Dieta sostenible y yogur

Cambio climático: la ciencia busca soluciones a los eructos de vaca

Tackling climate change: scientists seek to stop dairy cows burping  - YINI

Nuestra alimentación no es lo único que hay que cambiar para hacer frente al cambio climático; según los científicos, también hay que pensar en lo que comen las vacas. ¿Y si las ponemos a dieta y conseguimos que eructen menos?

Las vacas pueden parecernos figurantes inocentes del paisaje rural. Pero, en realidad, mientras rumian plácidamente no dejan de eructar y emitir uno de los gases de efecto invernadero más nocivos: el metano.

Por lo tanto, el objetivo es averiguar cómo conseguir que las vacas perjudiquen menos al medio ambiente. Reduciendo sus emisiones de metano podríamos combatir el calentamiento global y ralentizar el cambio climático. Tras revisar los datos que se disponen hasta el momento, los investigadores han identificado varias lagunas de conocimiento que pueden ayudar tanto a gobiernos, como a ganaderos e industria para  fijar una serie de objetivos en vistas a un futuro sostenible (1).

¿Cómo generan las vacas el metano?

Lo más fácil es pensar que los gases que emiten las vacas salen por el «tubo de escape»; pero lo cierto es que casi todo el metano que generan procede de los eructos. Esto sucede porque las vacas (igual que las ovejas, las cabras y las jirafas) son animales rumiantes; es decir, tienen un sistema digestivo especializado que les permite descomponer el pasto y otras formas de vegetación que las personas y otros animales no rumiantes no pueden digerir (2). En lugar de tener un solo estómago, como las personas, los rumiantes tienen cuatro cavidades en el estómago. La primera de ellas es el rumen, que funciona como cámara de fermentación donde se va «macerando» el alimento una vez que la vaca traga. Luego, el animal regurgita el alimento parcialmente digerido y lo lo rumia, es decir, lo sigue masticando para terminar de digerirlo.

La fermentación se produce porque en el rumen hay un montón de microorganismos, como bacterias, virus, hongos y protozoos, que contribuyen a recoger la energía de los alimentos y a proporcionar sus nutrientes a la vaca. Algunos de esos microorganismos degradan los hidratos de carbono complejos para formar azúcares simples; otros descomponen la celulosa de las paredes de las células vegetales.

Como consecuencia de ese proceso de fermentación, se producen gases: dióxido de carbono y metano. La cantidad de metano que liberan las vacas depende de lo que coman; una vaca puede llegar a emitir la increíble cifra de 500 litros de metano al día.

¿Cómo contribuye el ganado lechero al calentamiento global?

Junto con el dióxido de carbono, el metano es el gas de efecto invernadero más importante y, desde 1950, su concentración en la atmósfera ha aumentado drásticamente hasta alcanzar el alarmante porcentaje del 70 % (3). Aunque los humedales naturales también emiten metano, el 60 % del metano es consecuencia de la actividad humana, como el cultivo de arroz y la ganadería con rumiantes.

La cría de animales es responsable del 14,5 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, un porcentaje más o menos igual al de la industria del transporte (4). El proceso de fermentación en el rumen representa más del 90 % de las emisiones de metano procedentes del ganado y el 40 % de las emisiones de gases de efecto invernadero de explotaciones agrícolas (5).

¿Cómo se mide el metano que generan las vacas?

Lo primero que hay que hacer para controlar los problemas de gases de las vacas es encontrar la mejor forma de medir el metano que emiten. Para reducir las emisiones, hay que encontrar un método fiable para evaluarlas y compararlas, y tienen que ser sistemas portátiles que no interfieran en la rutina del animal.

Aunque no se puede tomar muestras de rebaños enteros al mismo tiempo, se están desarrollando distintas tecnologías, como las cámaras de respiración, para medir las emisiones individuales de las vacas lecheras. Una de esas técnicas con perspectivas muy prometedoras es un «inhalador», una técnica de muestreo de la respiración.

¿Podemos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de las vacas?

La alimentación de las vacas influye mucho en la cantidad de metano que producen:

  • Digerir heno y pasto, por ejemplo, genera más metano que digerir cereales.
  • Si se añaden cereales al pienso de las vacas, el nivel de acidez del rumen cambia y disminuye la producción de metano.

Esta dieta con alto porcentaje de cereal estará sometida a otros factores de producción, como el gasto que supone producir ese pienso y el uso de abono y de maquinaria, todo ello con combustibles fósiles.

Por eso, en el mundo de la investigación se están barajando alternativas y suplementos para el pienso vacuno que generen menos metano sin producir una huella de carbono elevada.

Sea cual sea la mejor opción, está claro que las vacas son más felices cuando comen sin prisas: rumiar durante más tiempo potencia la producción de leche y se asocia a emisiones de metano más bajas en el caso de las vacas lecheras.

La ensalada de algas marinas como pista de investigación

Igual no es lo primero que nos viene a la cabeza cuando pensamos en pienso vacuno, pero las algas marinas son muy nutritivas y algunas contienen bromoformo, una sustancia que bloquea la generación de metano. Según algunas investigaciones, las emisiones de metano pueden reducirse a menos de la mitad cuando se añade al pienso de las vacas lecheras el alga roja Asparagopsis, que contiene bromoformo, y además no deja residuos en su leche (6).

De acuerdo con los autores, hay que profundizar en el estudio de las algas marinas para asegurarse de que añadirlas al pienso vacuno es seguro para la salud humana.

¿Y si la solución viene con una taza de té?

Igual la taza sobra, pero el té, la yuca y las plantas del género Gypsophila son algunas de las muchas plantas que contienen saponinas, detergentes naturales que disminuyen la producción de metano reduciendo los protozoos del rumen, determinantes en ese proceso de producción de metano.

Otros extractos vegetales que podrían enriquecer el pienso de las vacas son los de eucalipto, ajo y orégano, y los aceites esenciales de tomillo blanco; todos se han estudiado porque su actividad contrarresta el metano. Otra opción es el aceite de colza; según las investigaciones, suplementar la alimentación de las vacas lecheras en proceso de lactancia con aceite de colza redujo las emisiones de metano hasta un 23 %.

Las medidas para reducir las emisiones de metano deberán tomar en cuenta sus repercusiones medioambientales

Aunque los extractos vegetales reducen las emisiones de metano, es importante asegurarse de que esas plantas puedan producirse de forma sostenible, metiendo en la ecuación las formas de cosecharlas, transportarlas, almacenarlas y procesarlas para convertirlas en parte del pienso. Los autores de la investigación advierten que la huella de carbono de todos esos procesos nunca debe ser mayor que los beneficios que se obtienen con la reducción del metano.

Las algas marinas parecen una opción sostenible muy prometedora, porque pueden cultivarse en explotaciones de cultivo de algas de todo el mundo y se sabe que absorben grandes cantidades de dióxido de carbono.

También es importante tener en cuenta la demanda de recursos hídricos. Se ha observado en análisis de laboratorio que los aceites esenciales de canela podrían reducir el metano, por ejemplo, pero hace falta 15 526 litros de agua para producir 1 kg de canela y este proceso emitiría 1,6 kg de dióxido de carbono, el equivalente a conducir un coche 6 km (7).

El cultivo de ajo y de orégano es uno de los que cumple más criterios de sostenibilidad: para producir 1 kg de ajo solo hacen falta 589 litros de agua, y para producir 1 kg de orégano seco, 7048 litros (8).

Las plantas de crecimiento rápido suelen someter al medio ambiente a menos tensión porque requieren menos agua y abono que otras. Los eucaliptos se pueden cosechar en poco tiempo, entre 3 y 5 años, lo que los convierte en un recurso de renovación rápida; según los autores, algunas variedades de eucalipto crecen 4 m al año.

Selección genética: cómo criar vacas que emitan menos gases

Además de cambiar la alimentación del ganado, también podemos intentar criar las vacas más adecuadas.

En el mundo científico se considera que seleccionar genéticamente vacas que emitan niveles más bajos de metano puede ser una forma sostenible de reducir las emisiones del ganado lechero (9). Según las investigaciones, el grado de herencia de las tendencias flatulentas de las vacas lecheras es entre bajo y moderado, pero hace falta más estudios para comprender las dimensiones genéticas.

Los autores señalan que, para velar por el bienestar y la salud de los animales, las investigaciones que estudien las emisiones de metano tienen que realizarse en una gran cantidad de animales y durante mucho tiempo.

«Para cubrir la futura demanda global, la industria ganadera tiene que investigar aditivos naturales del pienso que mejoren la eficiencia de los nutrientes, proporcionen alternativas a los antibióticos y reduzcan las emisiones de metano de los rumiantes» – Bačėninaitė D, et al, 2022

Para saber más: consulte el artículo original.
Fuente: (1) Bačėninaitė D, Džermeikaitė K, Antanaitis R. Global Warming and Dairy Cattle: How to Control and Reduce Methane Emission. Animals (Basel). 2022 Oct 6;12(19):2687. doi: 10.3390/ani12192687.
Otras fuentes:
  1. Cows, Methane, and Climate Change | Let’s Talk Science (letstalkscience.ca)
  2. Black, J.L.; Davison, T.M.; Box, I. Methane Emissions from Ruminants in Australia: Mitigation Potential and Applicability of Mitigation Strategies. Animals 2021, 11, 951.
  3. Kristiansen, S.; Painter, J.; Shea, M. Animal Agriculture and Climate Change in the US and UK Elite Media: Volume, Responsibilities, Causes and Solutions. Environ. Commun. 2021, 15, 153–172.
  4. Tubiello, F.N.; Salvatore, M.; Rossi, S.; Ferrara, A.; Fitton, N.; Smith, P. The FAOSTAT database of greenhouse gas emissions from agriculture. Environ. Res. Lett. 2013, 8, 015009.
  5. Stefenoni, H.A.; Räisänen, S.E.; Cueva, S.F.;Wason, D.E.; Lage, C.F.A.; Melgar, A.; Fetter, M.E.; Smith, P.; Hennessy, M.; Vecchiarelli, B.; et al. Effects of the macroalga Asparagopsis taxiformis and oregano leaves on methane emission, rumen fermentation, and lactational performance of dairy cows. J. Dairy Sci. 2021, 104, 4157–4173.
  6. Marie, A. Cinnamon Benefits + Side Effects. HEALabel. 2022.
  7. Marie, A. Oregano Benefits + Side Effects. HEALabel. 2022.
  8. Lassen, J.; Difford, G.F. Review: Genetic and genomic selection as a methane mitigation strategy in dairy cattle. Animal 2020, 14, s473–s483.

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