Artículos recientes

19 Nov 2020
2 min de lectura
by
¿Qué es el yogur? Infografías

¿Qué es el Skyr?

fermentación Fermented milk infografia skyr
Related posts
Ver más
Nuestras herramientas
Tabla de contenidos
Tabla de contenidos

Desde hace siglos, las leches fermentadas han aportado nutrientes esenciales a la dieta humana así como beneficios para la salud. Fermentar la leche es de lo más sencillo: basta añadirle fermentos vivos. Por esta razón, existen decenas de recetas populares en todo el mundo. ¿Qué tan distintas son?

Descubra la ciencia detrás del yogur griego, el lassi, el skyr, el laban, el ayran, el kéfir y muchos más. ¿Qué es el Skyr?

La belleza del Skry :¡Espeso pero desnatado!

El skyr es un queso fresco de coagulación ácida elaborado con leche Desnatada. Se somete a un proceso de filtrado intenso que le da una textura densa, tan espesa que es capaz de sostener una cuchara.

Proceso de fermentación

Un skyr de buena calidad debe contener: Streptococcus thermophilus y Lactobacillus delbrueckii ssp. bulgaricus, al igual que el yogur clásico

  • Se alimentan del azúcar de la leche (principalmente lactosa), produciendo ácido láctico y reduciendo el contenido de azúcar, además de bajar el pH, lo que coagula las proteínas de la leche
  • Los lactobacilos producen diacetilo y acetaldehído, dos compuestos aromáticos

Ocasionalmente puede contener: Lactococcus spp & Lactobacillus casei.

YINI - Que es el skyr? - part1

YINI - Que es el Skyr? - part 2 YINI - Que es el skyr? - part 3

09 Nov 2020
4 min de lectura
Beneficios para la salud Dietas saludables

Una herramienta de investigación ayuda a identificar las mejores dietas

calidad nutricional dieta dieta sana dietary guidelines dietas sostenibles guidelines
Related posts
Ver más
Nuestras herramientas
Tabla de contenidos
Tabla de contenidos

Las técnicas de modelación nos enseñan a mejorar el aporte de nutrientes a través de la aplicación de las nuevas guías dietéticas así como a perfeccionar nuestra dieta personal gracias a unos ligeros ajustes.

Muchos países han elaborado guías dietéticas basadas en alimentos (GDBA), en particular de origen vegetal, para que aprendamos a seleccionar los más idóneos y de esta manera mantengamos una buena salud y prevengamos las enfermedades crónicas.

Los modelos matemáticos simulan el impacto de las GDBA en nuestra nutrición. Además, modelan las dietas particulares y facilitan a los investigadores una evaluación de los efectos surtidos por las medidas de optimización dietética basadas en alimentos alternativos.

«La optimización individualizada de la dieta constituye una poderosa herramienta para evaluar la relevancia nutricional de las GDBA actuales y para probar posibles alternativas. – Maillot y Darmon, 2020»

Los autores aplicaron este método para examinar si las GDBA introducidas en Francia en 2017, que fomentan una dieta más vegetariana, aportarían los niveles recomendados de nutrientes.

¿Qué ha cambiado en las GDBA francesas de 2017?

Comparadas con las GBDA  anteriores, las nuevas guías de 2017 han introducido 4 cambios fundamentales:

  • Ofrecen recomendaciones concretas sobre legumbres (p. ej., judías, guisantes, lentejas), fiambres (p. ej., jamón), frutos secos y cereales integrales
  • Fomentan los aceites de colza, avellana y oliva
  • Diferencian entre las aves de corral y otro tipo de carnes
  • Aconsejan reducir el consumo recomendado de productos lácteos de tres a dos porciones diarias

Cómo optimizar las dietas particulares

Los autores extrajeron detalles de la dieta de más de 1.800 personas (dietas observadas) a partir de una encuesta francesa realizada entre 2006-2007. A cada persona se le diseñó una dieta nueva (DP2), adaptada a la nueva GDBA, que contuviera los mínimos cambios posibles en los hábitos alimentarios de esa persona. Asimismo se diseñó otra dieta (DP3), ajustada asimismo a las nuevas GDBA, que incluía tres porciones diarias de productos lácteos en lugar de dos.

Impacto de las GDBA en el valor nutricional

Los hallazgos confirmaron que el valor nutricional general de las dietas DP2 y DP3 era mejor que el de las dietas observadas.

Las dietas optimizadas con el modelo DP2 tenían una menor densidad energética y una mayor densidad de nutrientes que las dietas observadas. Además, la dieta DP2 aportaba una cantidad mayor de casi todas las vitaminas y minerales (insuficientes en la dieta observada).

Sin embargo, el modelo DP3, con la adición diaria de una porción extra de un producto lácteo, se asoció a un aporte significativamente mayor de calcio que la dieta DP2 y las dietas observadas (el aporte resultó insuficiente con el 51 %, 58 % y 16 % de las dietas observadas y las dietas modeladas con DP2 y DP3 respectivamente).

Los productos lácteos son el único grupo de alimentos, cuya frecuencia recomendada a los adultos se ha reducido con respecto a la guía francesa anterior, subrayan los autores. Pese a ello, los productos lácteos aportan, sin ninguna duda, la mayor cantidad de calcio a los franceses, declararon.

«Aplicado al caso francés, estos resultados indican que el cumplimiento de las GDBA actuales, según la interpretación de los modelos examinados, mejoraría la calidad nutricional global de la dieta de los adultos en Francia. Sin embargo, el riesgo de un aporte insuficiente de calcio se elevaría» – Maillot y Darmon, 2020.

Si desea más información: lea el artículo original
Maillot M, Darmon N. Testing the nutritional relevance of food-based dietary guidelines with mathematical optimisation of individual diets. Nutrition Bulletin. 2020;45:175-88.
19 Oct 2020
5 min de lectura
Beneficios medioambientales

Nuestra dieta puede ayudar a proteger los recursos del planeta y, al mismo tiempo, nuestra salud

alimentación saludable GEI sustainable diet
Related posts
Ver más
Nuestras herramientas
Tabla de contenidos
Tabla de contenidos

Mientras contemplamos majestuosos bloques de hielo polar derrumbarse en el mar comenzamos a darnos cuenta de que debemos adoptar medidas de manera urgente para proteger nuestro planeta. ¿Pero cómo?  

En principio, la buena noticia es que, si cambiamos los alimentos que elegimos, podríamos notar la diferencia. Además, contribuiremos a proteger nuestra salud. Lo que queda menos claro, sin embargo, es la naturaleza exacta de tales cambios y, por esta razón, los científicos se han puesto a elaborar dietas modelo que sean beneficiosas para nosotros y para el planeta.

Relacionando alimentación y objetivos del cambio climático

Nuestro sistema alimentario es uno de los que más contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) responsables del calentamiento global, como el dióxido de carbono y el metano. El objetivo oficial es mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C y, para lograrlo, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático ha fijado objetivos claros de GEI para el 2030 y 2050 (-50 % en 2030 y -80 % en 2050).

Con todo, según sostienen los autores de este estudio, el diseño de dietas que satisfagan estos objetivos y dispongan de un contenido nutricional idóneo supone un reto que exigirá innovaciones considerables y drásticas en la producción agrícola y en la tecnología de los alimentos, además de un enriquecimiento cada vez mayor de ciertos alimentos. Estas dietas, prosiguen los expertos, deberían elaborarse en cada país y tomando en consideración los elementos culturales propios de cada nación. Esta estrategia nacional, más que un enfoque global, canalizaría la adopción de los cambios necesarios, opinan los autores.

¿En qué medida resulta saludable la dieta holandesa?

En este estudio se examinaron los cambios que habría que implantar en los Países Bajos para alcanzar los objetivos de GEI del sistema alimentario para 2030 y 2050. Como dieta de referencia se tomó la ingesta dietética de adultos holandeses recogida en encuestas realizadas entre 2007 y 2010. A continuación, los autores aplicaron una modelación informática para diseñar dietas con un contenido nutricional idóneo que aporte valores de GEI inferiores a los objetivos y se atengan, en la medida de lo posible, a las pautas dietéticas contemporáneas.

Menos carne y más verdura son necesarios para cumplir los objetivos de GEI

La dieta de referencia no satisfacía todos los requisitos nutricionales pues contenía demasiada energía, grasas saturadas y sal y una cantidad insuficiente de fibra, ácidos grasos omega-3, vitaminas B1 y B2, ácido fólico, hierro y selenio.

Si las personas tomasen más verdura, pescado y marisco, legumbres (guisantes y judías), alimentos de soja y frutos secos y prescindiesen de la mantequilla, la dieta de referencia dispondría de un contenido nutricional idóneo. No obstante, aun cuando esta dieta surtiera menos GEI, no cumpliría el objetivo de GEI para el 2030.

Para lograr una dieta con un contenido nutricional idóneo y alcanzar al mismo tiempo el objetivo de GEI para el 2030, los holandeses deberían tomar más cacahuetes y bebidas de soja (enriquecida con vitamina B12 y calcio), menos carne de cerdo y queso, y ninguna cantidad de carne de vacuno o refrigerios. De todas maneras, podrían continuar como hasta ahora con los lácteos líquidos (yogur y leche), los cereales, los almidones, los huevos y la fruta.

La interdependencia entre dieta y cadena alimentaria (la industria láctea necesita de la producción de carne de vacuno) revela que por cada 373 g de lácteos líquidos deben producirse 8 g de carne de vacuno, algo que resulta compatible con una dieta flexitariana.

La modelación proponía cambios de mayor envergadura para cumplir los objetivos de GEI del sistema alimentario para el 2050 y los objetivos nutricionales. Las personas deberían tomar más verdura, frutos secos y bebidas de soja y menos queso, pollo, cerdo, huevos, legumbres, alimentos de soja, azúcar y bollos, sopas y caldos, aparte de agregar menos condimentos y salsas. Sin embargo, un cambio tan radical con esa pérdida tan considerable en la variedad alimentaria probablemente no resultaría adecuado y aceptable para la mayoría.

Se necesitarán innovaciones revolucionarias

Este nuevo estudio se centró en alimentos consumidos de forma habitual, a diferencia de otros estudios anteriores realizados con dietas sanas y sostenibles a base de productos alimenticios de ámbito planetario (como la dieta de salud planetaria EAT o la dieta IDDRI TYFA). Garantizar un contenido nutricional idóneo proporciona dietas más precisas y optimizadas de forma realista.

Por otro lado, también pone de manifiesto las dificultades que entraña el diseño de dietas aceptables que cumplan los objetivos estrictos y ambiciosos de GEI (-80 % en 2050). Por otro lado, se precisan innovaciones drásticas para, entre otras cosas, mejorar las prácticas de manufactura de alimentos y crear nuevos procesos y alimentos atractivos.

«…reducir el consumo de carne de vaca, cerdo o aves de corral, queso, mantequilla y refrigerios y aumentar el de legumbres, pescado y mariscos, cacahuetes, frutos secos, verduras, alimentos de soja (bebidas incluidas), es fundamental para alcanzar los objetivos de GEI y mantener al mismo tiempo un patrón saludable de alimentación. Los productos lácteos distintos del queso, los cereales y los almidones se pueden consumir en cantidades similares a las de la dieta de referencia de los adultos holandeses». – Broekema et al, 2020.

Si desea más información: lea el artículo original
Broekema R, Tyszler M, van’t Veer P et al. Future-proof and sustainable healthy diets based on current eating patterns in the Netherlands. Am J Clin Nutr. 2020 Aug 7:nqaa217.
21 Sep 2020
3 min de lectura
Beneficios para la salud Dietas saludables Dietas sostenibles Prevención de la diabetes

Según un estudio, si se aumentara el consumo de productos lácteos, se podrían ahorrar miles de millones en los costes de la atención sanitaria

dairy
Related posts
Ver más
Nuestras herramientas
Tabla de contenidos
Tabla de contenidos

El refuerzo de nuestra ingesta diaria de lácteos permitiría recortar los costes asistenciales al contener la carga de las enfermedades crónicas, de acuerdo con un estudio estadounidense.

Los productos lácteos, como el yogur, forman parte esencial de una dieta saludable, y la asociación entre el consumo de lácteos y el riesgo más bajo de contraer enfermedades a largo plazo, incluida la diabetes de tipo 2, se ha señalado en muchos estudios.

Sin embargo, en EE. UU, la mayoría de la gente no toma productos lácteos en cantidad suficiente. Las estimaciones basadas en las encuestas realizadas en 2015-2016 indican que el adulto estadounidense medio ingiere 1,5 porciones de lácteos al día, la mitad de la cantidad recomendada en las Guías dietéticas para los estadounidenses (DGA). De hecho, solo el 14 % de los estadounidenses de 1 año o más ingiere la cantidad recomendada de lácteos.

La ingesta de lácteos podría resultar beneficiosa para la salud y también para la economía

El aumento en la ingestión de lácteos se ha asociado con un riesgo más bajo de ictus, hipertensión, cardiopatías, diabetes de tipo 2, cáncer colorrectal y fracturas de cadera. Se ha propuesto una posible asociación entre el consumo de lácteos y un riesgo más alto de cáncer de próstata y enfermedad de Parkinson, pero la evidencia parece limitada a tenor de las últimas revisiones.

Los autores sopesaron todos los pros y los contras y estimaron que, si todos los estadounidenses adultos incrementaran el consumo diario de lácteos hasta las 3 porciones recomendadas, los costos de la atención sanitaria se reducirían en 12.500 millones de dólares cada año.

Tomar más yogur permitiría ahorrar miles de millones al reducir el riesgo de diabetes

Los autores analizaron los efectos sobre los costes asistenciales que la cobertura de la laguna en la ingestión de lácteos mediante un solo tipo de alimento lácteo (leche, queso o yogur) podría tener . El yogur mostró el efecto máximo. Si todos los adultos estadounidenses tomaran media porción más de yogur al día para satisfacer las guías de la DGA, el ahorro anual en costes asistenciales alcanzaría la friolera cifra de 32,5 mil millones de dólares. Este dato refleja una caída en el riesgo de diabetes de tipo 2.

«Dentro de los subtipos de lácteos, el aumento aislado en el consumo de yogur de aproximadamente 0,5 eq-t [equivalentes de taza]/día para satisfacer las recomendaciones de la DGA produjo el máximo ahorro anual en los costes —32,5 mil millones de dólares (intervalo de 16,5 a 52,8 mil millones)—, impulsado en gran medida por una reducción de la diabetes de tipo 2». – Scrafford et al., 2020.

Si desea más información: consulte el artículo original aquí.
Fuente: Scrafford CG, Bi X, Multani JK et al. Health care costs and savings associated with increased dairy consumption among adults in the United States. Nutrients. 2020. Jan 16;12(1)
24 Ago 2020
4 min de lectura
by
Los beneficios de la fermentación Salud cardiovascular Salud intestinal y microbiota Salud ósea

Revelan los beneficios del yogur y la leche fermentada para la salud

fermentación salud
Related posts
Ver más
Nuestras herramientas
Tabla de contenidos
Tabla de contenidos

Es uno de los productos favoritos de la lista de compra para muchas personas que se preocupan por su salud, pero ¿cuáles son exactamente los beneficios del yogur y cuál la evidencia científica a su favor?

Esta cuestión fue planteada por investigadores estadounidenses que revisaron de manera exhaustiva la bibliografía médica en busca de estudios sobre los efectos del consumo de yogur y otros productos lácteos fermentados para la salud.

Los autores descubrieron que entre los beneficios para la salud del consumo de yogur y otros productos lácteos fermentados se cuenta con una disminución del riesgo de ciertos cánceres y de la diabetes de tipo 2 y una mejora del control del peso así como de la salud intestinal, cardíaca y ósea.

Estos datos alientan a los autores a recomendar la inclusión del consumo de estos productos en las guías nacionales de alimentación.

Salud intestinal

La fermentación de la leche por las bacterias facilita la liberación de diversos compuestos bioactivos que podrían surtir efectos beneficiosos para la salud. A productos como el yogur se les puede añadir probióticos —bacterias beneficiosas—. Las bacterias de los productos lácteos fermentados ayudan a mantener una mezcla saludable de bacterias en el intestino y eso, según los científicos, es fundamental para una buena salud.

La evidencia revela que el consumo de yogur o leche fermentada podría mejorar ciertos trastornos que afectan al intestino, como la maldigestión y la intolerancia de lactosa, la diarrea, el estreñimiento y los síntomas del síndrome del intestino irritable.

«La evidencia más sólida a favor de los beneficios de los alimentos fermentados para la salud reside en su capacidad para mejorar la digestión de la lactosa y la tolerancia de esta». – Savaiano y Hutkins, 2020.

Corazón, vasos sanguíneos y presión arterial 

En varios estudios se ha constatado una asociación entre el consumo de yogur o leche fermentada, por un lado, y la mejora de la salud del corazón y menor riesgo de ictus, por el otro. Estos efectos podrían obedecer a niveles de grasas más saludables en la sangre, en particular al descenso del colesterol total, y a una disminución de la presión arterial, señalan los autores.

Cáncer de colon y recto, mama y próstata

En diversos estudios se ha constatado una asociación entre el consumo de productos lácteos fermentados y un menor riesgo de cáncer de colon y recto y de mama.

Por otra parte, el consumo de lácteos se ha asociado a un mayor riesgo de cáncer de próstata. Se necesita más información para averiguar si el riesgo de cáncer de próstata difiere en caso de tratarse de lácteos fermentados, declaran los autores.

Control del peso, diabetes y salud ósea

El consumo de productos lácteos fermentados, sobre todo de yogur, se asocia de manera estrecha a diversas medidas de control del peso, por ejemplo, menos obesidad, un peso corporal más bajo, grasa corporal reducida y menor incremento ponderal con el paso del tiempo. Estos efectos podrían obedecer a una salud de la microbiota intestinal más importante, opinan los autores.

En varios estudios se ha indicado que el consumo de productos lácteos fermentados, en particular el consumo de yogur, se asocia poderosamente a un riesgo menor de síndrome metabólico, una combinación de diabetes de tipo 2, hipertensión y obesidad que aumenta el riesgo de cardiopatía y de ictus.

El elevado contenido en nutrientes del yogur probablemente explique la asociación entre el consumo de yogur y el aumento de la densidad ósea, el aumento de la talla y del peso en los niños y la disminución del riesgo de fractura de cadera en las personas mayores.

Este estudio revela que la amplia evidencia científica sobre los beneficios de los productos lácteos fermentados, como el yogur, representa una gran noticia para nuestra salud. Ha llegado la hora de incluir estos importantes alimentos en las recomendaciones de las guías alimentarias para que se puedan beneficiar muchas más personas, concluyen los autores.

Para saber más: consulte el artículo original
Fuente: Savaiano DA, Hutkins RW. Yogurt, cultured fermented milk, and health: a systematic review. Nutr Rev. 2020 May 23;nuaa013

 

20 Jul 2020
9 min de lectura
by
Ideas rápidas y sencillas Intolerancia a la lactosa

«Por qué necesitamos hablar de la lactosa», por Azmina Govindji

dairy intolerancia a la lactosa? lactosa lactose lactose intolerance leche
Related posts
Ver más
Nuestras herramientas
Tabla de contenidos
Tabla de contenidos

Azmina Govindji RD MBDA, consultora en nutrición y dietista registrada

He dedicado mi vida a mejorar la alimentación de las personas basándome en la evidencia y fijando objetivos realistas y asequibles, adaptados al estilo de vida de cada persona. Por eso, cuando oigo a personas que limitan innecesariamente su dieta tras enterarse de una moda reciente o que indagan en fuentes poco cualificadas de internet, me siento obligada a tranquilizarles y a explicarles la variedad tan maravillosa de alimentos que pueden y deben comer para mejorar su estado nutricional.

Según mi experiencia, el yogur es uno de esos alimentos que la gente evita cuando cree que sufre una intolerancia a la lactosa. Sin embargo, en caso de intolerancia o maldigestión de la lactosa, no es necesario evitar el yogur; de hecho, podría resultar contraproducente. Y a menudo estas prácticas dietéticas se adoptan sin ningún tipo de diagnóstico, lo cual se antoja aún peor.

Intolerancia y maldigestión de la lactosa

La intolerancia a la lactosa afecta por lo menos al 70 % de las personas de ascendencia asiática oriental y también es frecuente entre las personas de origen africano occidental, árabe, judío, griego e italiano. Dicho esto, esta intolerancia solo afecta al 2% de la población mundial.

La maldigestión de la lactosa, en cambio, afecta al 70-75 % de la población mundial, según las estimaciones. En ambos casos (maldigestión e intolerancia a la lactosa) solo se digiere una fracción de la lactosa. La lactosa no digerida entra en el colon, donde su fermentación bacteriana produce a veces síntomas desagradables. La maldigestión de la lactosa puede causar síntomas clínicos de intolerancia a la lactosa, como diarrea, sensación de de hinchazón o  plenitud, retortijones y flatulencia excesiva.

¿Dónde reside el problema?

La lactosa es el azúcar de la leche y de los yogures, de modo que, si una persona evita los productos lácteos para aliviar síntomas como la sensación de hinchazón, se produce una merma de nutrientes importantes, como del calcio y del yodo. No obstante, estos síntomas no siempre indican una intolerancia a la lactosa, por más que el autodiagnóstico —mediante búsquedas en línea— sea cada vez más popular. Según una encuesta del 2013 realizada por el Centro de Investigación Pew, en Estados Unidos, el 35% de los estadounidenses se autodiagnostican a partir de la información de internet.

No es posible autodiagnosticarse una intolerancia a la lactosa. La tentativa de autodiagnósticarse resulta contraproducente y puede repercutir de manera negativa en nuestro estado nutricional.

Demos de nuevo la bienvenida al yogur

Es cierto que la intolerancia a la lactosa es la incapacidad para digerir la lactosa de los productos lácteos, pero la mayoría de mis pacientes con intolerancia a la lactosa pueden consumir pequeñas cantidades de lactosa sin experimentar ningún síntoma. La capacidad varía de una persona a otra: mientras algunos se las arreglan para tomar un vaso de leche al día sin ningún problema, otros solo toleran la leche en el té. Los quesos duros como el cheddar suelen tolerarse bien. La mayor sorpresa para estas personas es que pueden tomar yogur.

De hecho, los animo personalmente a tomar yogur y les aseguro que la lactosa del yogur se digiere con más eficiencia que cualquier otra fuente láctea. En efecto,las bacterias vivas del yogur producen su propia lactasa, lo cual facilita la descomposición de parte de la lactosa del yogur. El resultado es que los síntomas de estas personas mejoran con una dieta baja en lactosa debido a la inclusión de yogur y en general, suelen disfrutar de  poder volver a tomar yogur.

El kéfir es un producto lácteo fermentado que se elabora con varios tipos de leche (vaca, cabra y búfala). En algunos artículos publicados se señala que lo pueden consumir personas con intolerancia a la lactosa y que la composición nutricional del kéfir podría justificar sus múltiples efectos positivos, como las propiedades antibacterianas e inmunitarias. Se necesitan más investigaciones para corroborar estos efectos sobre la salud.

Otra leche fermentada popular es el skyr, originario de la dieta islandesa. Como el yogur clásico, se elabora con Streptococcus thermophilus y Lactobacillus bulgaricus. El skyr contiene poca lactosa ya que el 90 % de esta se transforma durante la fermentación o se elimina por colado.

 Consejos prácticos para la intolerancia y la maldigestión de lactosa

Mi plan de 8 elementos

  1. La eliminación de los productos lácteos es innecesaria y puede reducir la ingesta de calcio y yodo.
  2. La mayoría de las personas con intolerancia a la lactosa o con maldigestión de lactosa suelen tolerar hasta 12 g de lactosa (equivalente a un vaso de leche), si se toman al final de una comida. Otros alimentos ayudan a retrasar la digestión de la lactosa y a disminuir en consecuencia los síntomas.
  3. Si le da miedo incorporar alimentos lácteos a su dieta, empiece por añadir pequeñas cantidades de leche y yogur a los alimentos. Agregue, por ejemplo, un poco de leche al puré de patatas, o añada yogur al aderezo de la ensalada. Quizá le resulte más fácil tolerar los productos lácteos enteros que los desnatados.
  4. Disfrute tomando hasta dos tarrinas de yogur al día. Esta idea se basa en que las personas con maldigestión de la lactosa mejoran su digestión gracias a los cultivos vivos del yogur.
  5. Consulte el contenido de lactosa, leche, suero, sólidos lácteos, suero de leche, crema y cuajada en las etiquetas de los alimentos y limite aquellos alimentos que le causen molestias; quizá descubra que tolera más de lo que
  6. Si toma una dieta vegetariana, revise las etiquetas y elija alternativas lácteas enriquecidas con calcio así como tofu con calcio como fuente regular de proteínas.
  7. Tome otros alimentos que aporten calcio, por ejemplo, pescado con espinas blandas comestibles, como salmón o sardinas enlatados, frijoles secos, frutas desecadas como higos y albaricoques, brócoli, col rizada, espinacas, naranjas y almendras.
  8. Tome un suplemento de vitamina D de 10 mcg al día, sobre todo en los meses de invierno, cuando el cuerpo se expone menos a los rayos UVB de la luz solar.

No juegue al adivino, deje que le diagnostiquen su problema

Muchos de mis pacientes notan cierto malestar digestivo después de las comidas y lo atribuyen erróneamente a una intolerancia a la lactosa. Después de esto, se tratan como si sufrieran alergia a la leche evitandola, y evitando  el queso y el yogur y todos los alimentos que los contienen. Esto supone un doble problema. En primer lugar,  que no se ha diagnosticado a través de la prueba del aliento de hidrógeno y, en segundo lugar, que evitando los alimentos lácteos sin reemplazarlos por otros que aporten calcio, proteínas y yodo podría ocasionar una pérdida de nutrientes esenciales. Si no se aporta una cantidad suficiente de estos nutrientes,  el riesgo de padecer problemas crónicos, como osteoporosis y mala salud ósea podría aumentar.

Como muchas veces estos hábitos dependen de la influencia de los amigos o de las redes sociales, mi propuesta consiste en pedirles que revisen siempre las credenciales de quienes dan consejos sobre nutrición. Así como a un mecánico jamás le consultará sus problemas dentales, en casos como los expuestos hay que acudir a la consulta de un dietista o nutricionista registrado que esté debidamente calificado.

Conclusión

La intolerancia a la lactosa es un tema importante de debate, ya que, evitando la leche y el yogur, se  puede reducir la ingesta de nutrientes esenciales; y la intolerancia, más que un diagnóstico real, se debe a menudo a una percepción anómala. Me desespero cuando las jóvenes adolescentes creen que, para tener un vientre plano, deben evitar los productos lácteos; la adolescencia es un período crucial para que los huesos generen la fuerza necesaria, de ahí la importancia especial del calcio y la vitamina D así como de otros nutrientes. Necesitamos más esfuerzos y creatividad para desviar a gente sin ningún tipo de diagnóstico de ciertas modas, como las dietas exentas de lácteos.

Las personas con verdadera intolerancia a la lactosa pueden disfrutar con la toma de hasta dos tarrinas o potes de yogur al día, ya que las bacterias vivas del yogur mejoran la digestión de la lactosa. ¡Demos de nuevo la bienvenida al yogur!

Biografía

Azmina Govindji - ITW for YINI - lactose intoleranceAzmina Govindji RD, Fundadora de Azmina Nutrition es una dietista galardonada, consultora en nutrición, conferenciante internacional y autora de best sellers. Asimismo, es portavoz de la Asociación Británica de Dietética y es citada en la prensa británica con regularidad.

Entre sus apariciones televisivas destacan las de las noticias de Sky, BBC e ITV o los programas This Morning, Victoria Derbyshire show, The One Show, Inside the Factory y Food Unwrapped. Ha escrito más de una docena de libros y se ha especializado en diabetes, control del peso y alimentación vegetariana.

Azmina es cofundadora de los galardonados chats profesionales de Twitter RDUK, fue Jefa de Dietistas de Diabetes del Reino Unido durante ocho años y dirige ahora su propia consultoría, que colabora con la industria alimentaria y los medios de comunicación para que los mensajes nutricionales tengan un contenido exacto y se basen en la evidencia. Azmina es miembro del consejo editorial de Yogurt in Nutrition Digests. Como dietista, está registrada en el Health and Care Professions Council del Reino Unido y sigue un riguroso código deontológico.

Bajo esta sólida capa profesional, Azmina es una madre solícita de dos hijos, de personalidad vivaz que tiene los pies en la tierra y está acostumbrada a proponer formas realistas para que las personas coman mejor y adopten un estilo de vida más saludable.

16 Jul 2020
1 min de lectura
Conferencias internacionales

Sigue a YINI en Instagram

Related posts
Ver más
Nuestras herramientas
Tabla de contenidos
Tabla de contenidos

Para difundir mejor las noticias sobre el papel del yogur en una dieta saludable y sostenible,  ahora también estamos en Instagram.

Síguenos en @yogurt_in_nutrition  donde encontrarás las últimas informaciones científicas (en inglés).

YINI has now an account on Instragram

 

06 Jul 2020
7 min de lectura
ASN Nutrition live 2020 Beneficios medioambientales Conferencias internacionales Opinión de expertos

¿Cómo lograr una alimentación saludable y sostenible en la práctica?

ASN sustainable diet
Related posts
Ver más
Nuestras herramientas
Tabla de contenidos
Tabla de contenidos

Para nuestro simposio online «Comer para proteger nuestra salud y nuestro planeta», pedimos a Fernanda Alvarado que cubriera la charla de Jess Haine. Fernanda Alvarado es una educadora de diabetes certificada con una maestría en nutrición y dietética, especializada en salud pública. También es comentarista de temas de nutrición a través de su blog, su canal de YouTube y su podcast «Bien Comer».

¿Cómo lograr una alimentación saludable y sostenible en la práctica?

La Asociación Americana de Nutrición, ASN por sus siglas en inglés en colaboración con Yogurt in Nutrition Initiative for a Balanced Diet (YINI) organizó del 1 al 4 de junio el congreso en línea “Comer para proteger nuestra salud y la de nuestro planeta”, en él,  La Dra. Jess Haines de la Universidad de Guelph en Canadá impartió la charla “¿Cómo lograr una alimentación saludable y sostenible en la práctica?”.

Tanto los sistemas alimentarios como la sostenibilidad ambiental están actualmente amenazados y son uno de los retos a los que nos enfrentamos como sociedad, por lo que Jess Haines basada en el documento de la FAO/ OMS “Dietas saludables y sostenibles, principios rectores” plantea en su charla algunas recomendaciones para apoyar dietas y sistemas alimentarios más sostenibles.

Las dietas saludables sostenibles se definen como patrones dietéticos que promueven en todas las dimensiones la salud del individuo junto con un bajo impacto ambiental, además, que sean accesibles, asequibles y culturalmente aceptables, sin embargo, existe una enorme brecha entre lo que identificamos como una dieta saludable y sostenible con lo que actualmente comemos. Si bien hay algunas diferencias que varían dependiendo de la región, en una escala global, estamos consumiendo muchos más productos de origen animal y azúcar de los que deberíamos, a la par, no estamos consumiendo suficientes frutas, verduras y granos enteros, por lo que es necesario que la población reciba una efectiva orientación para tener una dieta saludable y sustentable.

Otro punto a considerar según Haines, es el relacionado con el desecho de los alimentos. El desperdicio de comida es un problema mundial y éste se vive de manera distinta dependiendo de la economía de cada país. Se estima que en los países desarrollados, el 47% de los desperdicios de comida provienen de los consumidores, seguido de los procesados (20%), comercios (10%), granjas (10%) y el resto de restaurantes, hoteles, etc.

Jess Ha

De acuerdo a un estudio observacional publicado en septiembre de 2019 que se llevó a cabo en la ciudad de Guelph, Ontario Canadá, se calcula que cada familia desperdicia tres kilos de alimentos semanalmente. Esta práctica genera -además del impacto ambiental- pérdidas económicas y nutricionales. Se estimó una pérdida económica aproximada de 18 dólares semanales, es decir, cada hogar desperdicia cerca de 936 dólares de alimentos evitables durante un año, 175,032 calorías (65% provienen de frutas y verduras y el 24% de cereales) y 1,196 kilogramos de dióxido de carbono, esto representa alrededor de un cuarto de las emisiones que genera un automóvil que se conduce durante un año. Aunado a esto, el desperdicio de alimentos también está asociado con el uso de agua y tierra, por lo que genera un gran impacto ambiental.

Jess Haines- How to achieve a sustainable diet - fig 1

¿Qué acciones podemos tomar?

  1. Asegurar que los alimentos estén disponibles y sean accesibles -sobre todo- entre población vulnerable.
  2. Promover una alimentación basada en plantas, lo que conlleva a consumir y producir más frutas y verduras.
  3. Desarrollar directrices alimentarias nacionales basadas en alimentos que definan dietas saludables y sostenibles teniendo en cuenta las circunstancias sociales, culturales, económicas, ecológicas y medioambientales.
  4. Promover estrategias para el cambio de comportamiento alimentario, empoderar al consumidor y brindar una efectiva educación en materia de nutrición.
  5. Aprovechar la preocupación de la población joven por el cambio climático y el medio ambiente para motivar cambios en los hábitos alimentarios.

Existe mucha confusión entre los consumidores con respecto al concepto de dieta sostenible, por un lado se cree que es insípida, costosa, requiere mucho tiempo en su preparación y conocimientos de cocina, por otro, estamos bombardeados por términos que los consumidores desconocen (transgénico, orgánico, libre de hormonas, etc.), por tanto, es necesario aclarar el término “dieta sostenible” con mensajes claros, basándonos en la motivación de los consumidores así como en consejos prácticos y convincentes que favorecen el cambio de hábitos.

Super Savers

En este contexto Haines presenta un programa probado en la comunidad: el libro de cocina saludable “Rock What You’ve Got”, patrocinado por The Helderleigh Foundation. Esta publicación fomenta el consumo de frutas y verduras y provee consejos prácticos a las familias sobre cómo reducir el desperdicio de comida y recetas que podrían ayudarlos con eso. Se mencionan algunos consejos clave para reducir el desperdicio de comida como:

  • Planear los menús. Esto permitirá hacer compras más conscientes y por tanto, habrá menos desperdicio.
  • Almacenar correctamente los alimentos. La mayoría de la comida que se desechan se debe a un mal almacenamiento de los mismos.
  • Recetas para aprovechar al máximo los alimentos.

Este libro ofrece 28 recetas que se dividen en tres categorías:

  1. Recetas 2 en 1 donde se elabora una segunda receta a partir de las sobras de la primera.
  2. Recetas cero desperdicio. Se utilizan los ingredientes completos, por ejemplo, cómo cocinar con brócoli incluyendo el tallo.
  3. Recetas de refrigerador. Ofrece opciones para cocinar con lo que se encuentra olvidado en el fondo de nuestro refrigerador.

Cabe mencionar que ninguna de las recetas toma más de 30 minutos e incluso, hay algunas que solo toman 10 minutos de preparación, de igual forma, todos los ingredientes que se utilizan son de fácil acceso.  El libro Rock What You’ve Got ofrece opciones culinarias de alto valor nutrimental, de buen sabor, asequibles e involucran a toda la familia, especialmente a los niños. También lleva un apartado con buenas prácticas de almacenamiento, consejos para acomodar el refrigerador, planear los menús y una lista de compras.

Haines espera que con esta intervención los participantes mejoren hábitos alimentarios a través de un mayor consumo de frutas y verduras, reduzcan al máximo los residuos de alimentos y que las familias adopten nuevos conocimientos, actitudes y comportamientos en relación a la importancia que tiene una dieta sostenible. A largo plazo este tipo de intervención podría ser una estrategia probada para incorporar programas comunitarios con el fin de proteger nuestra salud y la del planeta.

Mensajes clave de la presentación:

  • Reducir el desperdicio de comida es uno de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas.
  • Aproximadamente un tercio de los alimentos que se producen se desperdician.
  • 47% de la comida que se desperdicia proviene de consumidores de países desarrollados.
  • La preocupación por el medio ambiente es un motivador para cambiar hábitos.
  • 41% de los jóvenes están preocupados por el cambio climático.
  • Es necesario implementar estrategias efectivas que impacten a los consumidores.
  • Para lograr una alimentación saludable y sostenible se requiere de mensajes claros, basados en la motivación de los consumidores así como consejos prácticos y convincentes que ayuden a vencer las barreras del cambio.

Personalmente considero que

Existe una enorme necesidad de transformar los sistemas alimentarios para asegurar un futuro sostenible. Alfabetizar en materia de alimentación es empoderar al consumidor, de esta manera es posible desmitificar y vencer barreras relacionadas con el término “dieta saludable y sostenible”.

Resumen escrito por Fernanda Alvarado. Educadora en Diabetes y C. Maestría en Nutrición y Dietética con Especialidad en Nutrición Comunitaria. Divulgadora de temas en materia de nutrición a través del Blog, Canal de YouTube y Podcast Bien Comer.

23 Jun 2020
1 min de lectura
Beneficios medioambientales

Dietas saludables y sostenibles: ¡de la ciencia a tu plato!

dieta saludable dieta sostenible infographic Nutrient density sustainable diet
Related posts
Ver más
Nuestras herramientas
Tabla de contenidos
Tabla de contenidos

Las dietas saludables y sostenibles son patrones dietéticos que:

  • Promueven todas las dimensiones de la salud y el bienestar de las personas;
  • Tienen un bajo impacto medioambiental;
  • Son accesibles, asequibles, seguras, igualitarias y culturalmente aceptables

Descubra y descargue nuestra nueva infografía sobre dieta sostenible y saludable.

Dieats saludables y sostenibles

 

15 Jun 2020
7 min de lectura
ASN Nutrition live 2020 Beneficios medioambientales Conferencias internacionales

«¿Una alimentación para proteger nuestra salud y la del planeta?»: un repaso a la conferencia

ASN dietas sostenibles sistemos alimentarios sostenibles
Related posts
Ver más
Nuestras herramientas
Tabla de contenidos
Tabla de contenidos

En este contexto inusitado de pandemia y preocupación creciente por la salud, el bienestar o el medio ambiente en todo el mundo, la «Yogurt in Nutrition Initiative» (Iniciativa del yogur en la nutrición) congregó a científicos de todo el mundo en un evento en línea titulado «Comer para proteger nuestra salud y el planeta».

El objetivo general de esta 8.ª cumbre es subrayar la necesidad de transformar nuestro sistema alimentario para garantizarnos, a todos nosotros y al planeta, un futuro sostenible.

«Cómo crear un futuro alimentario sostenible y qué soluciones para alimentar a casi 10.000 millones de personas en 2050», «¿qué nos enseñan los estudios de modelación sobre dietas saludables y sostenibles?» y «¿cómo lograr una alimentación sana y sostenible en la práctica?» fueron algunas de las cuestiones que abordaron en directo Janet Ranganathan (WRI, EE. UU.), Pieter van’t Veer (de la Universidad de Wageningen, Países Bajos) y Jess Haines (de la Universidad de Guelph, Canadá) durante el acto de YINI celebrado el martes 2 de junio en el marco de «Live Nutrition 2020».

Creación de un futuro alimentario sostenible: un menú con soluciones para alimentar a casi 10.000 millones de personas en el 2050 

A medida que la población mundial crece, pudiendo alcanzar los 10.000 millones de habitantes en el 2050, la demanda mundial de alimentos se elevará en más del 50 % con respecto al 2010. El aumento de demanda de alimentos de origen animal lo hará en casi el 70 %. Según Janet Ranganathan, alimentar a 10.000 millones de personas de forma sostenible en 2050 nos obligará a resolver tres brechas:

  • La brecha alimentaria: entre las calorías de los alimentos cosechados en el 2010 y las requeridas en el 2050.
  • La brecha de tierras de cultivo: entre la superficie terrestre agrícola en 2010 y la expansión agrícola prevista para el 2050.
  • La brecha de mitigación de GEI: entre las emisiones agrícolas previstas para 2050 y el nivel deseado y necesario para mantener el calentamiento global por debajo de 2 °C (3,6 °F) y prevenir los impactos climáticos menos favorables.

YINI - eating to protect our health and our planet - Janet Ranganathan

Así pues, se han identificado 22 soluciones que deberían aplicarse de forma simultánea.  Janet Ranganathan distingue estas soluciones en cinco grupos:

  1. Reducir el crecimiento de la demanda de alimentos y otros productos agrícolas.
  2. Aumentar la producción de alimentos sin expandir las tierras agrícolas.
  3. Proteger y restaurar los ecosistemas naturales.
  4. Aumentar la oferta de pescado.
  5. Reducir las emisiones de GEI de la producción agrícola.

La importancia relativa de cada solución varía de un país a otro.

Eating to protect our health and our planet - conclusion by Janet Ranganathan

Dietas saludables y sostenibles: ¿Qué nos enseñan los estudios de modelación?

Tras esta panorámica global descrita por Janet Ranganathan, Pieter van’t Veer recalcó la importancia de centrarse en el impacto de las posibles dietas saludables y sostenibles como revelan los datos de diferentes estudios de modelización.

Según Pieter van’t Veer, para diseñar dietas saludables y sostenibles se ha recurrido en muchas ocasiones a la programación lineal, basada en combinar alimentos que, por una parte, cumplan los requerimientos diarios de nutrientes,  y que cumplan con los  indicadores ambientales. Estos modelos apenas tienen en cuenta la aceptabilidad por parte de los consumidores. No obstante, uno de los métodos de referencia, DEA (análisis envolvente de datos), permite extraer, con sus pros y sus contras, las «mejores» entre todas las dietas completas y optimizar a continuación dietas «nuevas» con una mínima desviación respecto a las dietas, la calidad nutricional y la sostenibilidad ambiental actuales.

YINI eating to protect our health and our planet - Pieter van't Veer

Puso como ejemplo un modelo de alimentación (Optimeal) para generar dietas destinadas a adultos holandeses. Los datos de partida eran el consumo medio actual de alimentos, su composición, los requerimientos de nutrientes y los objetivos de emisión de GEI. Además, se incorporó la aceptabilidad por parte de los consumidores. Según este modelo, una dieta saludable y compatible con el acuerdo de París sobre el cambio climático exigía un cambio de alimentos de origen animal por otros de origen vegetal, una reducción o eliminación del queso y una disminución de entre el 10 % (objetivo para  el 2030) y el 60 % (objetivo para el 2050) de los productos lácteos líquidos. Tras aplicar unos criterios muy rigurosos para reducir los GEI (según los objetivos para el 2050), se comprobó que esta dieta no resultaba práctica.

YINI - eating to protect our health and our planet - Pieter van't Veer

Con idéntica perspectiva se aplicó un modelo basado en la dieta (modelo SHARP) a adultos de cuatro países de la UE (Dinamarca, República Checa, Italia y Francia). Las dietas tomadas como modelo (basadas en menús diarios) tenían una proporción similar de alimentos de origen animal y vegetal, pero una densidad energética menor. Las fuentes de proteínas pasaron de la carne roja y procesada a los huevos, el pescado y los productos lácteos. Dependiendo del país, los productos lácteos líquidos aumentaron en un 105-145 % y el queso varió entre un 77 y un 122 % respecto a la ingesta actual.

Ambos métodos de modelización indican que los productos lácteos pueden formar parte de una  dieta saludable y sostenible. Esto se debe a la abundancia de nutrientes y a las menores huellas de GEI que emiten los productos lácteos líquidos en comparación con otros productos animales. Siguiendo objetivos rigurosos de limitación de emisiones de GEI, dependiendo del aporte de nutrientes en un país concreto, se podría reducir el consumo de queso. Comparado con Optimeal, el modelo de referencia SHARP modificó la dieta de forma menos extrema y mejoró algo menos la calidad nutricional y disminuyó las emisiones de GEI.

¿Cómo lograr una alimentación sana y sostenible en la práctica?

Por último, Jess Haines se basó en las recomendaciones « Principios rectores para lograr dietas saludables y sostenibles» de la FAO/OMS para dar una visión general de la política y las estrategias que podrían implementarse para que los consumidores sigan una alimentación saludable y sostenible.

En los países desarrollados, el comportamiento real de los consumidores se aleja mucho de las recomendaciones de la FAO/OMS (con un consumo escaso de frutas y verduras y elevado de azúcar, almidones y cereales, carnes y productos alternativos, así como un desperdicio doméstico considerable de alimentos…).

Por otra parte, los consumidores se muestran cada vez más preocupados por los cambios climáticos y el medio ambiente.

Este contexto ofrece grandes oportunidades para elaborar estrategias dirigidas a los consumidores y para establecer una práctica saludable y más sostenible de alimentación.

Eating to protect our health and our planet - Jess Haines

Jess Haines presentó, a modo de ejemplo, un programa comunitario: el «Weeknight supper savers» (superahorradores de cenas entre semana), cuyo objetivo es aumentar la ingesta de frutas y verduras y reducir el desperdicio de alimentos en los hogares.

De acuerdo con esta experiencia, los mecanismos esenciales para generar comportamientos sostenibles en los consumidores deben centrarse en iniciativas que toman en cuenta las motivaciones de los consumidores, que contengan mensajes claros y que ofrezcan soluciones para franquear las principales barreras frente al cambio.

Continúe informado… dentro de unos días, publicaremos la presentación detallada de cada experto y, si no pudo asistir al evento, puede revivir todo el simposio en Twitter.