productos lácteos frescos fueron definidos como «personas que consumían más de 6 raciones de PLF a la semana» (1 ración de PLF = 125 g de yogur o 100 g de queso blanco).
Unos hábitos alimentarios e ingestas nutricionales más favorables entre los consumidores de productos lácteos frescos
Se observaron mayores puntuaciones en la calidad de la dieta y un mejor cumplimiento de las recomendaciones alimenticias francesas en las personas que presentaban un mayor consumo de productos lácteos frescos. De hecho, estas tomaban más fruta, pescado, verduras, frutos secos, agua y fibra, y menos alcohol. Además, presentaban una mejor ingesta de 11 micronutrientes, incluidos algunos que no están muy presentes en este tipo de productos, como la vitamina C y la vitamina B9.
Además, estos mejores hábitos alimentarios, junto con la calidad intrínseca de los productos lácteos frescos, incluidos los cultivos probióticos del yogur, podrían contribuir a los beneficios de estos productos en la salud.