Con el comienzo de año, recuperamos algunas publicaciones interesantes del 2021.
Podemos influir tanto en nuestra salud como en el medio ambiente eligiendo una dieta saludable y sostenible. Empezar a seguir una dieta más saludable y sostenible no siempre es fácil; entonces ¿cómo podemos dar con la justa medida?
Los investigadores abogan por guías alimentarias locales y sostenibles
Si bien la mayoría de las guías alimentarias nacionales procuran fomentar la salud, muchas se quedan cortas en lo que respecta a proteger el planeta (1). Los investigadores examinaron 43 guías alimentarias de distintos países y analizaron hasta qué punto se ajustaban a los principios rectores de una dieta saludable y sostenible establecidos por la FAO y la OMS (2).
En muchos casos no se tenía en cuenta el impacto medioambiental y los aspectos socioculturales de la alimentación, sobre todo en las guías alimentarias más antiguas. En la cuestión medioambiental, la reducción del desperdicio de alimentos era el punto que aparecía con más frecuencia.
Si las guías se actualizasen en consonancia con los avances científicos más recientes, no solo nos ayudarían a elegir alimentos saludables, sino también a orientarnos hacia una dieta más sostenible.
¿Y qué hay de los productos lácteos en las guías alimentarias?
Algunos expertos consideran que los lácteos tienen que incluirse en las dietas saludables sostenibles por motivos nutricionales, sociales y económicos, mientras que a otros les preocupa el impacto de la ganadería en el medio ambiente.
En un artículo reciente se trataba la cuestión de los productos lácteos en las guías alimentarias y las dietas sostenibles de todo el mundo (3). De acuerdo con este artículo, según las estimaciones, las vacas lecheras generan solamente alrededor del 2,5 % de las emisiones de gases de efecto invernadero, y las emisiones de origen agrícola y ganadero se generan con carbono en un proceso de reciclaje constante que ya se encuentra en la atmósfera, así que contribuyen menos al calentamiento global que las emisiones derivadas de la quema de combustibles fósiles.
En cuanto a los aspectos nutricionales, los productos lácteos son un tesoro lleno de nutrientes y contribuyen al funcionamiento saludable de nuestro organismo.
Las guías alimentarias actuales no reflejan adecuadamente la aportación de los lácteos a la alimentación saludable y sostenible. Según los autores de este artículo, hay que desviar el foco de atención desde los nutrientes concretos hacia la abundancia de beneficios para la salud que ofrecen los lácteos.
Cómo elegir la mejor dieta para ti y para el planeta
Además de las recomendaciones generales, aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a tomar las decisiones alimentarias adecuadas tanto para ti como para las generaciones futuras:
- Elige cuidadosamente los alimentos de origen animal. Los alimentos de origen animal generan más del 60 % de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la producción alimentaria en todo el mundo, pero dentro de este grupo de alimentos el nivel de emisiones también varía: la carne de vacuno genera muchas más emisiones de efecto invernadero (por kg de alimento) que la carne de cerdo o de pollo, el pescado, los huevos y la leche. Eso nos da una idea de que, aunque la mayor reducción de emisiones de gases de efecto invernadero se consigue dejando la carne fuera de nuestra dieta, las dietas flexivegetarianas o las dietas locales que reducen de forma significativa el consumo de carne roja pero incluyen cantidades moderadas de carne de ave, lácteos, huevos y pescado también pueden ser efectivas.
- Come muchos vegetales. En comparación con las dietas occidentales, la alimentación de origen vegetal se ha asociado a un menor riesgo de obesidad, muerte prematura y enfermedades relacionadas con la alimentación. Pero las personas que no consumen absolutamente ningún alimento de origen animal corren el riesgo de tener algunas carencias nutricionales. Una dieta flexivegetariana o una dieta local a base de vegetales que incluya un consumo moderado de carne de ave, lácteos, huevos y pescado puede ser equilibrada y hacer más sencillo que consumas los nutrientes adecuados.
- Come alimentos de origen local. El impacto medioambiental de un alimento depende de la manera y el lugar en el que se produzca, del trayecto que haya tenido que recorrer hasta llegar a ti y de cómo se haya almacenado. Consumir alimentos de origen local y de temporada contribuye a reducir el impacto ambiental de tu dieta y seguramente también te salga más barato.
- Apuesta por la diversidad. La variedad en la dieta es importante porque los distintos componentes de los alimentos interactúan y modifican nuestra capacidad para digerir los nutrientes de los alimentos. Por ejemplo, la lactosa y la vitamina D potencian la absorción de calcio, vitaminas B, folato, magnesio y zinc. El consumo de una amplia variedad de alimentos, sobre todo con un alto contenido en fibra, también contribuye a incrementar los distintos tipos de microbios que viven en nuestro intestino. La diversidad de microbios intestinales puede aumentarse aún más si incorporamos a nuestra dieta alimentos probióticos y fermentados (como leche fermentada, yogur o kéfir) (4).
«Tras revisar los criterios de las dietas saludables y sostenibles, comprobamos que las dietas flexivegetarianas y las dietas locales diversificadas pueden ofrecer el equilibrio óptimo entre la salud humana y la salud del planeta…». – Moreno et al., 2021.