Preguntas sobre la intolerancia a la lactosa

¿Crees que eres intolerante a la lactosa? ¡Consulta primero a tu médico!

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Los resultados de este estudio son buena muestra de que entre la población hay una tendencia general de intentar controlar su salud eliminando factores dietéticos considerados sospechosos, pero sin pruebas ni control médico. La evitación de la lactosa y los lácteos es probablemente uno de los mejores ejemplos de este tipo de comportamiento.

Decidir por uno mismo evitar alimentos para aliviar síntomas adversos debe ser sopesado valorando las consecuencias negativas de eliminar así estos factores dietéticos y sus perfiles nutricionales. En el caso de los lácteos, las consecuencias podrían ser importantes para tu salud y, dadas las dimensiones de esta tendencia, también para la sociedad a largo plazo.

Un diagnóstico equivocado o un autodiagnóstico pueden tener malas consecuencias

Los síntomas de la intolerancia a la lactosa son simples y notables: gases, diarrea, retortijones, flatulencia y gorgoteos intestinales, llamados borborigmos. La dificultad es que estos son también los síntomas de decenas de otros problemas, que van desde reacciones a algunos alimentos hasta enfermedades muy graves. El objetivo de este estudio italiano era investigar si el autodiagnóstico influye en el consumo de productos lácteos. Los resultados demuestran que un 22,2 % de los encuestados de Campania (una región del sur de Italia) no toman leche líquida con regularidad y un 18,1 % beben leche sin lactosa para evitar síntomas gastrointestinales. La gran mayoría optó por evitar el consumo de leche sin hacer primero un análisis de aire espirado o consultar a un médico.

Y aun así puedes consumir ciertos lácteos, como el yogur

¡Habla con tu médico! Él podrá darte un diagnóstico objetivo y definitivo. Si se te han presentado problemas digestivos después de consumir leche u otro producto lácteo, no necesariamente se debe a la lactosa. Además, no todos los lácteos son iguales a efectos de la lactosa. El yogur y los productos bajos en lactosa tienen la particularidad de ser bien tolerados por personas que tienen dificultades para digerir la lactosa. Tomar al menos un yogur al día proporciona parte del calcio (15 % a 20 %) que tus huesos necesitan cada día a lo largo de tu vida. Por tanto, lo mejor es que consultes primero a tu médico.

Fuente: Zingone  et al., Nutrition journal 2017 ; 33 : 322-325.

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