¿Quieres tener más información sobre las dietas sostenibles y no sabes a dónde acudir para recibir los mejores consejos? No busques más, lee este informe realizado por expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
No se debe subestimar nunca la importancia de una dieta saludable y sostenible. La malnutrición, que abarca tanto el consumo excesivo de alimentos poco saludables como la ingesta insuficiente de alimentos, es una de las principales causas de problemas de salud y muerte prematura en el mundo, según el informe. La escasez de alimentos de calidad retrasa el crecimiento y produce deficiencia y carencias de vitaminas y minerales. El consumo de alimentos poco saludables, con cantidades elevadas de grasa y azúcar, fomenta el aumento de peso y la obesidad, que se asocian a enfermedades como la diabetes, cardiopatías y ciertos tipos de cáncer.
Por otra parte, nuestros sistemas de producción, procesamiento, empaquetado, distribución, consumo y eliminación de los productos alimentarios están dañando el medio ambiente, ya que son responsables de hasta un 35 % de emisiones de gases de efecto invernadero, utilizan muchísima agua dulce y contaminan la tierra y el agua. La creciente demanda de tierra para ser cultivada obliga a menudo a la tala de árboles y a la destrucción de la vida silvestre.
Según este informe, una dieta es algo más que la suma de los nutrientes y alimentos que consumimos. Lo que comemos forma parte de nuestros hábitos de vida y, como tal, los sistemas alimentarios y las dietas dependen también tanto de factores sociales y culturales como de nuestro poder adquisitivo.
Objetivos de una dieta saludable y sostenible
Las dietas saludables y sostenibles promueven la salud y el bienestar, poseen un impacto ambiental bajo, resultan asequibles, de fácil acceso y son culturalmente aceptadas.
Otros objetivos de las dietas saludables sostenibles son:
- lograr un crecimiento y desarrollo óptimo, fomentar el buen funcionamiento y el bienestar físico, mental y social a lo largo de la vida de todos nosotros y de las futuras generaciones
- prevenir la malnutrición, que puede ser causada por desnutrición o carencia de micronutrientes, o por sobrepeso y obesidad
- reducir el riesgo de enfermedades no contagiosas relacionadas con la dieta (p. ej., diabetes, cardiopatías, ictus o algunos tipos de cáncer)
- conservar la biodiversidad y la salud del planeta
Principios rectores de una dieta saludable y sostenible
Salud
- Empezar pronto: optar, si es posible, por la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad y mantenerla por lo menos hasta los 2 años
- Ingerir una diversidad de alimentos no procesados o mínimamente procesados, con un equilibrio adecuado entre los distintos grupos de alimentos
- Incluir cereales integrales, legumbres, frutos secos y frutas y verduras variadas en abundancia
- Incluir cantidades moderadas de huevos, productos lácteos, aves y pescado y pequeñas cantidades de carne roja
- Beber agua potable depurada y segura
- Aportar energía y nutrientes en cantidad suficiente para el crecimiento y desarrollo y llevar una vida activa y saludable
- Ajustarse a las directrices de la OMS para reducir el riesgo de enfermedades no contagiosas relacionadas con la dieta
- Incluir una cantidad mínima (o nula si es posible) de patógenos y toxinas que pueden causar enfermedades
Impacto ambiental
- Cumplir los objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, las reglamentaciones sobre la utilización del agua y la tierra, la aplicación de nitrógeno y fósforo y las restricciones de contaminación química
- Preservar la biodiversidad
- Minimizar el uso de antibióticos y hormonas
- Minimizar el uso de plásticos
- Reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos
Aspectos socioculturales
- Respetar la cultura local, las costumbres culinarias y los patrones de alimentación
- Respetar la disponibilidad y la conveniencia de los alimentos
- Evitar daños colaterales bajo un enfoque de género ( como pueden ser el tiempo invertido en la compra, la preparación de los alimentos o en la búsqueda de agua y leña para cocinar)
«Los principios rectores de las dietas saludables y sostenibles se basan en la alimentación considerando las recomendaciones nutricionales así como la sostenibilidad ambiental, sociocultural y económica» —FAO y OMS, 2019.