Beneficios de la fermentación

Los científicos desvelan los secretos de los probióticos para la salud

Scientists unravel the healthy secrets of probiotics

Los probióticos, unos seres demasiado pequeños para contemplarlos a simple vista, pueden marcar una enorme diferencia en la salud. Poco a poco, estos productos han ido desvelando sus secretos y su popularidad ha experimentado un auge considerable gracias a los beneficios que empiezan a vislumbrarse.

Los probióticos son bien conocidos por impulsar la salud gastrointestinal e inmunitaria y los médicos los recomiendan cada vez más en virtud de los nuevos hallazgos científicos. Con todo, los conocimientos sobre estos diminutos seres vivos y aliados nuestros representan tan solo la punta del iceberg. En este momento, se realizan nuevas investigaciones para averiguar hasta dónde llegan los beneficios para la salud.

Los autores de este artículo hacen referencia a un grupo de consenso especial que revisó los estudios recientes sobre probióticos, la importancia de los alimentos fermentados como fuente de probióticos y las cuestiones aún no resueltas.

«…hay una evidencia sólida de que los probióticos pueden resultar beneficiosos para la salud humana por varias vías».  – Sanders ME et al, 2018.

¿Qué son los probióticos y cómo actúan?

Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidad adecuada, confieren al huésped, es decir, a la persona que los consume, un beneficio para la salud.

Muchos tipos diferentes de microorganismos, con formas variadas, actúan como probióticos. Algunos residen en los alimentos, suplementos dietéticos y productos farmacéuticos; se conocen incluso cosméticos probióticos.

Los microorganismos más habituales utilizados como probióticos son cepas de los grupos de bacterias Lactobacillus, Bifidobacterium y Saccharomyces.

Los probióticos ejercen sus efectos sobre la salud por diferentes vías, muchas de las cuales aún no se conocen bien, afirman los autores. Una vía común es la producción de ácidos orgánicos (p. ej., láctico y acético) en el colon, donde fomentan un entorno saludable, inhiben los microbios «enemigos» y estimulan la presencia de otros microbios «amigos».

Los probióticos pueden interactuar con la microbiota intestinal

Muchos expertos consideran que los probióticos también influyen en la microbiota intestinal, es decir, los billones de bacterias que residen de manera natural en el tubo digestivo. De acuerdo con los estudios, aunque el consumo de una cepa probiótica solo aumente de manera pasajera la cantidad de esa cepa en la microbiota, puede proporcionar beneficios para la salud.

Las investigaciones han revelado que la microbiota intestinal de las personas sanas se diferencia de la de las personas enfermas. Se sabe que los microbios colonizadores integrantes de esa comunidad responden a la dieta, incluso a dietas con microorganismos vivos que forman parte de los alimentos fermentados.

Alimentos fermentados como fuente de probióticos

Durante milenios, los pueblos han recurrido a la fermentación como medio de conservación de alimentos y bebidas. Así es como se fabrican la cerveza, el vino, el yogurt y el queso. Se ha demostrado que los microorganismos vivos contenidos en estos productos propician la salud, declaran los autores.

En el caso del yogur y el queso, estos microorganismos están presentes en los cultivos vivos empleados para fabricar los alimentos. El yogur representa además un gran vehículo de otros microorganismos probióticos, que se agregan durante su fabricación.

Gracias a estos microorganismos, el yogur mejora la digestión de la lactosa en las personas con maldigestión de lactosa. Según los estudios, las personas que toman yogur tienen asimismo menos probabilidades de engordar a largo plazo.

Por otro lado, los productos lácteos fermentados se han asociado con mejoras en la presión arterial de las personas hipertensas y con una disminución de las enfermedades infecciosas en la infancia.

 «…incluso si los microbios asociados a la fermentación estuvieran únicamente de paso, podrían asimismo influir en la microbiota normal, comunicarse con el sistema inmunitario del huésped y surtir otros efectos positivos, de acuerdo con la evidencia más reciente». – Sanders ME et al, 2018.

Beneficios de los probióticos para la salud

Pese a que los beneficios para la salud tiendan a resultar específicos de ciertas cepas de probióticos, se desconocen aún muchos datos sobre los probióticos más adecuados para determinados problemas de salud y sobre sus destinatarios. Hasta la fecha y de acuerdo con los estudios, los probióticos se han asociado con beneficios frente a una serie de problemas de salud, entre ellos:

  • Intolerancia a la lactosa: los probióticos facilitan la digestión de la lactosa a las personas con intolerancia a la lactosa.
  • Diarrea aguda de lactantes y niños: los probióticos pueden acelerar la recuperación.
  • Diarrea asociada a antibióticos e infección por Clostridium difficile: los antibióticos alteran en ocasiones la microbiota intestinal y provocan diarrea. La modificación de la microbiota intestinal también reduce la resistencia al Clostridium difficile, que puede causar una diarrea grave. En varios estudios se ha comprobado que los probióticos, tomados junto con los antibióticos, disminuyen el riesgo de diarrea asociada a los antibióticos y a  difficile.
  • Resfriado:los probióticos reducen la incidencia y la duración de las infecciones respiratorias altas más comunes de la infancia.
  • Colesterol alto: los probióticos ayudan a controlar los lípidos en la sangre de las personas con un colesterol ligeramente elevado
  • Síndrome del intestino irritable (SII): los expertos han concluido que se debe considerar la administración de probióticos concretos para controlar varios síntomas del SII.
  • Cólicos de los lactantes: los probióticos reducen el período de llanto de los lactantes que sufren este trastorno frecuente y de difícil tratamiento.
  • Eccema:los probióticos disminuyen el riesgo de eccema de los lactantes si sus madres los consumen durante el último trimestre del embarazo o la lactancia o si los administran a los bebés.
  • Enfermedad inflamatoria intestinal: los probióticos prolongan la remisión de la colitis ulcerosa en adultos.
  • Vaginosis bacteriana: los probióticos mejoran la eficacia del tratamiento antibiótico en esta frecuente afección femenina.

Se están examinando muchos otros usos potenciales de los probióticos, como por ejemplo para el control del estrés y la ansiedad.

«La investigación indica que se puede efectuar un uso de los probióticos basado en la evidencia para tratar una serie de problemas de salud. Los probióticos y los alimentos fermentados proporcionan una vía dietética que fomenta la salud y mejora el funcionamiento de la microbiota intestinal de los consumidores sanos». – Sanders ME et al, 2018.

¿Cómo se sabe cuál es el producto probiótico idóneo?

La compleja variedad de probióticos dificulta la elección de un producto adecuado y de alta calidad. Examine con atención la etiqueta del producto. La etiqueta de un producto probiótico debe indicar el género, la especie y la o las cepas del producto. Para saber qué probiótico está adquiriendo, necesita conocer estos tres nombres, ya que cepas diferentes, incluso de una misma especie, pueden surtir efectos diferentes.

Las etiquetas también deben indicar la cantidad de probiótico contenida en el producto. Este dato suele señalarse como «unidades formadoras de colonias» (UFC). Evite los productos que etiqueten la cantidad de UFC en el momento de la fabricación, ya que las UFC pueden disminuir durante el almacenamiento, afirman los autores. Lo mejor es conocer el recuento de cada cepa en UFC y lo ideal sería que este recuento hubiera mostrado eficacia en los estudios con seres humanos.

Los autores sostienen que las etiquetas varían mucho de un país a otro y de un tipo de producto a otro. Si está buscando un probiótico para solucionar un problema concreto, quizá le resulte difícil saber cuáles son los productos que se han investigado para aliviar ese problema.

En parte, esto se debe a que la reglamentación sobre los reclamos de salud, incluidos en las etiquetas de los productos probióticos, varía mucho en las distintas regiones del mundo. Y así como en las publicaciones científicas se puede revisar toda la evidencia acerca del beneficio para la salud de un probiótico concreto, el marco reglamentario impide a menudo la exhibición de estos datos en las etiquetas, explican los autores.

Algunas directrices útiles son las de la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (Braegger et al. 2011 Szajewska et al. 2014, 2016 Kolacek et al. 2017)

Para más información, consulte el artículo original.
Fuente: Sanders ME, Merenstein D, Merrifield CA, Hutkins R. Probiotics for human use. Nutrition Bulletin 2018,43:212–225.

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