Analiza tu desayuno. ¿Mientras salías corriendo de casa, te has llevado cualquier cosa para «matar» el hambre, hasta que pudieras tomarte el bocadillo de media mañana? ¿O te has sentado para disfrutar de un desayuno relajado y saludable con fruta y yogur?
El desayuno es la comida más importante del día, según los expertos. Sin embargo, muchos de nosotros nos saltamos el desayuno porque el tiempo nos apremia a esa hora crucial de la mañana. Algunos científicos nos previenen de esta omisión del desayuno pues nos lleva a tomar refrigerios poco saludables en un momento posterior del día y a engordar. Eso no significa que debamos tomar una fritura matutina. En un amplio estudio estadounidense se han identificado varios alimentos saludables, incluido el yogur, para comenzar bien el día.
Tomar alimentos saludables para desayunar puede resultar complicado cuando se tiene prisa. Muchos cereales para el desayuno están cargados de azúcar y grasa, a pesar de la propaganda intensiva acerca de sus beneficios para la salud.
La International Breakfast Research Initiative (IBRI, iniciativa internacional para la investigación del desayuno) fue un estudio realizado en Canadá, Dinamarca, Francia, España, el Reino Unido y los EE. UU., en el que se examinaron los alimentos elegidos para desayunar por la población y se identificaron aquellos que deberíamos ingerir como parte de un desayuno saludable. Los autores de este artículo describen los resultados del estudio en los Estados Unidos, que contienen datos de más de 14.000 niños y adultos.
Los hábitos poco saludables de desayuno se encuentran muy extendidos
Casi el 20 % de la población estadounidense omite el desayuno. Los niños pequeños y las personas mayores desayunan en más ocasiones que el resto. En cambio, los adolescentes y los adultos jóvenes se saltan muchas veces el desayuno (el 25 % ni siquiera desayuna). Los adultos con ingresos más altos o con un título universitario también suelen desayunar.
Los alimentos habituales para el desayuno de los niños en los Estados Unidos son la leche, los productos horneados y los dulces. Los desayunos de los adultos consisten en café/té, dulces, grasas y pan blanco.
¿Por qué es tan importante el desayuno?
El desayuno se considera una comida rica en nutrientes si aporta más nutrientes que calorías, apuntan los autores.
Entre las personas que desayunaron en este estudio estadounidense, el desayuno representó un 20 % de la ingesta energética diaria. Aportó algo menos del 20 % de las proteínas y grasas diarias y el 25 % de los azúcares totales.
Sin embargo, también proporcionó más del 20 % de los requerimientos diarios de una serie de vitaminas y minerales, incluidas las vitaminas B, A y D, ácido fólico, calcio, hierro, potasio y magnesio.
«Aunque el desayuno habitual en los EE.UU. aportó más nutrientes que calorías, quedaba bastante margen para mejorar su calidad.» – Drewnowski y cols., 2018.
Desayunar comporta una mejor calidad de la dieta
Los autores descubrieron que el desayuno se asociaba a una dieta más sana y completa. Los niños y las personas mayores seguían las dietas más saludables y los adolescentes las menos saludables. Entre los adultos, la calidad de la dieta mejoró de manera considerable conforme se elevaban el nivel de estudios y los ingresos de la unidad familiar.
Las personas que seguían una alimentación de máxima calidad consumieron más fruta y zumos, cereales integrales, leche y yogur con el desayuno. Además, comían menos carne y huevos y menos azúcares y grasas añadidas que quienes seguían una dieta menos saludable.
«…las dietas de mayor calidad se asociaron con un mayor consumo de cítricos, zumos y otras frutas, cereales integrales, leche y yogurt.» – Drewnowski y cols., 2018.
Las directrices dietéticas deberían tener en cuenta los patrones del desayuno
Los autores concluyen que los resultados de este estudio, según el cual el desayuno óptimo consiste en fruta, zumo, cereales integrales, leche y yogur, deberían influir en las futuras directrices dietéticas. Conviene analizar las opciones y los patrones de alimentación, en lugar de centrarse solo en el contenido de nutrientes de los alimentos. Y aunque el desayuno estadounidense suela tener una densidad elevada de nutrientes, queda aún bastante margen para la mejora, señalan los autores.